Marcos Perujo, separado y con dos hijas
@Claudia Munaiz.- 28/03/2011
Juan* (que omite su nombre porque tiene un juicio pendiente) interrumpe la conversación para hablar por teléfono con su hijo pequeño. “No olvides que papá te quiere mucho”, dice con ternura. Que no lo olvide ninguno de sus dos hijos es lo que permite que este ingeniero de 40 años pueda seguir abordando la vida con ilusión. Una vida que le sonreía. Buena posición, dos hijos, un hogar confortable, viajes de placer y un matrimonio aparentemente feliz. Hasta que todo se truncó de un día para otro. Y es que en España, la violencia de género no es exclusiva de los hombres (hacia las mujeres). El Confidencial ha hablado con un grupo de hombres que busca denunciar el vacío legal y la desigualdad que existe en la Ley aprobada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Dormir en la cárcel siendo inocente
“Fue una pesadilla. Salí por la mañana por viaje de negocios. Me despedí de ella (su entonces mujer) con normalidad. Al volver, me esperaban dos guardias civiles en el aeropuerto. 'Acompáñenos. Tiene una denuncia por maltrato y una orden de alejamiento interpuesta por su mujer'. Dormí en el calabozo y nunca más pude entrar en la que sigue siendo mi casa”, comparte Juan mientras envía un mensaje de buenas noches a sus hijos, cuya custodia comparte con la que fue su esposa hasta 2008.
En su caso, desde la denuncia hasta la sentencia (favorable para él), pasaron dos largos meses. “Me arrancaron de mi casa, sin remedio ni posibilidad de volver a entrar en ella, me arrancaron de mis hijos, a los que sólo podía ver esporádicamente, y siempre dejándolos con una tercera persona a 500 metros de mi casa, me arrancaron de mi entorno, del escenario de mi día a día...”, recuerda compungido.
La carga emocional que le supuso fue enorme. Se encontró de pronto en la calle, sin un lugar donde dormir, sin ropa, sin techo... “Aguanté por la serenidad que te aporta el saber que eres completamente inocente, eso te da una fuerza maravillosa para luchar contra una injusticia de ese calibre, a mí me llenó de energía”, confiesa Juan.
Penas distintas para hombres y mujeres
Su caso no es aislado. La Ley de Violencia de Género, promesa electoral de Zapatero, que entró en vigor en junio de 2005, impone penas distintas a hombres y mujeres por los mismos hechos, y lleva implícita la presunción de culpabilidad para los varones españoles. Una Ley según la cual prácticamente todo es delito de maltrato cuando el sujeto activo es un varón, pero no lo es si el sujeto activo es una mujer. Y aun en los casos en que para ambos un mismo hecho constituye delito, al varón se le imponen mayores penas que a la mujer por el mismo hecho. Desde el grupo de Facebook Hombres Maltratados, se recoge la opinión de la jurista María Pozas: “La imposición de penas distintas en función del sexo del agresor vulnera tres artículos de la Constitución: el principio de igualdad del artículo 14; El derecho a la presunción de inocencia del artículo 24.2 y el derecho a la dignidad de la persona establecido en el artículo 10.1”.
Laude Puig Velasco, portavoz de la Asociación “Tarragona per la Custòdia Compartida”, comparte con este diario tres estudios realizados sobre casos reales de discriminación y vulneración de los derechos humanos. En los informes, se recogen numerosos casos de denuncias interpuestas por madres y padres. Las diferencias son evidentes a la hora de emitir una sentencia cuando el demandante es una mujer o un hombre. Por ejemplo: un padre denuncia maltrato continuado en el entorno materno (sobre los hijos). Las medidas adoptadas por jueces y fiscales son, en todo momento, “ninguna o sobreseimiento”.
En definitiva, la norma permite que una mujer, sin ningún tipo de pruebas, pueda poner una denuncia de maltrato o una petición de orden alejamiento que, casi siempre, se admite como medida preventiva. Para revertir esta situación, los miembros de la asociación piden al Gobierno que se involucre y deje de mantener una actitud pasiva frente a estas injusticias. “Jueces y fiscales archivan sistemáticamente las denuncias puestas por los padres hombres, siendo la mayoría de malos tratos a menores procedentes de la madre”, explica Puig Velasco.
Esta afirmación se sustenta en un estudio realizado en el año 2000 por el centro Reina Sofía, según el cual el 57% de agresiones cometidas a menores fue perpetrado por las madres o el padre no-biológico. Solo un 36,5% las cometió por el padre biológico.
Más de 15 denuncias ignoradas
Marcos Perujo Martínez no tiene nada que ocultar y sí mucho que denunciar. Este es un resumen de su historia. Separado en 2002, pidió la custodia de sus dos hijas. La Juez del Juzgado 18 de familia de Barcelona le otorgó la custodia a la madre. Y no solo eso, el Equipo Técnico Civil que asesoró a la magistrada culpó al padre de todo el conflicto familiar e informó de que su hija mayor le tenía “miedo”.
Durante cinco años se incumplió repetidamente el régimen de visitas: después de más de 15 denuncias interpuestas por el hombre, los juzgados no hicieron nada al respecto. “El 27 de febrero de 2008 mis hijas vinieron a verme aterradas: su madre las tuvo de pie toda la noche, golpeándolas y exigiendo un paquete de tabaco que según ella le había quitado la hija mayor”, cuenta Perujo Martínez. Y añade: “Es tal la impotencia y desesperación que esta situación prolongada durante años origina, que en algún momento piensas en tomar una decisión irreversible”. No lo hizo por sus hijas, aunque ha pagado un alto precio. Hace tres años y medio sufrió una importante intervención para extraerle un tumor cerebral. Según los neurocirujanos, aquello fue consecuencia directa del estrés originado por su situación personal.
Sólo cuando la hija mayor de Perujo se escapó de casa y exigió ser escuchada por un juez, la fiscal accedió a ello. Una psicóloga las había valorado previamente en presencia de la madre y después las valoró dos veces más: las hijas siempre manifestaron que eran maltratadas por la madre y la técnico siempre ocultó estos datos en sus informes. Pero, ¿quién determina si las denuncias interpuestas por las mujeres son falsas?
Denuncias falsas
Desde el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se publicitan todos los datos estadísticos relacionados con Violencia sobre la Mujer. En concreto, en el año 2010 se interpusieron aproximadamente 134.105 denuncias y se registraron 15.907 renuncias a la continuación del caso. “Que la víctima renuncie a continuar con el proceso penal una vez interpuesta una denuncia no quiere decir, en absoluto, que ésta sea una denuncia falsa”, puntualiza Cristina Fabré, miembro de ese organismo. De hecho, añade, “desde esta sección se ha realizado un estudio sobre las sentencias dictadas y de las 540 sentencias examinadas sólo en una se refleja que la denuncia era falsa”.
El delito por poner una denuncia falsa en España está penado con dos años de cárcel.
El grupo de Hombres Maltratados critica la distorsión informativa sobre la violencia de género y en concreto los datos que, en su opinión, se silencian desde el CGPJ al hacer “un mal uso de estos por parte de los informes sobre muertes violentas en el ámbito de la pareja en España, referidos al ámbito de la Ley de Violencia Doméstica y la Ley de Violencia de Género: los varones asesinados por sus ex cónyuges o por sus ex parejas de hecho o por sus novias o ex novias, sencillamente no aparecen en las estadísticas”.
“Cuando maltratas a una persona, dejas de ser persona”
Este es el eslogan alternativo que proponen desde Hombres Maltratados y que hace referencia a la campaña impulsada por el extinto Ministerio de Igualdad en 2008 contra la violencia de género, cuyo mensaje, critican, estaba sesgado al ser unidireccional: 'Cuando maltratas a una mujer, dejas de ser un hombre'.
Esta agrupación está dirigida a todas aquellas personas que buscan la dignidad de las personas (hombres y mujeres), la igualdad ante la ley y el respeto a los derechos humanos fundamentales, y especialmente a todas aquellas que sufren la injusticia y la violencia física y psicológica de sus parejas. “Desde este grupo consideramos que una campaña contra la violencia de género tan éticamente correcta como realista debería incluir lo siguiente: 'Cuando maltratas a una persona, dejas de ser persona'”, proponen.
Corresponde ahora a los poderes públicos realizar una rigurosa radiografía de los verdaderos malos tratos en España sin olvidar, como sucede en la actualidad, a otros colectivos manifiestamente más desprotegidos, además de los padres varones, como son los menores o los ancianos, víctimas también de maltrato por su evidente situación de indefensión.
Sin embargo, no asoma en estos hombres ni un mínimo atisbo de rencor. Tampoco resentimiento. Al contrario, insisten y piden que las penas sean igual de duras para todas las personas que cometan un delito. “Todos, maltratadores y maltratadoras, deben ser perseguidos y condenados como merecen, pues no se puede menoscabar la dignidad de nadie, ni física ni psicológicamente. Quizás el lugar más adecuado para cumplir la condena no sea una cárcel, sino un hospital porque es obvio que son personas enfermas”, concluye Juan guardando en un portafolio todos los documentos que deberá presentar en el próximo juicio. El quinto desde aquella noche en que empezó su pesadilla... o su nueva vida. Al fin y al cabo, se trata de una cuestión de género humano.
http://www.elconfidencial.com/sociedad/2011/violencia-genero-hombres-20110328-76737.html
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