CUSTODIA PATERNA: La justicia olvida a otro padre que perdió la vida por su hija

domingo, 26 de abril de 2015

La justicia olvida a otro padre que perdió la vida por su hija

Domingo, 26 de Abril, 2015
Encontramos el enlace gracias a Emiliano Antonio Medina Martin

Carolina Gayá era la novia de Domingo Expósito Moreno, un padre que murió acribillado a balazos cuando faltaban 3 días para la restitución de su hija a España. Esta orden de restitución fue la segunda que de dictaba por el una juez en Argentina. En la primera la madre de la menor consiguió eludir dicha orden, quedando dicho hecho sin repercusión alguna para la misma, o al menos nosotros no tenemos constancia, y si que tenemos vía hechos de la realidad, noticias para ver que cuando es la madre quien incumple aquí en España el trato en casí benévolo cuando menos (o incluso desde los medios de comunicación se ejerce una campaña de apoyo a la madre y se critica a la justicia), pero sin embargo, cuando es por parte de la familia paterna el incumplimiento, se envía a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a coger al menor por la fuerza con tal apartar al menor de su familia paterna, y aunque el padre como en este caso (Julio- Sueros de Cepeda) resulte asesinado por encargo de la madre (más pútrido o hediondo es el asesinato de Miguel Ángel Salgado Pimentel, en donde anda por medio quien ocupó el cargo de presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas).

Esto no sucedió en España aunque los progenitores y la niña vivían en España y eran españoles, los hechos proceden de Argentina. Nos referimos al lugar en donde mataron al padre de la menor. Los hechos parten de España, es aquí desde donde se produce el secuestro o sustracción parental de la menor, y como en muchos otros casos, muchos, la justicia española se lava las manos y como mucho concede la custodia del menor al padre, creyéndose así cumplir con su cometido como responsables de la Justicia a impartir. Conceden la custodia al padre cuando ya el impedimento de contacto se ha producido a tal escala que los menores se encuentran en otro lugar casi inacessible para el padre, e incluso los menores algunas veces ni siquiera se tiene conocimiento de que continúen con vida, pues se desconoce el lugar a donde fueron sustraidos..

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En el caso de que con suerte el padre consiga conocer el paradero de su hijos, se produce igualmente un impedimento de contacto ante el cual la justicia no quiere saber nada (repetimos que este sucede cuando la acción supuestamente delictiva es cometida por la madre), con lo cual transcurre los tiempos, los años, y sí, puede ser que la justicia mantenga la esperanza al padre de una resolución que ordene la restitución del menor a España (como en este caso, que ante tal hecho asesinaron al padre, y muerto el perro se acabo la rabia), la justicia de los otros países no la que es España se imparte, pero mientras esto sucede pueden transcurrir años, y en los cuales puesto que el menor se encuentra aislado tanto del padre como de la familia paterna y su único contacto proviene del lado de su madre y del entorno que la madre del menor eliga, se produce una manipulación parental que pretende que el fin que persigue la madre se asuma de motu propio por el menor, y asi si en el caso de que llegase esa orden judicial de restitución o toma de contacto del menor con el padre sería el propio menor quien ya asumiría las intenciones de la madre de impedir, cortar y anular la relación paterno-filial.

Respecto del párrafo anterior de vamos a exponer dos ejemplos. Uno, es el actual que ocupa esta entrada, en donde el padre en vista de lo sucedido y previsión de la pérdida de contacto con su hija, y más aún que se produciría esta manipulación parental sobre la niña si el contacto con él quedaba anulado, decidió dar un vuelco completo a su vida y trasladarse hasta Argentina con el fin de evitar la pérdida de contacto con su hija, y el posterior daño que produciría la alienación parental sobre la menor. El resultado es el actual, el padre consiguió no sólo impedir la manipulación de la niña, sino además que la justicia argentina dictaminase la restitución de la menor a su tierra natal, y hasta en dos ocasiones. El otro ejemplo se encuentra (uno de los muchos) en el caso de Emiliano Antonio Medina y su hijo Hugo.
En este segundo ejemplo la madre ante la decisión de Emiliano de no continuar con la relación de pareja decidió secuestrar al menor y al mismo tiempo para ganar precisamente tiempo para sus fines, denunció a traves de la ley de violencia de género al padre (luego se demostró que los hechos no eran ciertos, o sea, otra denuncia falsa de violencia de género) y mientras, consumó la sustracción del pequeño Hugo. Hoy ya han transcurrido más de 4 años desde este hecho, tiempo en el cual Emiliano no ha vuelto a mantener contacto con su hijo. La justicia española se curó en salud concediendo la custodia al padre de un menor sustraído por la madre contra la cual no están dispuestos a actuar dictando una orden a la Interpol por secuestro de un menor. A día de hoy el menor se encuentra manipulado (en grado severo) por la madre, es decir, las intenciones de la madre de impedir, cortar y anular la relación paterno-filial ya se han trasmitido con éxito en Hugo (Emiliano tiene conocimiento de ello por un juez de Perú), vamos, que el odio y rencor de la madre que se produce consecuencia de no aceptar que Emiliano no quisiese continuar conviviendo con ella, se copia y pega en el hijo, y es éste el que ahora reproduce ese odio y rencor hacía su padre, quien como verás desde su blog, anteriormente no sólo mantenía una relación con su hijo envidiable, sino que además fue la figura paterna quien aún conviviendo juntos en pareja se encargaba del cuidado de Hugo. Emiliano ya ha recibido vía "suegra" amenazas de muerte si se le ocurre aparecer por Perú con la intención de retomar el contacto con Hugo.

Recientemente otro padre, a quien de igual forma la justicia española desamparó, ya no sólo al padre, sino a un niño español, Cristian, en este caso, el padre ha conseguido a base de esfuerzo personal y mucho, mucho, dinero, localizar a su hijo yendo el mismo por él, y dado el estado de abandono en el cual mantenía al menor su propia madre, no supuso mucha dificultad (en el momento preciso) acceder a él. Más para no variar, el proceso de alienación parental en el menor ya estaba en marcha y sus consecuencias fueron padecidas por el padre, pero hoy el menor se encuentra no sólo con su padre, sino amparado y protegido, y no nos referimos por desgracia al amparo y protección que debieran prestar el Estado español o la Justicia española, pues ésta procedió de igual forma, a encerrar al padre en un calabozo sin respectar el derecho de este hombre a la presunción de inocencia y con la privación de libertad (calabozo) del padre, permitió vía libre a la madre para miestras, sustraer al menor no sólo de su padre sino de entorno y tierra natal. Miguel Ángel Fernández vive en Torrevieja, y gracias a que pudo mantenerse en pie después de ser sometido al linchamiento judicial español, que le consideró como un maltratador y humilló (aparte de facilitar no sólo la sustracción de su hijo, sino además de después no querer saber absolutamente nada de la suerte de un niño español) logró recuperar a su hijo, quien tenía muchas papeletas en acabar sino mal por una desgracia, como un futuro delincuente.

Podemos continuar exponiéndo otros casos, el de José María López (Lucía vuelve a casa), quien no conoce ni el paradero de su hija padeció igualmente una denuncia falsa (calabozo, etc) y la justicia luego otorgó la custodia de la pequeña Lucía para después la Audiencia Provincial de Albacete decir que ella ya había cumplido con sus obligaciones y que no dictaría una orden a la Interpol para la busca de la pequeña Lucía, el de Jon Barquiel, quien tiene a su hijo en Venezuela (como también Miguel Reyes), o Alberto Encinas que recientemente ha corrido una carrera de 112 kilómetros sin ni siquiera prepararse para ello, pero que la fuerza del querer hacía su hija y el coraje de su persona ha conseguido que terminase su reto y exhibiese las pancartas en busca de pequeña Olivia, ya que la justicia española también se niega a dictar una orden para que la Interpol intente localizar a otra niña española sustraida o secuestrada por su madre.

Nada que ver con Estados Unidos, quien también hace escasos días se ha equivocado con la sustracción por parte de la Interpol de una niña en México, a quien sustrayeron del colegio y secuestraron hasta Estados Unidos para realizar las pruebas de ADN y después llevarse el "chasco" de que la denunciante supuesta madre no era tal. Pero claro todo esto legal, y claro tampoco nos olvidemos que quien supuestamente estaba cometiendo el delito era la figura paterna, y la madre la supuesta víctima.

Metedura de pata de la justicia de Estados Unidos, sí, pero actuando y protegiendo los derechos de sus ciudadanos, y no como aquí en España, que vemos llorar a ex ministros porque después de engañar a sus mujeres son denunciados usando una ley que no sólo es que fue uno de sus creadores, sino que alardea de ser el propio "padre" de la ley, y manifestando anteriormente que todas esas denuncia falsas que seguro se producirían serían un "coste soportable", y éste, ahora resulta que adopta el papel de pobrecito yo, y de víctima, mientras cuando no sólo dispone de todos los medios de comunicación a su alcance, sino también del amparo del Tribunal Supremo, y además, para mayor envilecimiento, mientras miles de hombres son detenidos en sus puestos de trabajo y delante de sus compañeros, o incluso sus hijos, y encerrados en calabozos llenos de orín, pues es el cuarto de baño oficial para su cobijo mientras su caso se encuentra en espera de atenderse por los juzgados de género, el ex ministro habría incluso podido estar con esa querida que tenía consolándose, y de la cual había asegurado anteriormente a la madre de sus hijos (tras la pillada infidelidad y perdón por la madre de sus hijos) que abandonaría a esa mujer. Esa es la palabra que este ex ministro pretende que nuestro Tribunal Supremo crea (o también podemos citar la de cuando anunció que se subsanaría el supuesto error en la votación del año 2005 en la ley del divorcio que afectó en detrimento de la custodia compartida). Lo bueno de todo esto es que este señor o ya señorito, representa a España en Europa, en la actualidad y a pesar de encontrarse denunciado, y dos ocasiones, por la ley de violencia de género y ser del PSOE.

Desde este enlace accedes a más enlaces tanto del caso de Alberto Encinas, como de otros muchos más relacionados con el secuestro o sustracción parental:
- La lentidud de la justicia española cuando el secuestro parental es por la madre