CUSTODIA PATERNA: «Fui a pedirle que dejara en paz a mi hija y recibí una patada en el estómago»

viernes, 18 de octubre de 2013

«Fui a pedirle que dejara en paz a mi hija y recibí una patada en el estómago»

Viernes, 18 de Octubre, 2013

El padre de la menor acosada en Sama afirma que «no quería darle una paliza» al hombre que la molestaba: «Pero tuve que defenderme y me pudieron los nervios»

Da una paliza a un joven que enviaba mensajes eróticos a su hija de 11 años y avisa a la policía

Una menor, en una imagen de archivo

«Mi intención nunca fue agredirle, sino pedirle que la dejase en paz, pero tuve que defenderme», explicó ayer a EL COMERCIO el padre de la menor de Sama de Langreo acosada por un hombre de 42 años, un gijonés afincado en Langreo. El progenitor fue detenido tras darle una paliza al ya imputado por corrupción de menores. Tras conocer la terrible experiencia que estaba sufriendo su hija, de once años, se citó el lunes por la tarde con el hombre, sobre las ocho y media, en el entorno de la estación de Renfe de Sama y así se lo comunicó al Cuerpo Nacional de Policía a través de una llamada al 091. Minutos antes de la aparición de los agentes, los dos, que se conocían de vista al frecuentar el hombre el establecimiento que regenta la madre de la niña, se encontraron en el lugar.

Se inició una «tensa» conversación en la que el padre de la menor le pidió que la dejase tranquila. «Le dije que estaba denunciado en la Policía, aunque todavía no lo había hecho, y me exigió que quitase la denuncia. Como me negaba, me dio una patada muy fuerte en el estómago y comencé a defenderme con la cachaba que llevaba». «No tenía intención de darle una paliza; solo defenderme, pero me pudieron los nervios», matiza el padre de la menor.

En esos momentos, el padre empezó a golpear al acosador de su hija, que ya había reconocido ser el autor de los mensajes eróticos que estaba recibiendo la menor. Ayer, el progenitor reconocía: «Me arrepiento de haberle golpeado, estaba muy nervioso y solo pensaba en lo que estaba sufriendo mi hija».

Debido a la agresión, el herido -que trabaja de forma esporádica repartiendo publicidad en Langreo- presentaba varias fracturas y contusiones en cabeza y rostro, por lo que fue trasladado al hospital comarcal Valle del Nalón. Previamente, reconocía ante la Policía ser el autor de los mensajes de contenido sexual que había recibido la niña en el teléfono móvil, pero insistía en que era la primera vez que lo hacía y que estaba arrepentido. Los agentes le imputaron un delito de corrupción de menores y, tras prestar declaración, fue puesto a disposición judicial.

Al llegar la Policía, les entregó el teléfono de su hija (que ya está siendo investigado, así como el de su acosador) y la cachaba con la que se «había defendido». También fue imputado, pero, en su caso, por un delito de lesiones graves. Con el fin de aclarar los hechos, los efectivos tomaron, además, declaración a varios testigos directos de la agresión. El acosador puede presentar algún tipo de enfermedad mental, según han indicado personas que lo conocen.

Apoyo vecinal

Este suceso tuvo una gran repercusión en las redes sociales, principalmente a través de una conocida página web, donde decenas de vecinos de Langreo y del valle del Nalón comenzaron a mostrar su apoyo al padre de la niña. Los mensajes continuaron en el día de ayer. Incluso se llegó a hablar de organizar una quedada de apoyo a la familia y recaudar dinero si el juez le impusiese una cuantiosa sanción económica. El padre de la niña agradeció tanto a sus vecinos como a la Policía el trato recibido ante este suceso que, repitió, «nunca quise que sucediese».