Subraya las diferencias entre la Liga española y la danesaMartes, 29 de Octubre, 2013
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http://www.marca.com/2013/10/25/balonmano/1382696362.html?a=d6b280bcc46d711a9b00279e15014a6f&t=1382977300Milita en el Randers HK danés, en la mejor competición del mundoMacarena Aguilar, la central de la selección española de balonmano, en la que debutó con 19 años y ayer alcanzó la cifra de 500 goles, es una de las internacionales que tras lograr el bronce olímpico en Londres se marchó al extranjero. Milita en el Randers HK danés, en un país donde el balonmano es el deporte rey, y el femenino goza de una situación de privilegio. "Es una sensación muy especial jugar allí, porque la gente empieza a apreciar este deporte desde pequeños", destaca.
En contraste, Macarena opina que aquí el deporte femenino "sigue marginado". La central no se imagina en la liga española pabellones con más de dos mil personas, como ocurre en Dinamarca: "El deporte en España sigue siendo machista", denuncia. No señala únicamente al balonmano. "Si en cualquier disciplina los chicos consiguen un bronce en los Juegos Olímpicos se le da un trato mediático distinto que el que se nos ha dado a nosotras. Por desgracia, jugamos otra liga a pesar de conseguir los mismos títulos".
"Nos teníamos que poner la ropa de los chicos"Privilegiadas
La central manchega habla todo tipo de bondades de su experiencia en el campeonato más fuerte de su deporte. "Cada jugadora tenemos un coche personalizado con nuestro nombre y con nuestra fotográfia (reconoce entre risas que pidió que no se plasmase su imagen en el suyo). Cada partido es una fiesta, no importa el rival al que te enfrentes y el puesto que ocupen en la clasificación. Acaba de ascender el Nikoby Falster y jugar en su pabellón es una locura, no entra un alma", relata la Aguilar, que apunta otra anécdota: "Para jugar contra este equipo, los días antes del partido entrenamos con música a todo volumen porque es lo que nos vamos a encontrar en su pista. Y en general, parte de los entrenamientos se hacen con música para adaptarnos al ambiente de los pabellones".
Gracias a las medallas de las Guerreras, la consideración hacia el balonmano femenino en España ha cambiado en los últimos años, admite Aguilar: "Antes nos teníamos que poner la equipación de los chicos y daba igual como te quedaba. No se miraba la talla. Si tenías que jugar con el número 11, usabas la que te tocaba".
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