Al cumplirse dos años del cese temporal de su convivencia
Así lo asegura la periodista especializada en Familia Real Mariangel Alcázar, que pulica hoy en Lecturas la decisión a la que han llegado la Infanta Elena y Jaime de Marichalar tras este tiempo de reflexión
La infanta vive una etapa muy especial, sobre todo tras ser contratada por Mapfre hace un año como directora de su Fundación.
No hay vuelta atrás. Los duques de Lugo han decidido iniciar los trámites de divorcio cuando están a punto de cumplirse dos años del anuncio del cese temporal de su convivencia. Así lo asegura hoy la periodista Mariangel Alcázar en la revista Lecturas, donde sostiene que la pareja ha visto ‘tras este tiempo de reflexión’ que la reconciliación era imposible.
Así las cosas, la infanta doña Elena y su ex marido han ratificado en las últimas semanas los trámites oportunos para tener el divorcio. Al parecer, la decisión de no hacer efectivo el divorcio hasta ahora ha sido para que sus hijos Felipe Froilán, de 11 años y Victoria Federica, de nueve, ‘fueran asimilando la nueva situación’, según añade la propia Alcázar.
La pareja pone punto y final así a 14 años de matrimonio y dos hijos en común, el principal motivo por el que, al parecer, fijaron el término de ‘cese de la convivencia’ para definir su nuevo estado.
Desde que se informara a los medios en noviembre de 2007 de la decisión de los duques de Lugo de separarse, la infanta doña Elena y Jaime de Marichalar dejaron de vivir bajo el mismo techo.
La primogénita de los Reyes se fue a vivir a un piso de alquiler primero y luego adquirió un piso en la zona residencial del Niño Jesús, si bien el duque de Lugo permaneció en el domicilio conyugal ya que es un inmueble de su propiedad. Según asegura esta revista, durante este proceso no ha habido ‘demandas económicas’ por ninguna parte ya que la pareja se casó con ‘separación de bienes’.
El duque ha hecho frente a sus obligaciones con sus hijos aportando la cantidad de dinero fijada en el acuerdo y ha compartido ‘la custodia y el cuidado’ de los dos pequeños. Felipe y Victoria residen en el domicilio de su madre, pero visitan a su padre muy a menudo, en cuya casa conservan aún sus dos habitaciones.
En cuanto a sus situaciones laborales, la infanta doña Elena estrenó puesto el año pasado como Directora de la Fundación Mapfre, mientras don Jaime continúa siendo –en algunos casos- consejero de algunas importantes empresas.
El gran cambio que se producirá en su nuevo estado civil es que, en cuanto esté divorciado de la madre de sus hijos, no podrá conservar el título de Duque de Lugo. Sí será parte de la familia del Rey –que no Real- por ser el padre de dos de los nietos de los soberanos.
Con esta decisión, se presenta un año especialmente importante en la vida de doña Elena, que será en pocos meses una mujer divorciada y, por tanto, libre, a ojos del mundo y de la ley.
http://mujer.terra.es/muj/corazon/articulo/elena-jaime-marichalar-36857.htm
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