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jueves, 8 de mayo de 2014

«Los niños son machistas y las niñas también, son muy posesivos»

Jueves, 8 de Mayo, 2014
Padres e Hijos
El juez de menores Emilio Calatayud desgrana los nuevos delitos que emergen entre los adolescentes
Don Emilio posa vestido de cocinero mientras saca de una sartén su último libro
Es el juez de menores más antiguo de España. Pero Emilio Calatayud no es conocido por eso, sino por sus sentencias ejemplares: ha hecho que jóvenes que infringen las leyes del tráfico acompañen a las patrullas que vigilan las carreteras, ha obligado a niños acomodados a servir a indigentes, ha condenado a un delincuente analfabeto a aprender a leer... Ahora acaba de publicar un libro «Buenas, soy Emilio Calatayud y voy a hablarles de...» (Editorial Alienta). Don Emilio, como se le conoce, revela su lado más íntimo y personal, la enfermedad de su mujer; sus opiniones sobre las contradicciones del sistema judicial, sobre los políticos y legisladores, con afirmaciones tan rotundas como «los jueces no somos los mandos intermedios de una empresa llamada Consejo General del Poder Judicial»....
Desgrana sus treinta años de experiencia como juez de menores en Granada y advierte de los nuevos delitos que emergen entre los adolescentes: los malos tratos de hijos a padres, el ciberacoso, la violencia machista... En definitiva, un libro para padres que desean educar a sus hijos. Y para aquellos que tienen en sus manos mejorar la educación: Don Emilio aboga por un Pacto de Estado por la Educación, «con leyes que tengan sentido común y no sean contradictorias. Una chica de 12 años puede abortar y no puede comprar tabaco, tiene que pedir permiso a sus padres para declarar ante el juez, pero puede comprar la píldora del día después».
—En su nuevo libro hay relatos muy personales. Incluye esbozos de su niñez, su carrera como juez, la larga y dura enfermedad de su mujer... ¿A qué se debe descubrir su lado más íntimo?
—Tenía la necesidad de expresar lo que llevaba dentro y si le puede servir a alguien encantado. La gente conoce a un personaje pero no conoce lo que rodea la vida de ese personaje. Trataba de mostrar que tengo una vida y, por desgracia, he pasado una mala época. Pero hay que seguir hacia delante. Ahora tengo una vida completamente diferente.
—¿A quién dirige este libro con todas sus experiencias y reflexiones?
—A padres y un poco a los chavales, profesores... para que mediten y reflexionen.
—¿Qué es lo más extraordinario que le ha sucedido?
—Continuar siendo feliz y ser juez de menores. Nunca pensé en ser juez, lo hice por tener un sueldo fijo.
—¿En qué consiste educar?
—No lo sé. Es muy complicado, yo doy consejos para ser un delincuente pero para educar y ser buen padre están los psicólogos y educadores. Un poco de sentido de común, cariño, respeto y autoridad. Yo soy el padre de mis hijos y no su colega.
—¿Se educa para toda la vida o se educa durante toda la vida?
—Los padres están educando siempre y siempre aprenden. Eres padre hasta que te mueres, como eres hijo hasta el mismo momento que se muere tu padre, o como yo soy marido hasta el momento que se muere mi mujer.
—Sus sentencias ejemplares tienen un gran valor pedagógico, y también muchísimo sentido común. ¿Es de lo que adolecen los padres españoles?
—Sí. Nos falta sentido común. Pero lo hecho de menos en todo: en la carrera judicial, en los políticos, en los gobernantes, en los padres... Yo soy el primer sorprendido cuando llama la atención algunas de mis reflexiones, como cuando digo que soy el padre de mis hijos y no su amigo.
—Expone en un libro un caso verdaderamente extremo: una niña que lanzó a su madre unas tijeras porque no la dejaba salir de casa ¿Hasta dónde vamos a llegar?
—Hemos pasado de un extremo al otro: del padre autoritario al padre colega. A los chavales no se les habla del artículo 155 del Código Civil donde se dice que deben respetar y obedecer a sus padres. El maltrato de hijos a padres es frecuente, sobre todo, en la clase media y media-alta. Siempre digo que nunca he condenado a un gitano por maltratar a su madre. Y ahora, además, este tipo de maltrato está aumentando entre las niñas. Ellas han copiado lo malo de los chicos: el consumo de alcohol y drogas, las lesiones, la agresividad... Por hacer una comparativa: el chaval es la tecnología de un Seat Panda, las niñas son tecnología japonesa, con más circuitos...
—Aun en casos tan graves, es muy difícil convencer a los padres para que denuncien a sus hijos. ¿Qué le diría usted a esos padres?
—Mi consejo es que si su hijo está haciéndole la vida imposible, falta al colegio, le insulta, le amenaza... póngalo en conocimiento del tutor, educadores, vaya al psicólogo... Pero todo eso es voluntario. Una vez agotada toda la fase de negociación y terapia, si no funciona o si el chico no quiere colaborar y con su comportamiento está convirtiendo la vida familiar en un infierno, denúncielo, porque si no a los 18 años la denuncia es peor. Como menor se puede corregir como mayor puede ir a la cárcel, o le tendrá que echar de casa, pondrá en peligro el matrimonio, a los hermanos... Y a los padres que están juntos les recomiendo que se pongan de acuerdo. Y a los que están separados, el que no tienen la custodia que no moleste porque es muy duro denunciar al hijos pero se sale adelante.
—Usted dice en el libro que está de acuerdo con la propuesta del ex defensor del pueblo andaluz José Chamizo de reeducar a los tiranos infantiles o juveniles cambiándoles de familia durante un tiempo...
—Para que vean otra realidad. Nosotros los sacamos del ambiente familiar y les llevamos a pisos de convivencia como contempla la ley. Chamizo se refiere a antes de que se proceda judicialmente.
—Ciberbullying, sexting... Usted culpa de estas graves prácticas a padres y compañías. ¿Pero no cree que un chaval de 14 o 16 años sabe que eso no se debe hacer porque el dañino?
—No son conscientes del alcance que eso tiene. Una cosa es que sepan que está mal y otra es no saber la repercusión que puede tener. Ahora cualquier pelea se cuelga en las redes sociales y lo sabe todo el mundo. Sería bueno que lo mismo que se hacen móviles para personas mayores se hagan móviles para niños. Y que vayan aumentando las funciones con arreglo a la edad del chaval. El móvil es como una droga y una herramienta para cometer delitos.
—También juzga a adolescentes por violencia de géner0. ¿No hemos avanzado?
—Vamos para atrás. Nos hemos equivocado y no sé en qué. Los niños y niñas son machistas y se han introducido en un lenguaje que no es acorde con su edad. Los niños son machistas y las niñas también, son muy posesivos, no tienen idea de lo que es una amistad y el cariño.Ahora hay una banalización en las relaciones de los chicos que no crea respeto, viven las relaciones demasiado de prisa. A edades muy tempranas están hartos de tener relaciones sexuales.
Enlaces de noticia original:
- «Los niños se creen los sheriff de la casa»
- Las seis virtudes de unos buenos padres

http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20140508/abci-entrevista-juez-calatayud-201403201054.html

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