Heather Barwick: “otra mamá jamás podría haber reemplazado al padre que perdí”Las palabras de una mujer que vivió echando de menos a su verdadero padre. Por mucho que intentará simular que la "familia" en la que su madre pretendió que fuese feliz, causaba tal felicidad, a ella misma nunca pudo realmente ocultarse que la realidad de ver a sus iguales con su padre y su madre no le afectaba.
Los hijos de padres separados crecen y se desarrollan en ambientes que muchas veces son similares en algunos aspectos, pues esas segundas familias que a los menores no les queda más remedio que aceptar se convierten en un fuente de lealtad hacía el progenitor que impone tal escenario al menor. Se presenta al menor a un extraño como si este realmente fuese su progenitor, se le induce, cuando no directamente se le dice que es otro papá, otra mamá, y hasta incluso él mismo llega a manifestar que realmente es su padre o madre.
Son los mismos adultos quienes carentes de sentido común o madurez, pretender ocupar un puesto que no les corresponde ni les corresponderá nunca, y que más tarde o más temprano tal hecho falso evidente saldrá de una u otra manera a la luz.
Sin ir más lejos tenemos los casos de niños adoptados, quienes cuando empiezan a desarrollar una mínima madurez comienzan a preguntarse quienes son sus verdaderos progenitores, y por mucho vínculo afectivo que hayan conseguido desarrollar con ellos quienes a éstos aceptan en su casa con toda la buena intención del mundo, se tornan situaciones verdaderamente conflictivas con los que consideraron sus propios hijos, y éstos a su vez sus propios padres. La sangre es la sangre, tenemos no muy atrás el caso de la pequeña Asunta.
Es otro proceso de alienación mediane el cual el propio menor expresa su lealtad a ese nuevo personaje que aparece en su vida, porque (generalmente la madre) un progenitor no entiende que el separarse y romper una relación con el otro progenitor del menor no puede nunca implicar sustituir una figura parental en la vida de un hijo. Por muy mal que la relación hubiera terminado un padre o una madre son insustituibles. Puede que tu padre sea el mayor cabrón del mundo, o puede que tu madre sea la mayor puta del planeta, pero nunca dejarán de ser ni tu padre ni tu madre, aún por muy mal que se hayan portado o te cuenten que lo hayan hecho. Es común que la nueva pareja asuma el concepto que de ese progenitor cuenta y narra su ahora pareja, y bajo un victimismo que se presenta como mal mayor causado sobre el menor, este nuevo actor a quien se utiliza como herramienta de la alienación se sitúe y crea que debe ejercer ese papel de ese otro personaje que pudiera sin conocerle incluso parecersele al mismo Bin Laden. No es novedoso, que normalmente el hombre, vea por sus propios ojos la mentira en la cual se haya imbuido y la trampa en la que ha picado como si fuera un crío de 2 años que con una golosina se le lleva a cualquier parte, y él (habitualmente) mismo se pongo en contacto con ese otro perverso, si existe, progenitor para avisar de lo ocurrido. Pues muchas veces, éste se presenta incluso como fallecido en la escena de la película que siempre superará a la ficción.
No se te olvide amigo, los hijos, lo mismo que de vez en cuando tú te mientes a ti mismo para llevar la carga un poco menos pesada, igualmente no pueden engañarse cuando a solas consigo mismo se encuntran.
Fuente:
Mujer criada por lesbianas escribe carta a comunidad gay: “Sus hijos están sufriendo”
http://www.tiempo.hn/mundo/item/24231-mujer-criada-por-lesbianas-escribe-carta-a-comunidad-gay-%E2%80%9Csus-hijos-estan-sufriendo%E2%80%9D
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