Tras las numerosas denuncias sobre los bebés robados y la dificultad para resolver, en muchos de los casos, que el hijo no fue adoptado bajo los trámites legales, pasamos a una nueva forma de niños robados, los que son secuestrados por sus propios padres.Enlaces:
España es el quinto país, tras Estados Unidos, Reino Unido, México y Alemania con mayor número de secuestros parentales. Desde el año 2008 hasta el año 2013 se han denunciado 1.166 casos en España según los datos de sustracción internacional de menores del Ministerio de Justicia. En 2013, según el informe anual de la fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR), se han registrado 236 casos de secuestro por progenitores, lo que supone un 13 % más que el año anterior.
El caso de Marcos Señas es uno de ellos, él es hijo de Eduardo, padre logroñés y madre brasileña, cuyo nombre mantendremos en el anonimato por no haber podido contactar con ella. Eduardo lucha sin descanso para que su ex mujer traiga de vuelta a su hijo Marcos. La madre del pequeño, de tan sólo dos años y medio, se marchó a Brasil con el menor el pasado 10 de septiembre sin el consentimiento ni conocimiento por parte de Eduardo. Desde entonces, se ha puesto en marcha una campaña que está dando la vuelta al mundo en redes sociales con el lema: “Yo también soy Eduardo Señas y quiero que Marcos vuelva a casa”.
Son las cuatro de la tarde y nos disponemos a ir al piso donde Eduardo nos espera. Es la casa donde debería estar Marcos cada 10 días, o al menos, ese era el acuerdo al que había llegado Eduardo con su ex mujer antes de que decidiera llevárselo a Brasil.
Nos abre la puerta con el rostro triste y apagado, sin embargo, en su voz, rota de dolor, hay un atisbo de esperanza: “Me siento angustiado, nervioso, pero también estoy contento por recibir el apoyo de tantísima gente, me siento arropado, muchas gracias por venir”. Así nos recibe y nos invita a entrar a su casa. Recorremos el pasillo hasta llegar a una de las habitaciones. “Este es el cuarto de Marcos, aquí debería de estar ahora mismo”. Sin embargo Marcos está a muchos kilómetros, en la otra parte del océano sin poder decidir si quiere quedarse allí o volver a España. Pero lo más grave del asunto no es el poder de decisión del menor, “Marcos nació prematuro y tiene una discapacidad del 10%. Tiene que seguir un tratamiento que estaba recibiendo aquí y que en Brasil ha dejado por decisión propia de mi ex mujer. Lo supe al recibir una carta de los asuntos sociales notificándomelo”.
“Todo empezó hace un año, cuando mi ex mujer y yo decidimos separarnos. Ella necesitaba tiempo para asimilarlo y me pidió permiso para viajar a Brasil con Marcos y que así conociera a su familia”. Eduardo aceptó sin saber que este primer viaje al continente americano sería el comienzo de su peor pesadilla. “Tenía que volver el 23 de octubre, pero me llamó diciendo que para ella era muy complicado viajar sola con el niño, el carro, las maletas… y que si no me importaba retrasaría su vuelta hasta noviembre para poder volver a España con su hermana y que le ayudase con Marcos y con el equipaje”. Eduardo cedió porque comprendió que las horas de vuelo, la edad de su hijo y las maletas eran demasiado para que su ex pareja viajase sola. Pero llegó noviembre y su ex pareja no volvió, “me llamó y me dijo que no quería volver a España si no seguíamos juntos porque aquí no tenía a nadie, así que ante la situación decidí vender mi coche, comprarme un billete a Brasil y marcharme allí”.
Tras pasar casi medio año en Brasil trabajando ilegalmente, viviendo -en un principio- en el piso con su ex pareja y, posteriormente, teniendo que dormir en un coche porque la convivencia se había tornado insostenible y la madre de su ex pareja le echó de casa, decidió poner punto final a dicha situación. “Mi ex suegra me amenazó, me dijo que aquello era Brasil y las cosas se solucionaban de otra manera, no como en España. Así que contacté a través del wifi de una cafetería con unos amigos de España y les comenté por el infierno que estaba pasando. Me pagaron el billete y cuando llegué a Logroño puse una denuncia”. En ese momento fue cuando su ex pareja decidió volver a España pero no a Logroño, “decidió irse a Barcelona ya que decía que me quería y no podía vivir en la misma ciudad que yo si no estábamos juntos”. Y así, en la distancia, llegaron al acuerdo de que Marcos debería pasar diez días con cada uno de ellos.
En un principio el régimen de visitas que habían pactado se cumplía rigurosamente hasta que la ex mujer de Eduardo tuvo conocimiento de que éste había rehecho su vida.
“Una sensación dentro de mí me avisaba de que algo malo iba a pasar. Después de que se enterara de que había rehecho mi vida se puso como una loca, decía que me quería, que no podía vivir sin mí y que no quería que otra mujer tuviese nada que ver con nuestro hijo, pero conseguí calmarla, o al menos eso creí. Días después tuve que llamarla para hablar sobre la guardería de Marcos pero no me cogió el teléfono, tan solo hablé por whatsapp y me dijo que más tarde me llamaría”. Pero esa llamada no llegaba. “No me cogía el teléfono, no aparecía conectada a través de whatsapp… y como había tenido antecedentes de suidicio, decidí coger la moto y emprender con mi pareja actual rumbo a Barcelona, algo me olía mal”. Pero Eduardo nunca llegó hasta el piso de su ex mujer. A escasos kilómetros de llegar a Barcelona, el móvil de Eduardo sonó. Era un mensaje desde un número brasileño en el que ponía: “Estoy en Brasil, mañana se pondrá en contacto mi abogado contigo. Tu ya has rehecho tu vida, que seas muy feliz con tu actual pareja”.
En ese instante la vida cambió de parecer para Eduardo. Preso de la incertidumbre, del miedo y del desconcierto puso la primera denuncia en Barcelona y, sin pensarlo dos veces, decidió seguir actuando rápido. Anunció su situación en medios de comunicación, redes sociales y, actualmente está trabajando en el caso el Cuerpo de la Policía Nacional de Logroño. La historia de Marcos está dando la vuelta al mundo y su padre espera que pronto la justicia pueda actuar y regular la situación.
Estas últimas semanas la ex mujer de Eduardo le manda fotografías de Marcos para que vea al pequeño y sepa que está bien, sin embargo en las fotografías no le da ninguna pista de dónde pueden encontrarse y tampoco le permite comunicarse con él directamente. Para Eduardo, eso no es suficiente. La lucha sigue y, con el símbolo de una pajarita roja que está inundando las redes sociales de todo el mundo, la esperanza va creciendo dentro del corazón de un padre logroñés al que le han robado parte de su vida. A su hijo, Marcos Señas.
- Eduardo Señas, un padre que lucha día y noche por recuperar a su hijo
Inmaculada González
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Fuente:
Eduardo Señas, un padre que lucha día y noche por recuperar a su hijo
http://conelmicroyentacones.com/2014/09/30/el-caso-de-eduardo-y-marcos-senas/
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