CUSTODIA PATERNA: 'Le cortó la tráquea para que no gritara y se ensañó con ella con 82 puñaladas'

martes, 13 de diciembre de 2011

'Le cortó la tráquea para que no gritara y se ensañó con ella con 82 puñaladas'

Martes, 13 de Diciembre, 2011

La voz de Sergio González, acusado de haber apuñalado a su ex pareja, Ivana Sanz, no se ha escuchado en la Sala de Audiencia madrileña donde este martes ha comenzado el juicio. El retraso en la constitución del jurado popular lo ha impedido.
Quienes sí se han expresado con meridiana claridad son los portavoces de la acusación -ejercida por el fiscal, la acusación popular y dos acusaciones particulares- quienes consideran que "Sergio cortó la traquea a Ivana para que no gritará y se ensañó con ella con 82 puñaladas".
Todo sucedió hace ahora casi dos años, el 22 de enero de 2010, en Brunete. Ese día, según la versión del fiscal, el acusado la mató "con sufrimiento innecesario y desmedido".
La defensa, por su parte, considera que Sergio sufre un trastorno mental grave y que la difunta le indujo a consumir drogas, por lo que pide que se le exima completamente de responsabilidad y se le ingrese en un centro sanitario para curar sus dolencias.
Al respecto, el fiscal responde que los informes forenses acreditan que el consumo de drogas no afectó a su capacidad para obrar libremente y que es capaz de distinguir perfectamente el bien del mal.
Además, la acusación aporta como datos relevantes que Sergio González tiene dos sentencias condenatorias anteriores. La primera, por violencia de género contra su esposa, de la que estaba separado, tras lo cual conoció a Ivana. La otra, por intentar atropellar a sus ex suegros.
La acusación popular solicita par el acusado 25 años de cárcel por asesinato con alevosía y ensañamiento.

Puñaladas por todo el cuerpo
La muerte de Ivana se produjo el 21 de enero de 2010 cuando su ex novio acudió a su domicilio, en la calle Cardeñas de Brunete y la atacó con un arma blanca, produciéndole una herida.
La víctima consiguió zafarse de su agresor y abrir la puerta de su piso para pedir socorro, momento en que el acusado se lo impidió, tirándola al suelo y apuñalándola hasta en 82 ocasiones con diferentes armas cortantes.
Ivana sufrió heridas por diversas partes del cuerpo, nueve de ellas en el cuello, seis en la cabeza y cara y 20 en el tórax; una de las puñaladas le atravesó el corazón, provocándole la muerte inmediata.
La mujer, de 37 años, estaba divorciada y vivía con sus dos hijas, de 10 y 11 años de edad, de quienes tenía la guardia y custodia compartida con el padre de las menores.