CUSTODIA PATERNA: Las rupturas aumentan un 17% en un año y la crisis propicia divorcios de mutuo acuerdo

viernes, 6 de abril de 2012

Las rupturas aumentan un 17% en un año y la crisis propicia divorcios de mutuo acuerdo

Viernes, 6 de Abril, 2012

Apenas el 7% de las parejas rotas optan por la separación, una puerta abierta para volver
Mal momento para los abrazos rotos a cara de perro, sin concesiones. Los problemas económicos subyacen, según fuentes jurídicas, en la diferencia que se acusa ahora, tras años con cifras casi a la par, entre las rupturas matrimoniales de mutuo acuerdo y los adioses fratricidas. Junto al ahorro en procuradores y abogados, suma también la mayor rapidez del proceso judicial para decantarse por la vía preferida por las parejas que deshicieron sus votos a lo largo del año pasado en Ourense.
Según la última estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), un total de 450 presentaron demanda de disolución matrimonial en el juzgado tras alcanzar un acuerdo común que suele recoger negro sobre blanco un convenio regulador que el juez ratifica. Sin consenso, con un conflicto larvado, otras 306 parejas optaron por la vía larga, tensa y difícil para romper. Procesos contenciosos que se demoran más, exigen una vista, son más costosos e incuban desagradables consecuencias con los hijos de por medio.
"Yo siempre trato de convencer a las parejas para que lleguen a un acuerdo con un argumento demoledor: ¿Qué preferís? ¿Ceder algo cada parte como adultos, pero al fin y al cabo con una decisión que será vuestra, o que todo lo decida el juez, un tercero que desconoce absolutamente vuestras circunstancias personales?", explicaba ayer el abogado Miguel Diéguez.
Mediación
La juez de familia de Ourense, Laura Guede, resumía recientemente que "cuando en los divorcios no hay acuerdo, casi siempre el conflicto es económico aunque empieza a haberlos también por la custodia compartida". El año pasado se produjeron 291 divorcios conflictivos y 15 separaciones también no consensuadas. Por contra, se registraron demandas de 411 divorcios de mutuo acuerdo y 39 separaciones aceptadas por marido y mujer. Buscando finales en son de paz, en Ourense existe una unidad de mediación a la que el Juzgado de Familia de la capital está derivando casos entre partes que no están enfrentados. Una medida que a su vez aligera la sobrecarga de trabajo.
Las rupturas crecieron, en general, un 17% en el último año, según la estadística judicial. Mayor fue el aumento de la que, paradójicamente, es la opción por la que menos se decantan las parejas. Las separaciones, un resquicio para una hipotética reconciliación de pareja, aumentaron un 46% desde 2010. Los divorcios crecieron un 15%, por su parte.
Apenas un 7% de los matrimonios optan por separarse, una constatación del cambio marcado por la ley de 2005 que estableció la posibilidad del divorcio exprés, de deshacer la pareja sin estados intermedios ni necesidad de exponer los motivos, con independencia de la voluntad del otro y con la única exigencia de que hayan transcurrido tres meses desde la boda.
Hasta dos años puede retrasarse la sentencia de un proceso de divorcio cuando las partes no aflojan. Las rupturas más conflictivas tardan en resolverse –aunque cautelarmente rige un auto de medidas provisionales para regular la custodia, pensiones y visitas– y además suponen un lastre para la carga diaria del Juzgado de Primera Instancia Nº 6 de Ourense, con las competencias en asuntos de familia pero también atareado con cuestiones de jurisdicción voluntaria, incapacidades en una provincia envejecida o herencias. La resolución de este tipo de procesos se complica al tener que decidir sobre custodias de hijos menores cuando entre los progenitores no hay margen de acuerdo. En este caso, son los profesionales del Imelga los que ven ralentizado su ritmo de trabajo ya que, para decidir, deben realizar varias entrevistas e hilvanar un proceso complejo. El subdirector del departamento forense en Ourense, Julio Jiménez, aboga por restringir estas valoraciones a los asuntos de custodias familiares donde exista violencia, dejando el resto de procesos a cargo de peritos privados de parte. La jueza de Familia de Ourense, Laura Guede, aseguraba a FARO que "si entendemos que se trata de una prueba buscada para retardar el proceso, el fiscal y yo no la admitimos".
Los divorcios más conflictivos colapsan el juzgado y al Imelga.