Un escrito de la hermana de Domingo Expósito Moreno, malagueño asesinado por luchar por la custodia de su hija y evitar que el secuestro parental materno lograse que la menor no quisiese volver a ver a su padre.
Domingo sabía que la justicia tardaría en resolver su asunto, si lo hacía, más tiempo del conveniente, y que con muchas probabilidades, para entonces, no es que la menor fuese ya una víctima de la manipulación parental de la madre, sino que los jueces verían con buenos ojos que África se quedase en Argentina para evitar un nuevo cambio y traslado de la menor. Una excusa para mantener la impuesto custodia materna una vez más.
- La madre que asesinó al padre de su hija cumple la pena de prisión en su caso cuidando de la hija
El texto de Mari Carmen Expósito, la hermana de un verdadero padre coraje:
Domingo Exposito MorenoLa última vez que Domingo pudo comunicarse con su familia:
Ya hace cuatro años os creéis no estoy entre vosotros, todos sois mi voz, todos sois mis sentimientos, pero agradeciendolo con lo que ahora soy un alma pura, no podréis jamás hablar como lo haría yo, aunque si puedo guiar corazones o corazones pueden ser guíados por mi, no se a veces si fui valiente o no, si fui suficiente o no, no se, tengo dudas sobre cuanto más pude hacer por que menos no pude, pero dudas de un ser honesto, un ser humano, un ser que se despide de la vida como pocos pueden, o podrán ni siquiera sentir, menos aún escribir, me fui con un hasta luego, jamás con un hasta siempre, por eso, hasta luego para todos aquellos que me creen, que me apoyan, que me quieren, que me entienden, que siguen por la causa que valió mi vida y muy bien vivida estubo por ella, por que es lo más grande que pude tener. Pero también hasta luego para los que me odian, para los que no me entienden, para los que me asesinaron, para los que no me sienten, es normal, es ley de vida, y yo ya no estoy en ella físicamente, pero si en los corazones, así que para los segundos también hasta luego, por que donde yo estoy no hay odio, no hay rencor, no hay nada que no sea más paz y más justicia que por la que yo dejé la tierra, por que si la justicia la llevaba en el corazón, en la sangre y en la mano con la ley de los jueces, hoy la llevo con la justicia más suprema que hay, y es la del alma. Hasta luego, que sepáis que cada vez que visionais un video yo estoy al lado de vosotros visionandolo también, que si visionais papeles yo también estoy al lado, que si sabéis yo también se lo que sabéis, que quitasteis o tratareis de quitar mi cuerpo de enmedio, pero no me quitasteis a mi jamás, y eso por que pasé por la vida como un hombre justo, sincero, y honesto, así que cuando os miréis al mayor de los jueces ahí abajo, que es vuestro espejo, allí estaré yo también, por que repito un cuerpo desaparece pero la luz y el alma no, y para los que miran a otro lado, mirar de frente sin cumplir su cometido, como yo cumplí el mio con mi vida, para gracias a él, hoy estar en un sitio de paz, estos que miráis repito para otro lado o con la mentira, cada mañana os levantareis a lavaros la cara, y allí estaré yo cuando la levanteis, con paz, con armonía, con amor y con mi ley, la ley que un juez firmo y se ha de cumplir. Mi juez creais o no en el es el único que dicta la única verdad, aquella por la que los humanos, no somos como el, y este juez no deja pasar los siglos sin justicia, así que esto para lo que no hacéis vuestro trabajo o para los que intentáis e intentasteis sacarme la vida. Y para los que me aman, para los que luchan por mi, lo mismo, no tenéis nada que temer, no tengo nada que decir que no sepáis, hacer igual por que repito estoy por igual para ustedes, solo os pido algo que siempre pedí, ser felices y sonreír, por que quiero un hasta luego que dure muchos años en pasar y quiero veros bien aquí arriba, ahí una ley muy sincera y esa ley hará que todo aquel que no cumpla esta ley de arriba algún día lo salude ahí abajo, donde todo arde, como lo malo. Vuestro sufrimiento solo me acercará a desearlos cada vez más allí abajo, y pase por vuestras vidas como un hombre valiente, si les digo que en cada lugar donde miren estoy yo, para vean no me he ido y no me rindo. Ustedes mis seres queridos vivid en paz por que aquí también quiero mirarlos a la cara una última vez. Por que donde yo estoy el juez es el único que dicta perdón sobre los actos de los de allí abajo. Si está mano esta movida por mi o por algo parecido, sepáis los que compartisteis hasta mi último aliento junto a mi, aun yo seguiré moviendo vuestros latidos. la verdad llegará o se romperán todos los espejos de los no justos. Así que se hará más rico el cristalero que el que vuelve la cara a la ley por dinero. Sepáis os quiero aquí no hay cabida para el odio.
Fuente:
Mari Carmen Exposito Moreno
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