Si atendemos a los anuncios, el dolor de cabeza, los ojos irritados, la piel seca, el pelo dañado, la piel arrugada e incluso las hemorroides son patrimonio exclusivo de las féminas. La publicidad nos hace enfermas. Pero estamos tan acostumbradas que ni nos lo tomamos a malhttp://www.elcorreo.com/bizkaia/sociedad/201406/17/pasa-mujeres-20140616140309.html
Anuncio que muestra a una mujer con dolor de cabeza
No parece ser suficiente con que hayamos tenido que lidiar con todo tipo de gentes que nos querían quemar vivas por brujas, condenar a muerte por opinar, vetarnos la entrada a las escuelas y el acceso a los libros, acusarnos de blasfemia, traición y seducción para que no participáramos en las cuestiones políticas y sociales. Encima la publicidad nos llena de males y somos la imagen central de multitud de anuncios publicitarios de muy diferentes dolencias. ¿Qué nos ocurre a las 'pobres' mujeres? “Se las presenta, por ejemplo, con los pies agrietados, con gases, con hemorroides, con falta de vitaminas, con las defensas bajas, con insomnio, con caída de cabello, con estreñimiento, con el pelo dañado, con dolores de espalda, con pérdidas de orina a muy temprana edad, con callos u hongos en los pies, entre muchísimas más imperfecciones y problemas”, señala Julián Illán, psicólogo madrileño y cara del blog sobre salud 'Don Psico', quien opina que no ocurre lo mismo con la imagen del sexo masculino en la publicidad, “al cual no representan como un ser humano lleno de imperfecciones y carencias de todo tipo”.
A esta conclusión llega también Inmaculada García Rodríguez tras realizar una exhaustiva e interesante investigación sobre la influencia en los estereotipos de género de la publicidad relacionada con la salud y titulada 'La salud de las mujeres y hombres en la publicidad. Una mirada con perspectiva de género'. “Se trata de forma desigual a mujeres y hombres como consumidores de salud, como agentes de salud, como sujetos de salud y como sujetos sociales”. “En la publicidad sobre salud, los roles de los hombres se orientan al ámbito público, activo y competitivo en los deportes, y al autocomplaciente del sexo; y los de las mujeres se focalizan hacia el ámbito privado, el cuidado familiar, la complacencia sexual, la belleza y las emociones”. En opinión de esta psicóloga, los valores publicitarios masculinos hablan de “esfuerzos intelectuales, retos y desafíos, energía y fuerza, conquista y carisma, desatención de las responsabilidades domésticas y cuidado selectivo y lúdico de los hijos”. Muy al contrario, los femeninos se centran “predominantemente, en las mamás, la multifuncionalidad de las mujeres, sin malgastar un segundo, y el hacer que las personas que las rodean se sientan mejor. Todo ello, sin dejar de estar jóvenes y guapas”.
Y en cuanto a los cuidados de la salud, varía también los que deben procurarse unos y otras, de acuerdo a las orientaciones de la publicidad. Así pues, los de ellos están relacionados con “el alto rendimiento corporal, el gozo sexual y la prevención de los excesos alimenticios -colesterol, azúcar y digestiones pesadas-”. Los de ellas están asociados a sus ciclos vitales: menstruación, menopausia y osteoporosis. Tras analizar una muestra de 150 anuncios con todo tipo, señala Inmaculada García Rodríguez que “el enfoque de la publicidad de los hombres es preventivo mientras que las mujeres aparecen junto a una larga relación de problemas de salud”. En conclusión, la publicidad amenaza a las mujeres con toda clase de molestias, “las enfermatiza”. Evidentemente, menstruamos, pasamos la menopausia y tenemos ciclos biológicos distintos a los de los varones. Pero a partir de cierta edad la prevalencia de muchas de esas afecciones es similar en ambos sexos. Entonces, ¿acaso son los hombres asexuados, puros y limpios de cintura para abajo?, cabe preguntarse. Otro estudio, de Belén Cambronero, para la Sociedad Española de Salud Pública, advierte que “la imagen de los roles de la mujer en la publicidad de medicamentos se mantiene invariable desde hace 30 años”, y que “el sesgo sexista es incuestionable”.
Colores chillonesY eso sin contar la estética de los anuncios para mujeres. Los de compresas, por ejemplo, están hechos con colores chillones y en ellos aparecen siempre chicas bailando o haciendo alguna coreografía felices y sonrientes. Los spots de detergentes y productos de limpieza suelen aparecer con mujeres recatadas y algún fondo blanco y luminoso detrás, incluso aparecen hadas madrinas, genios mágicos y mujeres llegadas del futuro en el que, al parecer, no han dejado de limpiar la casa. Los anuncios de maquillaje suelen estar protagonizados por alguna modelo que no necesita mejorar su imagen, aunque insista en que sí, y los de champús y geles están llenos de cascadas y mariposas. ¿Femeninos?
Reunión de los lunes
viernes, 20 de junio de 2014
¿Qué nos pasa a las mujeres?
Viernes, 20 de Junio, 2014
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