El primero de ellos un caso de violencia, mal llamada de género. Una denuncia de una mujer que denuncia acoso en las redes sociales por un varón. Denuncia amenazas e intimidaciones, ante lo cual el protocolo policial que se aplica en los casos de violencia machista, procede a la localización y detención del supuesto maltratador, que sin pruebas es encerrado en los calabozos el día de Navidad, el 25 de Diciembre. Pero no acaba ahí la injusticia, pues tras la vista provisional, el juez que instruye la causa ordena el ingreso del hombre en prisión.
Fue la titular del Juzgado de lo Penal número dos de Las Palmas de Gran Canaria, quien ha puesto en libertad a la verdadera víctima, y ha condenada a la supuesta víctima y mentirosa de género, a 2 años de prisión, que probablemente ni cumplirá.
- pasó tres meses tras los barrotes fue el hombre a pesar de su inocencia
- La denunciante, por tanto, también deberá abonar 8.000 euros a su expareja por los perjuicios ocasionados. Como si calabozo (butrón), esposamiento, furgón policial (canguro), cárcel (talego, trullo), celda (chabolo), lentísimo paso de los días a la sombra, temor a otros, desajuste psicológico, conciencia personal de injusticia sobre uno mismo, depresión, deshonor... pudieran resarcirse con euros.
- La señora jueza no solo sentencia. Invita a la serena reflexión a través de interrogaciones retóricas: «¿Qué mayores y graves consecuencias» le hubieran acarreado al denunciado la acusación de violencia machista en un caso «delicado y de mucha repercusión social»? ¿Y si la cuarta amenaza “no se hubiera producido durante su detención en comisaría»?
En este otro caso citado en el artículo fuente, es un hombre ecuatoriano, el tachado de violador de una criatura de 10 meses de vida. La bebé entró en el Instituto Anatómico Forense, supuestamente violada por el hombre de nacionalidad ecuatoriana, sin embargo tras la autopsia, el hombre detenido por los Mossos d’Esquadra y vecino de Torroella de Montgrí, fue puesto en libertad. Pero ya había sido tachado de violador en un pueblo de 900 habitantes.
- yace el cuerpo muerto de una niña de diez meses aparentemente violada –presenta heridas en los genitales- y asesinada.
- Tras la autopsia, el joven queda libre: las heridas en los genitales de la niña muerta no se debieron a violación alguna, sino a una extraña infección
El autor del artículo: Nicolás Guerra Aguiar
Fuente:
Cuando la violencia machista no es violencia
https://www.canarias7.es/opinion/firmas/cuando-la-violencia-machista-no-es-violencia-CH4090501
No hay comentarios:
Publicar un comentario