Resalta la posición prevalente del ex ministro frente a miles de hombres y padres denunciados por la misma ley, y cuyas consecuencias desde el primer instante de la denuncias han resultado muy distintas para el resto de su vida.
Este señor continúa su vida tal cual. La falsa apariencia intenta reflejar que su baja en el PSOE por un lado justifica al PSOE, pero no es así. Sigue estando a las órdenes del PSOE, no sabemos por cuánto tiempo, porque se ha convertido en el mejor medio de difusión para que aquello que el feminismo y el propio PSOE se empeñan en mantener oculto salga a la luz sin medias tintas. Dos se lleva nada menos, y vemos al ex ministro bajo los lamentos y quejas por unas consecuencias mínimas hacía su persona, pero sin embargo muy graves para con sus dos hijos pequeños.
Quién sabe si un día estos dos niños ya durante su etapa adulta sino se consigue derogar dicha ley no sufren y padecen las consecuencias de una ley que aplica un protocolo judicial que maltrata y humilla a los hombres desde el comienzo de la denuncia. A López Aguilar no fue a buscarle la Policía Nacional o la Guardia Civil a su puesto de trabajo y salió del mismo engrilletado por las autoridades, pero sus hijos tienen muchas posibilicades de que les suceda. Al igual que después de tal maltrato, ser encerrados y privados de libertad alguna sin el respecto al derecho de la presunción de inocencia en un calabozo.
Es injusto para cualquier persona sufrir las consecuencias de maltrato que este ley crea, pero al igual es también injusto que este señor no pase por las mismas condiciones a las que son sometidos miles de hombres y sus familias al ver como a su hijos, hermanos, primos, ... se les condena por el hecho único de nacer varón. No existe igualdad en esta democracia, y lo más penoso es que además se nos refriega por las narices como si de algo normal se tratase. Están juzgando a una Infanta y a diario se ha pedido el mismo trato por la justicia como para cualquier otra persona, pero sin embargo vemos que para ciertos personajes publicos este hecho se olvida, y para no tener la más mínima importancia.
Y para colmo se muestra como una víctima, y lo es. Pero al comparar los privilegios de que ha gozado frente a otros muchos miles de hombres, más debería de guardar silencia y no llorar tanto por su injusta situación. Vemos a hombres a diario que salen de los calabozos en situaciones más lamentables, y no adquieren esa actitud de victimismo y debilidad que se contradice con su comportamiento habitual.
Fuente:
Nunca una denuncia por maltrato fue más denunciada y maltratada
http://www.libertaddigital.com/opinion/federico-jimenez-losantos/nunca-una-denuncia-por-maltrato-fue-mas-denunciada-y-maltratada-75328/
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