MÉXICO
La noticia trata la sustracción de menores internacional, para ello recurren a la opinión del juez José Roberto de Jesús Treviño Sosa, el cual cita dos tratados internacionales que resolverían sobre estos asuntos: uno para América Latina, que es una Convención Interamericana sobre Restitución de Menores y la Convención de la Haya. Señala que este último es más reconocido a nivel mundial.
La teoría es muy bonito, pero la práctica sigue una línea clara. Para empezar es la madre quien en la mayor parte de los casos sustrae o secuestro a los menores de su figura paterna y de su país, y a nivel general, las autoridades o la justicia, considera bajo una norma no escrita que la madre es quien debe decidir el lugar de residencia de los menores, pues sus acciones son permitidas y toleradas de forma que cuando se dirime el asunto en cuestión los menores ya llevan sustraídos en esos países incluso años.
Aquí en España tenemos muchos casos, por desgracia, pero todos mantienen de igual forma la misma línea. Los jueces como norma estándar dan la custodia a la madre en la mayor parte de casos. Esto es fruto de la misma línea machista que bajo normas no escritas siguen a pies juntillas la mayoría de los jueces y magistrados. Considerando que el padre es un visitante, lo que más valoran en estos casos es que al padre no se le impide el contacto con los hijos en ese nuevo país.
Les importa tres narices que los menores vean a su a padre una vez al año, que sea en un hotel o en plena calle. En estos casos ni jueces ni fiscales consideran que dicho cambio supone un trastorno de rutinas y hábitos para los menores, algo que llevan alegando décadas para justificar negar la custodia compartida. Aquí como quien manda y debe decidir es la madre, todo acción que ésta considera para obtener una mayor felicidad es permitida por los de la toga y por ese Ministerio Fiscal, que muchos creen que su misión en casos de familia con menores es la de proteger a los niños. El cambio de entorno, de amigos, de centro escolar, de idioma, etc, no se tiene en cuenta en estos casos, pues es la madre, y hay que llegar incluso a oír, que como la madre tiene la guarda y custodia es normal que decida qué hacer con los niños. Al fin y al cabo si lo miramos con un poco de frialdad encontramos lógica, pues el padre es considerado por los jueces, magistrados, fiscales y psicólogos como un visitante más en sus vidas, cuya principal obligación es la de pagar y pagar, ¿las visitas son voluntarias, no? Se pasan la figura de la patria potestad por el forro.
Vamos a poner dos casos que se han dado en España, de los muchos que por desgracia hay. En los dos el padre de los menores conocía el paradero de los hijos, porque hay otros en donde siquiera el padre sabe si sus hijos han perdido la vida. Como mucho los jueces, si ven que la madre está impidiendo el contacto a esas humillantes visitas al padre, pueden proceder a un cambio de custodia de unos menores cuyo padre no puede ver siquiera, por no citar los casos en donde siquiera sabe dónde se encuentran o si están vivos, pero siquiera son capaces de dictar una orden de búsqueda y captura de la madre.
En España el Tribunal Supremo cuando una madre secuestra o sustrae a su hijo y consigue que ya el propio menor exprese el rechazo hacía su padre, estos magistrados consideran que la madre debe seguir ostentando la guarda y custodia de los menores, sin embargo en casos donde la madre ha sido condenada en Estados Unidos por secuestro de menores, las instituciones apoyan a esta madre (Carrascosa), y tenemos al Tribunal Constitucional, que resulta que resuelve en días, el recurso que presenta una madre que está condenada por los tribunales de Suiza por secuestro parental de menores.
Los dos casos de los que hablábamos antes, son los siguientes. Uno de ellos el de Hugo Medina, un menor que se encuentra en Perú sustraído por su madre, y que lleva ya 5 años sin relacionarse con su padre y ya es víctima de la alienación parental. Los jueces es España se desentendieron rápidamente concediendo la custodia al padre, y el asunto está ahora en manos de la justicia peruana. El otro caso es el de un padre que para que no le sucediese lo que a Emiliano (el padre de Hugo), decidió jugarse todo por su hija, y se trasladó hasta Argentina, el país a donde su madre desde Málaga había sustraído a la hija de ambos, África.
Se mudo a vivir allí, se buscó la vida para sobrevivir, y consiguió que un tribunal argentino ordenase a la madre la restitución de la menor hasta su país de procedencia, España. La justicia en España no hizo nada, absolutamente nada. Esta primera orden se incumplió, la madre incumplió la sentencia de la juez, y se dictó una segunda. Tres días antes de la restitución de África a España con su padre y resto de familia paterna, Domingo Expósito, el padre, fue asesinado acribillado a balazos en Argentina. La madre hoy, y otros colaboradores se encuentra detenida, pero la menor está aún en Argentina.
El caso del vídeo de la entrada fue de un padre que se jugó la vida en una huelga de hambre, intentando evitar que la Audiencia Provincial de Toledo autorizase la sustracción parental de su hija de 2 años por su padre a Panamá, pero en vano.
Más casos en este enlace:
- Cuando los padres se arrebatan los hijos
Fuente:
http://www.milenio.com/monterrey/Autoridades-extranjeras-incompetentes-intervenir-NL_0_674332602.html
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