'Padres, os voy a arruinar la vida'

Sábado, 6 de Septiembre, 2014
-  La progenitora materna acusada de bañar con agua hirviendo a su hija
- Una mujer mata a cuchilladas a su hijo de 2 años y luego intenta suicidarse
- Los niños y niñas de segunda categoria, todos los que no son agredidos por el padre
 En el interior del siguiente enlace se pueden encontrar muchos más enlaces relacionados con el maltrato infantil:
- "Pánico al padre" ¿Y cuándo el miedo es a la madre?

Expertos abordan la cada vez más extendida problemática de las agresiones de los hijos
Euskadi registra en los últimos 4 años una media de 385 agresiones de hijos
Muchas familias no denuncian por no evidenciar su fracaso educador o por miedo
La violencia ejercida de hijos a padres en el ámbito familiar es un problema "cada vez más extendido" y suscita la preocupación no sólo de los profesionales sino también de la propia sociedad. Pese a que cada vez cobra mayor importancia, a día de hoy siguen siendo escasos los servicios e investigaciones dedicadas a la atención de esta problemática.
Existen cifras, pero éstas sólo pueden aportar un orientación sobre la realidad a la que enfrentarse, porque, como precisa la presidenta de la Asociación Profesional de Criminólogos de Navarra, Nahikari Sánchez, los números oficiales que surgen de las denuncias que interponen los padres sólo suponen "la punta del iceberg" y no atienden a la dimensión real de la problemática de la violencia que ejercen los hijos.
Porque en muchos casos estos episodios violentos no salen del ámbito familiar o bien porque los progenitores no quieren evidenciar de puertas para fuera del hogar su "fracaso" en la labor de educadores o porque les da "vergüenza" reconocer que sus hijos les agreden física o verbalmente, cuando no es miedo. Y no hay que olvidar que muchos padres no perciben que sean víctimas de la violencia de sus vástagos porque "lo tienen normalizado".

se ha dado un cambio de paradigma ya que las familias afectadas no responden a modelos desestructurados sino que corresponden a hogares ordenados y con un elevado poder adquisitivo

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 Una vez más de nuevo nos muestran parte de la realidad. Sin embargo sorprende, y mucho, no ver muestra alguna de mezcal de la violencia del género en la noticia. Es común y frecuente atribuir la violencia que ejercen los hijos contra los padres a un efecto de achacar dicha violencia a la conducta del padre como copia de actitud por  el hijo.
Este dato anterior es el ue más nos llama la atención, porque existe un gran empeño en convencer y adoctrinar a través de los medios de comunicación a la sociedad de que  la violencia del género esta patente en todos los ámbitos en donde se manifiesten actitudes agresivas, y que su lucha contar ella es esencial e imprescindible, y para ello necesitan medios, dinero, grandes cantidades de dinero para justificar su procedencia.
Las agresiones de los hijos a los padre no constituyen ninguna novedad en la actualidad. Es un fenómeno creciente cada vez más y que desde luego tiene mucho que ver con la orfandad paterna que sufre un gran porcentaje de menores. Cuando se produce una separación o divorcio de los padres no sólo se separa o divorcian los padres, en un 90% de los casos los jueces otorgan la custodia a las madres. Este hecho se traduce en que bajo el término legal de "regimen de visitas", se declara huérfano al niño de padre vivo, pues la relaicón entre padre e hijos pasa a establecerse en un periodo de 4 noches al mes, en fines de semana y demás vacaciones. De esta manera una padre de visitas jamas puede educar a sus hijos, porque en muchos casos  por mucho empeño que ponga  en ello y muy congruente que sea en sus actos los hijos no pueden evitar ver la realidad de que su padre sólo puede controlarles e imponer unas normas durante esos 4 días al mes que pasa con ellos, y en los cuales las obligaciones más  esenciales de los niños no se pueden llevar a cabo.
Si al principio el menor echa de menos a su padre en las despedidas de cada domingo siendo muy consciente de que tras la separación pasarán muchos días sin volver a ver a su padre, más tarde este hecho puede resultar utilizado por el menor en su "beneficio".  Pues si su  padre pretende mantener unas normas y reglas esenciales de educación y convivencia, éstas dejan de surtir efecto una vez se produce el distanciamiento. Y si su madre, o bien, no es consciente, o bien, es tal su agotamiento que simplemente no puede más, al final del perjudicado es el niño.
El cuidado y educación de los  hijos no es sólo un derecho como tal para el padre, que lo es. Por encima de ese derecho se encuentran sus obligaciones que asume sin ningún papel de por medio o juez que se las imponga desde el momento que pasa a ser padre. Los padres no se desentienden de sus hijos, y ni siquiera se han desentendido nunca. Sí en otras épocas los padre se marchaban y mantenían gran parte del día ausentes de la vida de sus hijos era porque la sociedad estaba establecida de otra manera, machista o no, según se mire. ¿Quién no conoce hoy día a una mujer que desde el momento que nace el niño ella es la primera que asume que debe dejar de trabajar y cuidar a sus hijos? Lo que sucede es que es muy diferente el hecho de que se encuentre detrás una separación o divorcio o no. Si estoy casada y dejo de trabajar me mantiene mi marido, pero si estoy separada o divorciada y no tengo la custodia exclusiva resulta que entonces no me adscriben esa vivienda familiar que en una gran mayoría de parejas existe, y al mismo tiempo no percibo esa pensión de alimentos en concepto de mantener esa guarda y custodia exclusiva.

En los hogares monoparentales se produce un gran índice de agresiones por parte de hijos a padres, pero lo que no nos muestra esta noticia es que esas agresiones se producen en su mayor parte cuando la guarda y custodia recae en poder de la madre. Y es que es un poder por muy mal que suene. Quien tiene la guarda y custodia es quien realmente decide y elige gran parte no sólo de la educación del menor sino de su vida. No se trata de que seamos mejores o peores padres o madres. Se trata simplemente de que los cuidados y educación de los hijos es algo no sólo importante, sino también complicado, si pretendemos que toda esta responsabilidad recaiga en exclusiva sobre un progenitor y encima tenemos al otro reclamando ejercer no sólo sus derechos sino sus obligaciones estamos desequilibrando en gran parte varias cosas y no sólo está presente el equilibrio económico en la mesa.
Por otro lado debemos tener también muy en cuenta que si los hijos aprender lo que ven el maltrato infantil se produce en muchos hogares en la sombra más absoluta, y aunque este no se visualize sus consecuencias se mostrarán en un futuro. Esta acreditado que el maltrato sobre el menor en los hogares en su mayor medida se lleva a cabo por su madre, quien después en muchos casos simplemente recoge lo que siembre, pues estas agresiones de padres a hijos se producen en mucha mayor parte al progenitor materno.


Fuente:
- 'Padres, os voy a arruinar la vida'
http://www.elmundo.es/pais-vasco/2014/09/02/540583de268e3ed6448b4573.html