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- Si estudia, hay que mantenerlo hasta los 25
Alcanzará sólo a los que estudien o se capaciten, con la idea de que completen su formación para entrar al mercado laboral. El cambio es parte de la reforma del Código Civil que impulsa la Nación
Cecilia Amadeo
camadeo@diariouno.net.ar
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2012/04/06/nota297543.html
De aprobarse la reforma y unificación del Código Civil y Comercial que impulsa el Ejecutivo nacional, los padres se verán obligados a cumplir con la cuota alimentaria de sus hijos hasta que cumplan los 25 años, es decir, cuatro años más de lo que indica la legislación vigente. La comisión que estudió y propuso las modificaciones se basó, entre otros, en el modelo español.
La semana pasada fue presentado el anteproyecto de reforma y unificación de los códigos Civil y Comercial, el cual trae decenas de cambios que impactarán en la vida cotidiana de los argentinos.
Entre ellos se encuentran los propuestos en los artículos 662 y 663, que extiende de los 21 a los 25 años la edad de los chicos hasta que los progenitores están obligados a brindarles manutención (ver aparte).
En tiempos en los que la adolescencia se vuelve cada vez más tardía y los hijos demoran mucho más en dejar el hogar, la legislación parece ponerse a tono con la realidad.
En el caso del primero de esos artículos, se autoriza al progenitor con quien vive el joven a administrar la cuota alimentaria “porque es quien paga la luz, el gas y otros gastos, los cuales se entienden como alimentos”, explicó a UNO Aída Kemelmajer de Carlucci, ex miembro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza e integrante de la comisión encargada de realizar las reformas. En este caso, los padres o un juez pueden fijar una suma que el hijo percibirá directamente del progenitor no conviviente, en el caso de que los padres estén separados.
En el caso del artículo 663, se extiende el período de manutención de los 21 a los 25, siempre y cuando el chico haya seguido estudiando o se esté capacitando en algún arte u oficio.
Según argumentó Kemelmajer de Carlucci, “es muy difícil que un hijo alcance una formación que le permita trabajar en un mercado siempre exigente antes de la mayoría de edad, especialmente ahora, que ésta se alcanza a los 18 años. Por eso hemos extendido el deber de los padres hasta los 21 años, para que la reforma de la ley ya operada no perjudique a los hijos, y hemos autorizado que la prestación continúe hasta los 25 años, justamente para que puedan incorporarse de modo adecuado a ese mercado laboral”.
La comisión siguió los pasos del modelo español, que entiende que la educación y la instrucción son parte de los alimentos. “La diferencia es que le pusimos un límite fijo –los 25 son una edad más que razonable para terminar una carrera– y pusimos sobre el hijo el peso de probar la viabilidad del pedido (qué estudia, por qué no se recibió)”, agregó.
Evaluación
La psicóloga y abogada especialista en relaciones interpersonales y mediación familiar Dina Federman opinó que se trata de “algo muy positivo, porque es una manera de entender la responsabilidad y porque en realidad somos los adultos los que hemos contribuido a que nuestros chicos sean menos responsables porque les damos todo listo”.
Y agregó: “Desde hace más de 15 años que muchos abogados venimos logrando en los juicios que los padres se hagan cargo de manera voluntaria, con lo cual es una buena noticia que, de aprobarse la reforma, esto sea una obligación”.
De cualquier manera, Federman puso algunos reparos al decir que “tal vez sea difícil de aplicar porque si hoy hay padres que suspenden la cuota una vez que sus hijos cumplen los 18 años y éstos deben iniciar un juicio para lograr que se extienda hasta los 21, tal vez haya dificultades para que siga hasta los 25”.
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