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domingo, 27 de abril de 2014

Falsas denuncias separan padres de hijos

Domingo, 27 de Abril, 2014
 Uruguay
 FACEBOOK de  Todo por Nuestros Hijos
Progenitores que no pueden ver a sus niños se encadenaron ayer en los juzgados de Familia. Un juez reconoció que la mayoría de las denuncias que originan la separación no pueden comprobarse.
La protesta de varios papás desesperados, en las puertas de los Tribunales de Familia de esta ciudad.(Marcelo Rolland / Los Andes)
Ignacio de la Rosa
Cuatro, cinco y hasta diez años de lenta agonía y de pasar los días cual presos, tachándolos mientras van consumiéndose, aunque con el agravante de no saber cuándo va a llegar a su fin esa espera.
Así transcurre la vida de las más de 60 personas que integran la organización Padres de la Guarda, y que está integrada en su mayoría por padres que fueron separados de sus hijos por medio de una decisión judicial, luego de que las madres los denunciaran por agresiones (inexistentes, según ellos mismos aclaran).
Durante la mañana de ayer, cinco de estos padres desesperados se encadenaron en la puerta de los Juzgados de Minoridad y Familia (Montevideo y Mitre, de Ciudad) mientras otro grupo se concentró en la puerta del lugar reclamando mayor celeridad en los procesos judiciales, ya que mientras se extienden los chicos son separados de sus progenitores y no tienen ni siquiera la posibilidad de verlos.
"La Justicia tiene sus tiempos, pero mientras pasa, nosotros no podemos ver a nuestros hijos. Y no te podés defender. Acá no existe la presunción de inocencia, por lo que somos todos culpables hasta que se demuestre lo contrario", destacó Guillermo Sotelo, uno de los padres que se manifestó y que hace cinco años no ve a su hijo.
"Soy un zombie, así me siento. No hay Justicia, no podés creer en nada. Pero seguís luchando y no bajás los brazos", agregó el hombre, quien indicó que pese a ser 60 los miembros fijos de la agrupación, hay más de 2.000 padres, abuelos y abuelas en la provincia que padecen esta situación y se ven obligados a alejarse de sus niños.
"Las madres no cumplen con el régimen de visitas y cuando finalmente se desestima y rechaza la denuncia, ya tu hijo no te reconoce ni se acuerda de vos", agregó otro de los padres autoconvocados, Lucas Tripe Aveni.
Por su parte, el juez de familia Carlos Neirotti reconoció a Los Andes que -por lo general- las denuncias presentadas por las madres vinculadas a agresiones o abusos sexuales contra niños "en la mayoría de los casos no se logran comprobar", por lo que se terminan desestimando o rechazando.
"Lamentablemente se va tiempo en esto, es cierto. Pero si te dicen que un hombre abusó de un chico, hay que abrir los ojos e investigar. No se puede mirar para otro lado y desestimarlo desde un principio", dijo el magistrado. Además, recomendó a los padres que se encuentran en esta situación -y a sus abogados- recurrir a otras herramientas judiciales para que la separación de sus hijos no sea total mientras dure el proceso.
"Si se incumple -por ejemplo- el régimen de visitas, existen condenas pecuniarias, que consisten en que la madre que no lo respete tenga que pagar un monto de dinero por cada día de incumplimiento. Además, recientemente se aprobó por ley la creación Casas de Punto de Encuentro (ver aparte). Es la creación de espacios monitoreados por profesionales y acondicionados para que no se interrumpa el contacto entre los progenitores y los chicos mientras dure el proceso. Y para recuperar el contacto en caso de que se haya roto", destacó Neirotti.
"No siempre es culpa de los jueces que se demore tanto tiempo y que en ese lapso se interrumpa el vínculo. Los abogados también tienen que ver y hacer uso de todos los recursos y alternativas disponibles", agregó.

Encadenados por sus hijos

Ya es una postal, tan triste como tradicional. Una vez por mes, un grupo de los Padres de la Guarda se da cita en la esquina de Montevideo y Mitre, despliegan banderas y afiches con sus consignas y piden a viva voz algo tan elemental como poder ver a sus hijos.
"No tenemos contención de la justicia, y ésta no tiene celeridad. Hay padres que no ven a sus hijos desde hace diez años. Yo al mío no lo veo hace cinco. Y vas a las fiscalías y no te dan bola, la asesora no te escucha. Todo por falsas denuncias", se lamentó en el lugar Sotelo, una de las víctimas de esta situación.
Según destacó, todos los padres que integran el grupo han sido víctimas de alguna falsa denuncia: "Son casos en que la mujer está con el chico y se ha separado del padre. Entonces van a la Justicia a denunciar que somos violentos o que las golpeamos. Y la Justicia, de inmediato, nos separa del rol de padre sin siquiera darnos derecho a réplica. Son chicaneos que sirven para alejarnos de nuestros hijos, un mecanismo muy perverso".
El problema que viven estos hombres es que, una vez radicada la denuncia y concretada la orden de aislar al padre de su hijo, transcurren varios años hasta que se comprueba -o no- la acusación. "A veces pasa tanto tiempo que el niño creció sin conocer a su padre o se olvidó de él. Ya no lo reconoce como tal", agregó preocupado Mauricio Toledo, otro de los integrantes del grupo que ya llevan tres años y medio reclamando juntos: "No hemos tenido ninguna respuesta en todo este tipo. Son años que siguen pasando. No existimos".
Otro inconveniente con el que deben convivir, según acusan, es el incumplimiento del régimen de visitas. "Los jueces establecen horarios, pero cuando vamos no están o no abren la puerta las madres. Entonces no los ves nunca y tus hijos te olvidan. Ante esto, lo único que se nos dice es que no pueden hacer nada", continuó Sotelo, quien indicó que en los últimos cinco años apenas vio "un par de veces" a su hijo: en la escuela y en un acto.
Por su parte, Diego Vera lleva más de un año sin ver a su hijo. "La última vez que lo vi tenía dos meses. Ahora tiene un año y medio y no sé qué hacer", agregó.
Sara Quiroga está entre las abuelas que integran el grupo. Su nieto tiene 7 años y es el protagonista de un caso inédito que publicó Los Andes hace unos días: la Corte ordenó que el niño tenga un abogado especial mientras se extienda el proceso judicial en el que se encuentran sus padres y que se originó, precisamente, en una falsa denuncia por abuso sexual que efectuó la madre del pequeño en contra del padre.
La mujer es la abuela paterna del niño y no ocultó su bronca y preocupación. "Mi nieto no tiene quién lo defienda. Ahora está viviendo con la madre y su familia, pero me han comentado que ya dejó de ir a la escuela. Ella no puede cumplir el rol de madre, es muy manipuladora. Y tampoco cumplen el régimen de visitas", denunció.

Denuncias no comprobables

"No son muy comunes estas denuncias, pero tal vez no se denuncian todos los casos. A la Justicia llegan pocas y cada caso tiene mucha resonancia, tanto en los juzgados como en lo social. Desgraciadamente la mayoría de las denuncias que ingresan no se pueden comprobar. Ni con audiencias, ni con psicólogos, ni con cámaras Gesell, por lo que se desestiman. Aunque eso no significa que sean falsas", explicó el juez Neirotti.
El magistrado reconoció que muchos progenitores (de ambos sexos) y abogados recurren a ese mecanismo para separar a uno de ellos de los chicos, lograr la desvinculación en el tiempo y dilatar el proceso.
"A veces son denuncias justificadas o injustificadas y siempre están vinculadas a maltratos o abusos, abandono o la misma negativa de los niños a querer tener trato con el padre. Es una realidad que en la investigación de esa denuncia se va el tiempo y todos somos partes de ese sistema: jueces y abogados. Hay expedientes que se tienen que ejecutar y son a veces los abogados los que no lo hacen tampoco", se defendió el magistrado.
Algunas alternativas disponibles dentro del sistema judicial para no perder el vínculo con los niños cuando se dicta una orden de restricción son las terapias de vinculación o revinculación (para que el niño no desconozca a su padre) y las ejecuciones de regímenes de visita.
"Hay condenas y penas de tipo pecuniarias. En ese caso, si la madre no respeta el régimen de visitas, por ejemplo, se la puede denunciar y debe pagar un monto de dinero por cada día en que incumplió. El problema es que no se pide que se ejecuten esos mecanismos", lamentó Neirotti.
http://www.losandes.com.ar/notas/2014/4/25/falsas-denuncias-separan-padres-hijos-781527.asp

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