Discriminación positiva y distinto rasero

Es muy habitual oír a los afectados por los juzgados de familia, la discriminación fortísima que sufren en razón a su paternidqad. Fuera de toda duda la mal llamada discriminación positiva (¿Puede ser positivo discriminar?) de la que creemos que con razón hay muchas quejas.
 Queremos aprovechar la ocasión de las recientes noticias sobre el ébola y los afectados españoles para visualizar que este distinto trato, tanto legal como sobre todo informativo, se da en los más diversos aspectos y en todos ellos reprobables.
 Es curioso como la mal llamada progresía se ha lanzado en tromba contra Miguel Pajares, un español irrelevante y desconocido del gran público; pero tuvo la desgracia de contraer el ébola y ha saltado a la prensa a primera plana. Y la sorpresa de ver como los que más alardean de los derechos humanos, los que se preocupan sin medida de la frontera de Melilla, todas estas personas que se les presupone una sensibilidad especial y deseable discriminan a este "pobre anciano" que ha dedicado toda su vida a la caridad a la entrega real y física a personas necesitadas. A el le negamos el derecho a la salud ( en España tiene mil veces más posibilidades de superar la enfermedad, frente a áfrica que ni siquiera podrían hacerle diálisis en un fallo renal por ejemplo), a sus 75 años no pocos compatriotas denostan la decisión de traerle a su país y lo más rastrero, el coste de hacerlo.

 Entristece ver como el miedo al contagio nos hace aflorar lo peor de nosotros, el egoismo etc. Ha llegado al extremo de poder leer en la prensa:
La orden San Juan de Dios asumirá los costes de la repatriación del religioso contagiado de ébola

http://www.expansion.com/2014/08/07/entorno/1407398572.html

 Y ahí está la explicación, es que es cura, es católico y al parecer "al enemigo ni agua". Esa progresía que se sintió obligada a pedir perdon por una viñetas hechas en Dinamarca sobre Mahoma al tiempo que el Canal+ programaba el documental "Como asar un cristo" . Estos mismos ahora hablan de coste económico de este hecho. ¿Donde estaban las quejas en los más de 11.000.000 € pagados por el secuestro de cooperantes españoles? ¿Una sola de sus organizaciones ha pagado ese coste? ¿Alguien se lo ha reclamado? Y no ponemos en cuestión esos pagos lo que nos hace sentirnos solidarios con Miguel es la fortísima discriminación que sufre por ser sacerdote y católico. 

 Desde CUSTODIA PATERNA no podemos más que desearte, Miguel, la más pronta y total recuperación y que a tus 75 años sigas siendo quien eres, alguien entregado a los demás. Pocos como aquellos que son discriminados pueden tener la sensibilidad que nosotros tenemos ante estas discriminaciones