La ley del churro, o del 26-4 sistemático, se está imponiendo en los juzgados de primera instancia de forma automática en contra de las recomendaciones del Supremo (52/2015 de 15 de enero).En el caso de José Bretón se predispuso desde el inicio, tanto a su Señoría como al jurado. Pero es que hay tener presente que era un hombre, y había que mediatizar el asunto y divulgar la supuesta maldad del hombre de antemano.
Esta ley es especialmente cruel cuando se le impone a una madre o padre que intenta defender a un niño/a de un caso de maltrato. Y no olvidemos que son muchos los expertos que alertan sobre la prevalencia de este tipo de maltrato sobre otras modalidades de violencia doméstica. Incluso cuando se llegan a tomar medidas efectivas para frenarlo, la lentitud de la justicia hace que cuando estas llegan, ya sea demasiado tarde. Es en estos casos cuando con mayor razón se puede hablar de MALTRATO INSTITUCIONAL.
Han generado mucha polémica casos como el de José Bretón o la asesina de Mataporquera, pero estos, aunque parezca mentira, no son más que una pequeña muestra de lo que de forma habitual sucede en los juzgados de familia.
En el otro caso que cita el autor del texto no hay más que ver como a pesar de causar la muerte al padre del menor, la justicia por todos los medios ha intentado evitar que el menor se mantuviera al lado de su familia paterna, y a pesar que según la información de las noticias sus abuelos maternos (a quienes la justicia otorgó su guarda y custodia) eran unos desconocidos para el pequeño Julio.
Te citamos otros casos si quieres muy sonados, aunque por supuesto la repercusión mediática no admite comparación alguna con por ejemplo el caso de los hijos de José Bretón.
La asesina de César ahogó a su hijo primero, y después metió su cuerpo en una maleta y la tiró. Se descubrió gracias a que junto a la maleta se encontraba un estuche del menor y la Policía científica desenmascaró los datos del menor ya fallecido y encerrado en la maleta desde hacía dos años. ¿Te suena el caso? Y todo porque a la madre para rehacer su vida sentimental junto a otro hombre su hijo estorbaba a sus planes. Este es un ejemplo de ese tópico de que para las madros los hijos son lo primero. Es otro caso en el que la sistemática machista judicial aplica la custodia materna impuesta sin evaluar siquiera a los progenitores, a la madre se considera que sus actitudes parentales (marentales estará mal dicho) están ya demostradas, y el menor por defecto es declarado huérfano de padre vivo bajo la legalidad que ofrece la sentencia firmada por su Señoría.
Podemos citarte más casos, como el de Miguél Ángel Salgado Pimentel. Otro padres asesinado por la madre de la menor, y todo porque el padre había conseguido la custodia monoparental paterna. ¿Que vería su Señoría para proceder a un cambio de custodia de la merno, resultando ser incluso la madre en este de profesión abogada? Porque además en este caso se encuentra involucrada la que entonces ocupaba el cargo de presidenta del Tribunal Constitucional. En este caso la niña hoy día, no es que haya perdido por completo a su padre, sino que la justicia ha apartado a la menor de su extensa familia paterna, al igual que pretendían con el caso de Julio, en Sueros de Cepeda.
Te dejamos un enlace desde el cual en su interior tenrás acceso a otros ejemplos (a parte del caso personal de esa entrada al asesinato de Domingo Expósito) de otros muchos casos en donde la justicia desampara por completo a los padres de los menores y como consecuencia directa a los hijos):
- La justicia olvida a otro padre que perdió la vida por su hija
Fuente:
Enrique De La Puente Piñar
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