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jueves, 14 de junio de 2012

«No nos han dado ninguna oportunidad con nuestro hijo»

Miércoles, 13 de Junio, 2012
Enlace:
- Niños, el gran negocio para Bienestar Social
«Bienestar Social nos ha quitado a un pequeño de 3 años sin atender a la prioridad de la familia biológica», denuncia una pareja de gijoneses
Luis Tessier y Loreto Gómez, en un parque gijonés
«El 30 de mayo de 2012, a las 16 horas, será la última visita que usted, don Luis, realice a su hijo». Con ese ultimátum se encontraron el mes pasado los gijoneses Luis Tessier Conde y Loreto Gómez Naya, 51 y 40 años. Pero ya era tarde. No llegarían a ver más a su hijo pequeño. La mayor, adolescente y se encuentra con una familia de acogida, mientras que pequeño, está bajo la guarda y custodia del Principado en el Materno-Infantil de Oviedo.
«Se encuentra o se encontraba», precisa su padre, que, hasta la llegada de esa carta, tenía derecho a visitar al pequeño «el primer martes de cada mes durante una hora» y que quiere saber «cuál es ahora la situación» tras haber visto, denuncia, cómo la Consejería de Bienestar Social le retiraba lo que él considera su «derecho» como padre.
Loreto no oculta sus problemas con los estupefacientes en «el pasado» ni Luis los suyos con la Justicia, que lo llevaron a pasar un año en Villabona «por un enfrentamiento con la Policía». Como tampoco esconden que «el caso está perdido en los tribunales». Y, aún así, no están dispuestos a dar esta batalla por perdida. «Al menos, hasta saber si la intención del Principado es darlo en adopción y hasta que quede constancia de que peleamos por él, de que no lo abandonamos».
La pareja, que ha llegado hasta el Supremo para conseguir la tutela del pequeño en vano, cree que la consejería no les ha dado «ninguna oportunidad» a pesar de que acaban de formalizar su relación casándose «por la Iglesia en el Corazón de María» y de que cuentan «con un piso propio producto de una herencia y con una buena paga», la que percibe tras su jubilación por enfermedad el progenitor, que trabajó durante años en una empresa de productos hortícolas.
«No nos han abierto ninguna puerta. Al contrario. Lo normal es que te abran un expediente y que puedas empezar a trabajar con los psicólogos o los asistentes sociales, pero a nosotros no nos dieron la opción que cualquier ser humano se merece», critica Luis Tessier, quien, en su desesperación, incluso llegó a remitir una carta a la anterior consejera de Bienestar Social, Paloma Menéndez Prado.
En ella, le explicaba que deseaba continuar con las visitas al menor, que el pequeño «identificaba plenamente la figura paterna» con él o que «se volvía loco diciendo 'papá' cuando Luis aparecía por el Materno de mes en mes, al tiempo que mostraba su oposición «a que sea dado en adopción».
La pareja argumenta, además, que la consejería «no ha atendido a la prioridad de la familia biológica» y en esa familia incluyen a los tres hermanos de Loreto, «todos ellos con trabajo, con casa y criando a sus hijos sin problemas», que mostraron su intención de acoger a su sobrino. También en vano.
Tampoco entienden por qué las visitas a su hija mayor adolescente, se desarrollan «con total normalidad y con mucho cariños» gracias a la labor de una entidad mediadora.
Pero la adolescente no conoce a su hermano pequeño y ha dejado de preguntar por él. «Ve que nosotros evitamos hablar del niño y se da cuenta de que algo va mal. Dicen que intentan ayudarnos y lo único que hacen es hundirnos a los cuatro».
http://www.elcomercio.es/v/20120612/gijon/dado-ninguna-oportunidad-nuestro-20120612.html

1 comentario:

murillo72 dijo...

Resulta asombroso que no permitan a unos padres deseosos de cuidar a sus hijos ejercer sus obligaciones. Si existe algún motivo por el cual se ha tenido que apartar de ellos a su padre, ¿cómo es posible que no se les administre cursos de formación o actividades para que puedan cuanto antes continuar con sus hijos?. Las propias trabajadoras sociales o psicólogos son quienes deberían en beneficio de los menores predicar que el estado fomentó este tipo de acciones, al igual que sucede por ejemplo con los malos tratos, o los delitos de alcoholemía.