“¡Tienes el mismo carácter que tu padre!”, “¡Gritas igual que tu madre!”,
Del refrán "de tal palo tal astilla", base el artículo sus opiniones. Y es que las consecuencas del ejemplo que trasmitimos a nuestros hijos son tan importantes que numerosos estudios centran más la atención en la conducta por quienes son educados y criados, que por la parte genética o biológica.
Numerosas personas han atribuido la falta de respeto, carencia de valores, y características de comportamiento de las generaciones actuales al cambio tan radical que se produjo desde un momento dado en la forma de comportarse y educar de los padres a los hijos. Más bien incluso podriamos situar este momento con el cambio también producido de una dictadura a una democracia, pues más o menos coíncide, y mucho. Es más, precisamente son las clses medias y altas, en donde más problemas se han producido, pues dado su supuesto nivel de acceso al mundo actual, son quienes más rápido se han visto influenciados por este cambio radical, ya no en la forma de educar, sino en la forma de comportarse y actuar de los adultos.
En ese cambio ha influido en gran medida el fomento de modelo que se ha instaurado desde por ejemplo la rama de la psicología, carente casi de valor décadas atrás. El resultado de una especie de educación "reglada" y "guiada", como correcta desde las instituciones, y la crítica a un modelo de gobernar un país bajo un sistema autoritario, es no otra cosa que el resultado de que muchas familias perdidas también ante tal cambio, y creyendo equivocadas por completo los métodos de educación anteriores, pasasen de la noche a la mañana a tal radical cambio, al igual que la forma de conducir adelante al país.
Evidentemente, no son los que ahora de alguna manera no les queda más remedio que reconocer que tal cambio radical fue precisamente una acierto quienes se atreven a reconocer y asumir dicho error. Pues éstos se mantienen en sus puestos, y rara vez disponen de la capacidad para reconocer errores propios de los que calificarian ahora como de "garrafales".
Todo ésto nos lo cuenta muy bien un juez de menores de Granada, quien sin medias tintas habla claro sobre quienes creyéndose formadores de los demás, se dedicaron a implantar como "correctos" un modelo de educación que se anteponía en todos sus aspectos al anterior. De ahí, que numerosos artículos citen que tal cambio radical ha conllevado el resultado que tenemos hoy en las generaciones de jovenes en cuanto a ciertas conductas, tanto con sus padres, como con profeosres, o en cualquier otro ámbito.
Si a esto le sumamos "la vía libre" para la destrucción de la familia, no tenemos que buscar muchos más motivos, que los habrá, para centrar los básicos en el cambio radical producido. Los hijos necesitan un patrón de conducta, el cual mantega una línea de actuación más o menos recta, en cuenta a su trayectoria, no se confunda dicha rectitud con el carácter autoritario extremo.
Son muy criticados los hijos de padres separados en cuanto por ejemplo al fracaso escolar. No se crítican a éstos en exceso ni se manifiestas tampoco de manera alarmante, la cantidad que existe de estos menores ingresados en centros de protección o acogida. Y es que, en una módelo que se basa en la imposición de la custodia materna tras la separación no conviene resaltar las averias en serie que se manifiestan de forma generalizada bajo la responsabilidad que se otorga al sexo femenino con la educación y formación de los hijos, apartando y relegando al padre al papel de visitante. Los hijos de padres separados en un 90% aproximadamente ahora (poco tiempo atrás mucho más elevado), son criados bajo el entorno materno, son criados por la madre en exclusiva. Por lo cual el texto del artículo original atribuye dicha responsabilidad en la forma de educar a los hijos huérfanos de padre vivo a la figura materna. Y no es que sea la madre pero o mejor que el padre educando, no pretendemos manifestar eso, pero si está claro que con los datos que contamos en la actualidad podemos afirmar de forma clara y contundente que los índices de fracaso escolar, de ingreso en centros de acogida o de menores, o la violencia que ejercen los hijos en el ambiente familiar, proviene de una actitud por parte de la figura materna.
Niños, éstos, que por otro lado se crian en un ambiente en el cual existe un contínuo confrontamiento entre sus dos figuras más importantes en su vida, y fomentado por la autoridades judiciales e institucionales, que en vez de procurar mediar con la intención de reducir cuanto más el conflicto inevitable que se produce cuando dos personas deciden romper una unión, que se producía en la mayoría de los caso,s con la intención de mantenerse de por vida, y en la cual se depositaban todos los esfuerzos de lucha en la vida, realizan todo lo contrario y obligan a estas dos personas a buscarse un "defensor" de sus intereses particulares, y al inicio de una pelea que perdurará hasta el fin de los días, pues en ella la justicia permite que se utilizen a los hijos como arma de destrucción.
Enlaces:
- Javier Urra: “El alcohol, los divorcios mal llevados y la falta de compasión, problemas actuales de la infancia"
- Emilio Calatayud: "Los nini se están convirtiendo en niños maltratadores"
- Educar en igualdad
- ¿La educación nórdica es la mejor del mundo o se trata más bien de un gran error?
Fuente:
Dime cómo educas y te diré que clase de hijo tendrás
http://lamenteesmaravillosa.com/dime-como-educas-y-te-dire-que-clase-de-hijo-tendras/
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