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La historia que les vamos a contar tiene nombre y apellidos, pero su protagonista prefiere que los obviemos. Se trata, en cualquier caso, de una persona alavesa separada y con dos hijos, y a quien el juzgado obliga a mantener una pensión fija para su pareja, quien mantiene la custodia de los pequeños.Enlaces:
Con ingresos de 1.400 euros al mes, sus gastos fijos ascienden sin embargo a 900 euros, al margen de la pensión. Gastos que proceden de la hipoteca de una vivienda de la que fue desahuciada hace dos años, del préstamo de un coche que necesita para ir a ver a sus hijos y del alquiler que paga por la habitación en la que ahora se encuentra viviendo. 900 euros que debe abonar todos los meses, que el juez reconoce en la sentencia publicada hace unas semanas.
Juicio en el que se solicitó una rebaja de la pensión que venía pagando hasta ahora, de 450€ mensuales, pero que fue finalmente rechazada. 50€ son los que le quedan para poder pagar la comida, la ropa, el teléfono y la gasolina. “Ahora mismo estoy pidiendo a mi familia y amigos que me den de comer, porque yo no puedo pagar todo”.
No puede deshacerse del coche, porque lo necesita para ver a sus hijos, que residen fuera de Álava, y tampoco puede dejar de pagar la hipoteca de un piso que ya no es suyo porque llegó a ese acuerdo con la entidad financiera. La gasolina y la alimentación también son necesarias por razones obvias, pero 50€ parecen a día de hoy muy escasos para que pueda desarrollar su vida habitual.
La sentencia va a ser recurrida, en busca de una decisión que permita rebajar parcialmente la pensión para poder hacer frente a los gastos, y a la espera de poder optar a un piso de protección social que le permitiría solicitar de nuevo la custodia de sus pequeños.
No es el único caso
No es este sin embargo el único caso en el que las decisiones del juez dejan a uno de los progenitores en una situación complicada. Así nos lo hacía saber un lector, tras haber leído este artículo. Un joven que comparte piso en Madrid y que, con una nómina de 956€, destina a su ex pareja 300€ como pensión para su hijo. Otros 400 euros se van en el alquiler del piso y 200 más en gasolina para desplazarse a trabajar y para volver cada 15 días a Vitoria a ver a su hijo (compartiendo viaje en este caso). En total 900 euros de gastos que dejan poco margen para poder alimentarse y que le obligan a recurrir a sus padres.
Lo peor, según este usuario, es que en su día ya dejó a su hijo un capital de 16 millones de pesetas en concepto de renuncia a la vivienda. Sin embargo, ese dinero no lo reconoce el juez porque fue redactado al margen de la sentencia, en un acuerdo entre ambos.
Son sólo dos ejemplo de la situación en que en ocasiones se encuentran parejas divorciadas, y en los que la ley a veces no entiende de situaciones complicadas y de crisis.
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2 comentarios:
cobro 426 y tengo que dar de pension 300 , si no estubieran mis padres no seria nada, porque son los que me dan de comer, hay situaciones peores creo yo y nos las comemos con patatas " tambien hay hipoteca pero el piso esta alquilado y lo vamos manteniendo con eso, aunque la intención de mi ex es volver al piso con mis hijos, ya me dirás de donde pago yo hipoteca con 126 euros al mes" y no nos olvidemos de los gastos extraordinarios ,.... que esta mujer parece que le sobra.
total VIVA ESPAÑA Y LA CIVILIZACION FEMENINNA
Los jueces no se paran a considerar la situación en la cual quedará el padre despues de las medidas impuestas. Una vez más se actúa bajo el machismo ya que existe una diferencia notable en la cuantía de la pensión alimenticia cuando ésta se aplica al padre que en los supuestos en que ésta recae sobre la madre. Al final quien ineludiblemente paga las consecuencias son los niños.
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