Si es usted un hombre, deje ahora mismo de leer. ¡¡ES UNA ORDEN!!. Esto que viene a continuación es sólo para nosotras. Tú tampoco, reina. He dicho mujeres. Mujeres, mujeres.http://patrulladesalvacion.com/2013/02/23/vagina-lit-el-nuevo-feminismo-1a-parte/
Leo libros porque soy una cotilla, porque quiero saber todo lo que soy. Y para ello -no ha más remedio- necesito saber cómo son los otros y las otras. Tras más de 55 años leyendo creo tener una idea aproximada de cómo soy, pero puedo estar engañada. Por eso sigo leyendo. Después de tanto tiempo he llegado a unas pocas conclusiones. La principal es que toda persona es capaz de lo mejor y de lo peor. También he aprendido que el ser humano más inteligente puede ser profundamente idiota en determinadas facetas de su vida. De esto último, entre las mujeres, hay ejemplos más claros que entre los hombres. Más claros porque las cotas de inteligencia y necedad alcanzan más altura y profundidad entre el género femenino. Ellos son más planos, en esto y en lo demás. La misma persona que tuvo la inteligencia para escribir Mrs. Dollaway fue luego lo suficientemente estúpida como para suicidarse. Cuando quiero comprobar hasta dónde puede llegar la inteligencia de una persona, leo los libros de Virginia Woolf o los de Marguerite Yourcenar. Si lo que necesito es verificar mi sospecha de que la estupidez de la raza humana puede alcanzar simas abismales, leo las revistas femeninas (Telva, Vogue, Yo dona, Cosmopolitan, …) [No se equivoquen, las revistas del corazón -como el porno duro- son mucho más honestas] Las revistas femeninas proyectan una retrato de la mujer actual que me interesa mucho. Las mujeres también somos así. Puede que hace 30 años no lo fuéramos, pero a base de intoxicarnos con estas revistas mayormente, pero también con TV y cine malo, hemos acabado siendo así. Esta mañana leía yo una de esas magazines, “S moda“, suplemento de El País, y me encontré con un artículo (aquí) que con el título de “Antigurús con faldas”, con el subtítulo de “Guía de lectura para la mujer moderna”, y firmado por Begoña Gómez Urzaiz, nos habla de la oleada de libros que llegarán en las próximas fechas sobre el nuevo feminismo. ¿Feminismo? me pregunta incrédula mi amiga Daphne. Si, mona, feminismo otra vez.
MANIFIESTO DE LA PATRULLA DE SALVACIÓN
Antes de continuar con este “post”, queremos hacer una declaración de principios. Reunido el plenario y avalado por la firmas del comité central (Daphne, Samantha, Josephine y la sargento Margaret), la Patrulla de Salvación manifiesta que hoy, en el año decimo tercero del siglo XXI, declararse feminista en un país democrático y desarrollado es la mayor estupidez que puede salir por la boca de una mujer inteligente.
Ser feminista ahora en España es como ser nacionalista en el País Vasco o en Cataluña. El nacionalismo, hoy, cuando los habitantes de algunas autonomías llamadas históricas tienen incluso más derechos que los que simplemente son españoles y, por ejemplo, murcianos, se basa en esencia en alimentar la autocompasión del votante. Algo tan sencillo como lo siguiente: “¿No estás contento con tu vida? La culpa es del estado central. Vótame y defenderé tus derechos”.
Yo, de niña, cuando suspendía Matemáticas, solía -como muchos otros- decir: “Es que el profesor me tiene manía”. Pues eso.
El feminismo, hoy, lo mismo: ¿No eres feliz? ¿La ansiedad te araña las entrañas? ¿No encuentras en la vida lo que te habían prometido? Tranquila, tú no puedes hacer nada. Las mujeres estamos marginadas por el simple hecho de serlo. Puedes seguir regodeándote en la auto conmiseración. Su subconsciente, queridas amigas, seguro que reconoce el mensaje.
En su día sí tuvo sentido la lucha por los derechos de la mujer -de hecho, nosotras estuvimos en las trincheras, en primera fila- pero hoy todo aquello por lo que se peleó se ha conseguido. Sólo queda una pequeña parcela por resolver. Me refiero al acceso a los puestos de dirección de las grandes empresas y a los salarios desiguales que ganan las pocas mujeres que llegan a ocupar esos despachos. Pero eso afecta a no más de 50 mujeres en España. El resto ya está conquistado. Hoy hay que luchar por los derechos del ciudadano (hombre y mujer), punto. ¿Que sigue habiendo muchos machistas? Claro, también hay muchos subnormales y más maleducados. Pero hoy tenemos el código civil y el penal para darles en las narices.
Fdo: Patrulla de Salvación.
Acabado el manifiesto continuamos con el “post”.
Seguimos escribiendo, publicando, comprando y leyendo libros feministas, pero no porque se mantenga la desigualdad. Se hace porque continua siendo negocio. Y hay negocio porque hay compradoras. Es más agradable quedarse en casa, tumbada en el sofá lamiéndose las heridas y leyendo uno de estos libros que nos cuentan las “paradojas que supone ser mujer en estos días” [Nótese que hoy, en lugar de injusticias, se habla de "paradojas"], en lugar de echarse a la calle a luchar por mejorar nuestras vidas -como debe hacer todo hijo de vecino-. Preferimos que nos doren la píldora y nos pasen la mano por el lomo a enfrentar, con un par, la realidad.
VAGINA-LIT
Pero hoy -precisamente porque ya no hay que luchar por nada- los libros teóricamente rigurosos y basados en cifras y datos reales, al estilo de los escritos por las viejas glorias del feminismo tipo Simone de Beauvoir, aburren y se venden poco. Por ello la industria editorial -no se la puede dejar sola ni un momento- ha actualizado el producto. Igual que la chick-lit y la nueva novela erótica para mamas no son más que la puesta al día de la novela romántica, la Vagina-lit es una modernización y una amenización (si se me permite la expresión) de la vieja teórica feminista.
[NOTA: A falta de nombre hemos bautizado este nuevo "género" como Vagina-lit con base en el ya célebre test que Caitlin Morán, una de las autoras más vendedoras (400.000 ejemplares en 16 países), propone para saber si eres feminista o no:
"Mete la mano en tus pantalones:¡Toma castaña!
a) ¿Tienes una vagina?
b) ¿Quieres mandar sobre ella?
Si la respuesta a las preguntas a) y b) es sí, entonces eres feminista".]
La Vagina-lit tiene por bandera el humorismo. Dicen que hay que denunciar las “paradojas” de ser mujer pero con una sonrisa. es decir: divertir antes que informar. Por eso muchas de sus autoras parecen más payasas que intelectuales.
Se considera que la madre de este nuevo “género” es la recientemente fallecida (26/06/12) escritora, periodista y directora de cine Nora Ephron. Y se pone como ejemplo el ensayo sobre desodorantes vaginales que primero (1973) apareció en la revista Esquire con el título “Dealing With the, Uh, Problem,” y que luego (1975) se incluyó en “Crazy Salad“.
“Sus fabricantes (los del desodorante íntimo) se han aprovechado de la revolución sexual para vender algo que conlleva el mensaje implícito de que el sexo es algo sucio y hediondo.”Y citaba el anuncio de la TV americana de los años 60´s en que durante una reunión de amigos todos se apartaban de una mujer llamada Ann por tener un problema de “olor vaginal”. Después de usar el desodorante “Norform” Ann se convertía en la reina de la fiesta. No quiero pensar en cómo terminaba la fiesta. El anuncio sólo tenía 30 segundos.
Hace 40 años los libros de la Ephron se vendieron como churros. Pero que hoy sigan funcionando las mismas chorradas dice muy poco de nosotras.
Dejar en evidencia el oportunismo de Nora Ephron es fácil. ¿No podrían entonces -si la denuncia de Ephron fuera cierta- los calvos acusar a los fabricantes de crecepelo de atentar con su publicidad contra su autoestima y de abocarlos al suicidio?
Igual que El diario de Bridget Jones de Helen Fielding inauguró y sirvió de referente para la Chick-lit, Cómo ser una mujer (video de You Tube), de Caitlin Moran, es la piedra angular sobre la que se edifica en nuevo montaje editorial que nosotras hemos bautizado como Vagina-lit.
How to be a woman, de Caitlin Moran, se publicó en marzo del año pasado y ha sido un gran éxito. Aquí lo va a editar Anagrama. Sí, no me he equivocado. No quería decir “Alfaguara”. Lo he escrito bien: Anagrama.
Otros libros de la Vagina-lit son:
Not That Kind of Girl, de Lena Dunham (Random House Mondadori)
I Was Told There’d Be Cake, de Sloane Crosley
Be Awesome: Modern Life for Modern Ladies, de Hadley Freeman (sale en abril)
Bossypants, de Tina Frey.
And the Heart Says Whatever, de Emily Gould.
I don´t Care About Your Band, de Julie Klausner.
Cómo debe ser una persona, de Sheila Heti (La publica en español Alpha Decay en marzo)
La Tienda y la Vida, de la española Isabel Sucunza (Blackie Books, 2012).
Hemos leído (en inglés) “How to be a Woman”, de Caitlin Moran, y estamos en vías de conseguir algunos de los libros de la lista de arriba. En los próximos capítulos de este docudrama (que aún no tienen fecha) les comentaremos más…
Termino con una reflexión: A mí también me jode (bueno, me jodía) tener la regla todos los meses, pero no le echo, por ello, la culpa de todos mis problemas a los hombres.
Reunión de los lunes
miércoles, 27 de marzo de 2013
VAGINA-LIT. El nuevo feminismo. (1ª parte)
Miércoles, 27 de Marzo, 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario