Silvia Laforet
Madrid, 5 jun (EFE).- La escritora Silvia Laforet defiende en un ensayo la custodia compartida de los hijos tras el divorcio, y ha denunciado que la modalidad monoparental "perpetúa el machismo" al recaer sobre la mujer "toda la responsabilidad".
En su libro "Amores compartidos" (Infova Ediciones) Laforet, sobrina de Carmen Laforet, comparte en clave de "tú a tú" su propia experiencia como madre de dos hijos en régimen de custodia compartida con su ex marido desde hace cinco años.
En España, la comunidad pionera en regular la custodia compartida es Aragón, donde en mayo de 2010 entró en vigor la Ley de Igualdad en las relaciones familiares ante la ruptura de convivencia de los padres. En cambio, en otras comunidades como Navarra, la custodia compartida está condicionada a un acuerdo previo entre los progenitores y a la decisión de un juez.
A partir de sus propias vivencias, Laforet aboga por esta modalidad como la preferente en los procesos de separación y divorcio, aplicándola "con flexibilidad", y conservando la custodia monoparental para aquellos casos excepcionales en los que el bien del menor lo requiera, como malos tratos, adicciones o abandono.
El libro desarrolla de forma teórica cómo debe llevarse a la práctica el régimen de custodia compartida para que funcione y aporta consejos organizativos, como una guía de reparto del tiempo que los niños deberían pasar con cada uno de sus padres según la edad que tengan.
Aunque reconoce que no ha sido fácil, Laforet considera que el cuidado entre ambos progenitores es la mejor fórmula para satisfacer las necesidades emocionales de los menores, y lamenta que algunas parejas se repartan a sus hijos como se reparten los bienes materiales.
Sobre las críticas vertidas a este sistema por convertir a los menores en "niños maleta", la autora cree que, cuando la custodia compartida se organiza bien, los niños no arrastran sus posesiones de casa en casa sino que viven en los dos hogares "con naturalidad".
A lo largo de 220 páginas, Laforet también plasma su oposición a que los Juzgados priven a uno de los progenitores de este tipo de custodia por haberse quedado sin trabajo y subraya que la relación entre padres e hijos está "muy por encima" de cualquier cuestión económica.
"Si todos los padres y madres que en los últimos tiempos se han quedado sin trabajo tuvieran que ser separados de sus hijos, los servicios sociales no tendrían capacidad de acoger a tantos niños", argumenta Laforet.
Rechaza asimismo el modelo de "casa del menor", por el cual el niño no se muda sino que son los padres los que viven en una tercera casa durante tres meses, porque cree que no ayuda "en absoluto" a los niños a superar el duelo tras el divorcio e, incluso, fomenta en ellos falsas esperanzas de reconciliación entre sus progenitores.
Cinco años después de adoptar la custodia compartida, Laforet hace balance y concluye que, a pesar de muchas dificultades, sufrimiento y dudas, es la vida "más justa" para las personas que más ama en este mundo.
2 comentarios:
Excelente libro. Escrito con mucha ternura.
La actual ley del divorcio fue imaginada, redactada y aprobada por mentes arcáicas y machistas. Es la única manera de entender lo esculpido en ella.
un hijo que sufra el régimen de custodia en exclusiva convive, generalmente, el setenta y cinco por ciento del tiempo anual con el progenitor custodio, por ello, en cuanto al cariño, cuidados, protección, educación, ideología y valores humanos, su referente será el progenitor custodio y los hijos necesitan ambos referentes - caso de existir - para que su desarrollo sea saludable.
La custodia compartida nunca ha sido ni nunca podrá ser un derecho de los progenitores, porque ese derecho, es exclusivo de los hijos. Para los progenitores es un deber y únicamente de esta forma se protege el “interés superior del menor”, aunque este sea un término jurídico indeterminado.
Realmente, la custodia compartida garantiza el desarrollo integral del menor, el cognitivo, el emocional y el intelectual, ofreciendo las garantías necesarias para que se convierta en un adulto competente.
No es de justicia imponer a un menor la custodia exclusiva por la simple oposición de uno de sus progenitores a compartir la guarda y custodia o porque estos tengan una comunicación deficiente. Estas dos cuestiones son un problema exclusivo de sus progenitores pero que, en todo caso, es responsabilidad del padre y de la madre que sus diferencias no perjudiquen en modo alguno a los hijos.
Lo que hacen los jueces y fiscales con la imposición de custodias exclusivas cuando uno de los progenitores no desea la igualdad en sus deberes de guarda y custodia, es agravar el problema, perpetuarlo en el tiempo y perjudicar a los menores.
La Custodia Compartida es el “Telos” del bienestar de los hijos tras la finalización de la convivencia en pareja. Cualquier otra pretensión, es una regresión a la barbarie.
Pedro Cruz
Gran Canaria
pedro, gracias por el comentario. El debate continua en el foro de la asociación en:
http://custodiapaterna.foroactivo.com/t1223-la-escritora-silvia-laforet-rechaza-por-machista-la-custodia-monoparental
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