El Defensor del Pueblo si actúa contra un padre, Francisco Rivera, pero sin embargo en el caso de la diputada de Podemos (Bescansa), no dijo ni pío. Y es que Francisco Rivera ya está mal mirado por las instituciones de género, y ésta que pone en manos de la Fiscalía de menores de Sevilla que el torero se llevó a su bebé a dar un capotazos a un becerro, debe guardar en sus adentros las declaraciones del torero. Sino es que su afinidad en política ha llevado a la misma a ir contra este torero que apoyo a VOX en un acto en Sevilla. Vox es el único partido que ha manifestado de forma clara la intención de eliminar cualquier rastro de la ideología de género en la legislación.
Francisco Rivera ha experimentado en carnes propias como actúa la justicia en las separaciones y divorcios, seguro que se ha sentido más inseguro en la sala de un juzgado que el la plaza de toros. Y es que los toros pegan cornadas, pero las sentencia injustas te arrebatan las fuerzas de otras formas distintas, y matan tus mejores ilusiones.
Sin entrar a juzgar, si es prudente o no el acto del torero, si podemos afirmar que de la misma forma que el Defensor del Pueblo se ha movido bajo un supuesto perjuicio a un menor, debiera actuar en otros casos. Porque que una madre como la del hijo del Kiko Rivera, decida bajo su única voluntad trasladar a su hijo desde Sevilla a 500 millas, es también objeto de un posible caso de maltrato infantil cuando menos.
La autora del artículo fuente es Rosaba Güiza.
Fuente:
http://extraconfidencial.com/opiniones/el-absurdo-extremismo-antitaurino/
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