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- Para ser eficaces es necesaria la especialización
Inmaculada Montalbán Huertas, magistrada-juez, deja el Consejo General del Poder Judicial, tras cumplir el tiempo establecido, y vuelve a su puesto en la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (sede de Granada). Atrás quedan cinco años al frente del Observatorio de Violencia Domestica y de Genero del Consejo General del Poder Judicial. Atrás quedan cuatro años de trabajo “estresante”, y lo califico así porque mi experiencia en años de lucha contra la violencia de genero me dice que combatir días tras día la violación de los derechos humanos que es la violencia contra las mujeres es estresante: cada mujer asesinada es un dolor insoportable, cada mujer encadenada a la dominación del hombre hiere profundamente la sensibilidad y la dignidad.
Después de cuatro años de esfuerzos en la lucha contra la violencia de género, ¿Cómo combatirá “el mono” – una clase de “mono” es- de luchar contra la violencia de género?
En mi experiencia, como jueza y presidenta del Observatorio del CGPJ, he llegado a una conclusión muy simple: no hay una solución mágica para erradicar la violencia de género, pero es necesario el compromiso de todos, hombres y mujeres. Estamos en el buen camino. Personalmente, en la medida que pueda contribuir para una sociedad más respetuosa con los derechos humanos de las mujeres, ahí estaré.
No se trata de que haga un resumen de esos cinco años, pero si pudiera “borrar” –olvidar por doloroso- algo de esos cuatro años de su actividad, ¿Qué “borraría”?
Siento el sufrimiento de las mujeres víctimas de la violencia machista y el dolor de sus hijos y familiares. Nuestros estudios recogen la biografía judicial de las asesinadas por la violencia machistas y siempre nos sobrecoge la extrema brutalidad y desprecio que padecieron. Eran mujeres que, en su mayoría, sufrían malos tratos en silencio. Ni el entorno ni el sistema se acercó a ellas para ofrecerles ayuda. Me sobrecoge la soledad y el miedo que padecieron.
Como si fueran titulares para los medios de comunicación y con la autenticidad y sinceridad que la caracteriza –he sido testigo de ello, ¿Qué sentimientos ha tenido ante la actuación de algunos jueces–siempre hay borrones en toda profesión- ante desacatos y ataques a la Ley Integral?
El Defensor del Pueblo, en su informe de 1999, señalaba que la violencia contra la mujer en el ámbito de la familia carecía de interés para el mundo jurídico. Así era y más del ochenta por ciento de las primeras amenazas, coacciones o malos tratos a las esposas quedaban sin sanción. Cuando venimos de una legislación que colocaba a la mujer como menor de edad o incapaz, que limitaba sus derechos a través de la tutela del padre, del marido o de la iglesia, a veces resulta difícil cambiar el paradigma y comprender que no estamos ante un tema “doméstico o privado”, “una reyerta familiar”, sino ante una criminalidad con características específicas, una de ellas la relación asimétrica de dominio y sumisión. Afortunadamente y gracias al esfuerzo de toda la sociedad, espoleada por medios de comunicación y asociaciones de mujeres, hoy día no hay impunidad y contamos con una normativa específica y formación especializada en la materia.
Son muchos y claros los criterios para la actuación judicial ante la violencia de genero que el Consejo General del Poder Judicial ha recordado –con insistencia en estos cuatro años, por ejemplo, la falsedad del Síndrome de Alienación Parental, el “mito de las denuncias falsas, etc., ¿ha sentido desazón por el poco eco -a mi me lo parece- que esos criterios han despertado en algunos jueces?
En mi opinión, las Guías de Criterios de Actuación Judicial que hemos publicado, tienen una gran utilidad para jueces y resto de profesionales del derecho. Sabemos que la última, de julio de este año, se consulta con asiduidad, porque aborda cuestiones prácticas y ofrece las últimas respuestas de los tribunales. Como por ejemplo, la ausencia de efectos del consentimiento de la víctima en el quebrantamiento de la orden de alejamiento del denunciado. Se puede acceder a la Guía a través de nuestra web y otros sitios que también la comparten como el vuestro.
Estoy satisfecha del trabajo realizado. Hemos merecido el reconocimiento de las instituciones europeas, como ejemplo de buenas prácticas y fuente fiable de información. Además, la ley del nuevo Consejo del Poder Judicial ya reconoce expresamente al Observatorio como una competencia de la Comisión de Igualdad. Espero que en el futuro se siga trabajando con la misma intensidad; abordando los grandes retos que vienen de la mano de las diferentes formas de violencia: así como en víctimas especialmente vulnerables, como las sometidas a explotación sexual, violaciones, ablación del clítoris, matrimonios forzosos. Pero sin duda alguna, el gran reto es la educación y cultura en igualdad y en el respecto del otro. Solo trabajando con los jóvenes y adolescentes, interrumpiendo los aprendizajes machistas, podremos prevenir y evitar esta violencia.
- Se ha avanzado en la sensibilización de la sociedad, pero queda mucho por hacer, ¿qué propondría para incrementar esa sensibilización tan necesaria para erradicar la violencia de género y conseguir una sociedad más libre y democrática?
La insistencia del Consejo General del Poder Judicial para que la mujer que sufre violencia de género es clara. He sido crítico con esa insistencia, porque entiendo que la mujer maltratada tenga dudas y reticencias. Dudas ante la efectividad de la acción de la Justicia, dudas ante su propio estado, dudas ante lo que se le viene encima. ¿Cuándo se van a poner en marcha acciones previas para fortalecer a la mujer y que se decida a denunciar?
Si insistimos en la necesidad de denunciar es porque los malos tratos matan. Y no es una frase hecha. Es una de las conclusiones de nuestros estudios. Amenazas o violencia llamadas de “baja intensidad” suelen ser preludios de atentados graves… puede ser del zarandeo a la muerte. La denuncia es el paso previo para activar los mecanismos de protección social y judicial. Es cierto que algunas leyes autonómicas, como la de Cataluña, permite que informes de organismos especializados sirvan para acreditarla y activar los recursos. En esta línea debemos ir; esto es, desvincular la denuncia de la necesaria protección social o económica que necesitan estas mujeres. Fortalecerlas con independencia de que luego denuncien.
La crisis es un factor añadido que agrava la dependencia económica de la mujer respecto del marido. Siempre ha sido un factor que ha podido actuar como obstáculo para aquellas mujeres que no trabajan fuera de casa, donde solo el sueldo de la pareja. Se prefería aguantar la violencia ante la amenaza de no tener recursos económicos para comprar alimentos o llevar a los niños al colegio. Con la crisis económica, ese factor de dependencia se ha agravado por la incertidumbre laboral y económica que afecta a hombres y mujeres. Además, los mensajes que llegan a las mujeres de recortes en ayudas y asistencias también las retraen. No se denuncia si no se tiene una seguridad y confianza de poder vivir con normalidad y mantener los gastos generales. Por ejemplo, aunque pueda parecer liviano, la supresión de las becas de comedor está afectando a mujeres, a lo que se suma la incertidumbre e inestabilidad en el empleo. Comprendo que la época actual es muy difícil, pero espero que los recortes presupuestarios no representen un paso atrás en políticas de apoyo a las mujeres.
- Usted lo ha dicho, y claramente –he sido testigo de ello- que los recortes están afectando a la luchar contra la violencia de género. Y no siempre –he sido testigo personal de ello- esas criticas no han sido bien acogidas por los políticos. ¿Qué les diría a los políticos? Mas aun, ¿Cómo convencería a los políticos que la lucha por erradicar la violencia de genero no es ni de derechas, ni de izquierdas, “de arriba, abajo o el centro?
Creo que es muy importante que los profesionales que intervienen en este ámbito conozcan las causas y características de esta lacra criminal. Me parecen bien todos los dispositivas y medidas que ayuden a las mujeres a salir del círculo de la violencia.
- Hay salida, claro que la hay, ¿Cómo facilitarla?
No le digo adiós, porque estoy convencido que, de un modo u otro, usted estará combatiendo la lacra social de la violencia de genero. Le propongo una pregunta para terminar y no abusar de su tiempo: ¿Qué mensaje deja a la sociedad a la hora de decir adiós en su puesto?
Mensaje: Con el compromiso de todos, mujeres y hombres, podremos eliminar la violencia contra las mujeres.
Con el mensaje final me quedo: el compromiso de todos. A lo dicho sobre el fortalecimiento de la mujer antes de la denuncia, mi aplauso. Y de acuerdo con la satisfacción por el trabajo realizado. Inmaculada Montalbán no va a olvidar jamás esos cinco años dedicados a la lucha contra la violencia sobre la mujer. Y no lo va a hacer porque el sufrimiento ante las agresiones a la mujer por ser mujer es hondo, mucho, e imposible de olvidar. Y será imposible borrar esos cinco años porque el esfuerzo realizado deja huella indeleble. Gracias por su atención a mi petición de unas palabras a modo de despedida.
José Antonio Burriel, periodista y presidente de la Asociación No Más Violencia de Género “José Antonio Burriel”
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