La unidad que agrupa el SAF y el Grupo de Menores (Grume) comenzó a funcionar en Ibiza en 2006http://www.diariodeibiza.es/pitiuses-balears/2013/04/19/detenido-dia-malos-tratos/615735.html
Una mujer acude al Servicio de Atención a la Familia (SAF) del Cuerpo Nacional de Policía
Las denuncias por malos tratos y violencia de género suponen la mayor parte del volumen de trabajo del Servicio de Atención a la Familia (SAF) y del Grupo de Menores (Grume) del Cuerpo Nacional de Policía en Ibiza. Como ejemplo de la importancia que este tipo de delitos tiene basta decir que esta unidad realiza una media de una detención por día por malos tratos.
La cifra resulta todavía más llamativa y alarmante si se tiene en cuenta que el ámbito de actuación de esta unidad se circunscribe únicamente al municipio de Ibiza, por lo que el número de denuncias y detenciones por violencia machista en la isla es aún mayor si se contabilizan los casos tramitados por el Equipo Mujer-Menor (Emume) de la Guardia Civil.
La unidad que agrupa el SAF y el Grupo de Menores (Grume) comenzó a funcionar en Ibiza en 2006. Se ocupa de todos los delitos relacionados con la violencia de género, la violencia en el hogar, los delitos cometidos contra la libertad sexual y contra menores. Esta unidad está integrada por nueve personas: un inspector y ocho agentes, cuatro hombres y cuatro mujeres. Es el único grupo paritario dentro del cuerpo y la labor de las policías es fundamental en los casos de agresiones sexuales. «Todos hemos realizado cursos de violencia contra las mujeres. Nosotros detenemos al agresor, pero son las agentes quienes realizan la entrevista a las víctimas de una violación o a las menores que han sufrido abusos, porque de este modo se sienten más cómodas al relatar los detalles de la agresión», explica el coordinador de la unidad.
Violencia sin lesiones
Para que se produzca una detención no basta con una denuncia. Los agentes señalan que esta se lleva a cabo siempre que hay un parte de lesiones, pero además se realiza un informe preguntando a familiares y vecinos si han oído gritos o tienen constancia de que la persona denunciante estuviera siendo agredida. Si se declara que ha habido una pelea, la Policía Científica se encarga de realizar un reportaje en el que se detallan los signos de violencia hallados en el domicilio. Se recaban también otras pruebas como mensajes con amenazas de muerte enviados a través de teléfonos móviles . «Todo lo que se produce contra la mujer suele ser delito, aunque no haya lesiones, son violencia las amenazas, los empujones, las bofetadas€», recuerdan. Todas esas detenciones que se producen diariamente acaban en juicio, aunque a veces el juez sobresee o archiva algunas por falta de pruebas.
Órdenes de protección
El Cuerpo Nacional de Policía cuenta además con la Unidad de Protección, Asistencia y Prevención (UPAP) que se encarga de hacer cumplir las órdenes de protección emitidas en favor de mujeres agredidas. En Ibiza esta unidad la integran seis agentes que vigilan el cumplimiento de más de un centenar de órdenes.
Para el portavoz del SAF, el año más difícil en materia de violencia de género fue 2008: «Aquel verano hubo muchos casos, éramos menos en la unidad y fue el de la denuncia de agresión sexual de un jeque árabe a una modelo. Las investigaciones por aquel caso siguen abiertas porque, aunque ya se celebró juicio, la denunciante y su madre siguen recurriendo».
Aunque la violencia machista centra buena parte de su trabajo, el SAF-Grume se ocupa de otros delitos como las agresiones sexuales, que se disparan en verano. El portavoz del grupo explica que con frecuencia este tipo de denuncias son falsas y que se da la circunstancia de que el seguro de viaje de algunos turistas contempla indemnizaciones en caso de que sufran ataques violentos. «La media de agresiones sexuales reales es de tres al año», aseguran desde este grupo.
La prevención e investigación de los delitos tecnológicos es también responsabilidad de esta unidad. Aseguran que estos casos van en aumento porque los menores están en contacto con las nuevas tecnologías e incurren en conductas de riesgo como enviar fotos de ellos mismos desnudos o chatear con desconocidos. Para reducir este tipo de actuaciones existen acuerdos entre el Cuerpo Nacional de Policía, el Consell de Eivissa y el Ayuntamiento de este municipio para que dos agentes de esta unidad ofrezcan charlas informativas en los distintos centros educativos.
Los casos más impactantes
De entre todos los casos en los que ha trabajado esta unidad, el que más impactó a los agentes fue el de una joven que en el verano de 2011 permaneció secuestrada por su novio en un coche durante varias horas. «Le dio una paliza que le rompió la mandíbula y dos dientes. No sabía si la iba a matar. Le puso un destornillador en el cuello, pero al final la tiró del coche. Le tomamos declaración en el hospital cuando pudo hablar. Él fue detenido, juzgado y está en prisión, pero nos impactó mucho el estado de la víctima. Quedó tan traumatizada que no podía ni salir a la calle», destaca.
No menos impactante resultó el de una menor, «una niña que denunció con 10 u 11 años, pero que llevaba desde los siete sufriendo agresiones sexuales con penetración por parte de su abuelo».
Los casos cambian, se archivan, se resuelven€ pero nunca desaparecen. En los últimos días el SAF-Grume investiga paralelamente una agresión sexual, un caso de pornografía infantil y dos delitos de violencia machista, a los que se suman la comprobación de los partes de lesiones remitidos desde los centros hospitalarios. Hace apenas unas semanas recibieron la denuncia de un hombre cuya hija había enviado fotografías suyas sin ropa a un novio y ahora cree que este las difunde en el instituto. En este caso se tomó declaración a varios adolescentes, se intervinieron sus teléfonos y se comprobó el tráfico de llamadas y mensajes en los mismos. «Aunque ella enviara esas fotos voluntariamente, difundirlas es un delito contra su intimidad», advierte el policía.
En el SAF señalan que una parte de las denuncias por violencia de género presentadas resultan ser falsas. «Si se presenta un parte de lesiones se dan facilidades a esa persona para regularizar su situación en el país», indican como principal causa de estas situaciones.
Sin embargo, destacan que «más del 60 por ciento» de las agresiones o comportamientos violentos denunciados son reales. No ha sido posible constatar el número total de casos de violencia denunciados en este departamento, ni cuántos de ellos resultaron ser ciertos o conllevaron condenas puesto que el Cuerpo Nacional de Policía se niega a proporcionar datos estadísticos. En cuanto al perfil de los agresores, desde el SAF apuntan que muchos de ellos son inmigrantes que residen en la isla.
Los agentes elaboran un informe en el que incluyen sus consideraciones sobre las circunstancias que rodean el caso, «pero es después el fiscal quien pide que se inste por denuncia falsa si entiende que se ha producido una simulación de delito», indica el inspector.
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