Si eres capaz de aguantar los enbistes de la justicia tus descendientes un día podrán encontrarte. Podrás ayudarles, pero sólo sí sigues en pie.
No confundas quien es tu contrincante, no se su madre. Es la justicia quien consiente que el odio, rencor, o cualquier otro sentimiento destructivo de la madre (o el padre en algunos casos) te destroze. Si eso que se llama "Juzgado", y a donde acudimos no acturará bajo unos prejuicios hacía el hombre, el padre, tus descendientes no sufrirían la injusticia que se comete contra el padre, en la mayoría de los casos.
Fuente:
Maria Gallego
Himno para un luchador
https://www.youtube.com/watch?v=td_t_scwOR8
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