24/03/2011
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Mas de cien vecinos piden que los niños regresen con su padres
«Cuando voy a verlos se me cuelgan los cuatro y me entran ganas de llorar». José Manuel García, de 41 años, pide disculpas una y otra vez al rememorar la escena mientras intenta contener el llanto y relatar a la vez cómo se encuentran sus hijos en el centro Virgen del Tránsito. Hace un mes que la Junta se los llevó alegando «desamparo». Los viernes, sábados y domingos, dos horas por día, él o su esposa van a verlos. Nunca los dos juntos para no desatender su negocio. «Cuando voy yo es papá llévanos a casa, y cuando va su madre le toca a ella», explica.
José Manuel no entiende por qué se los han llevado. «No hay ninguna razón. No soy drogadicto, ni ludópata, ni alcohólico. Podemos tener alguna deuda y cada día luchamos para sacar un pie y seguir caminando, pero así están el 90% de los españoles. Si esta fuera una causa para quitarles a sus hijos llenarían autobuses», afirma.
En agosto la familia llegó a San Cristóbal con la intención de quedarse. Abrieron un bar. Como en otras localidades de la provincia y fuera de ella donde han vivido, alquilaron casa y trataron de comenzar nuevamente desde cero. Así lo llevan haciendo durante muchos años con fortuna dispar.
«El jueves hizo un mes que vinieron a buscarlos al bar», explica María, la madre. La Sección de Protección a la Infancia les había realizado diversos seguimientos que, según el matrimonio, se habían ido cerrando sin consecuencias. Esta vez sin embargo la cosa ha sido distinta.
La Gerencia de Servicios solicitó al matrimonio por dos veces a una reunión que tuvo lugar el 17 de febrero. «Con motivo de tener abiertas informaciones previas de sus hijos, y una vez evaluado el caso y detectado una posible situación de desprotección, se les cita a ustedes para que acudan a la Sección de Protección a la Infancia con el fin de mantener una entrevista con un técnico del equipo número 2», dice el texto de la misiva.
A esta cita acudió el padre. Mantuvo una entrevista con una psicóloga, y una semana después personal de la Gerencia de Servicios Sociales se personó en el establecimiento regentado por el matrimonio para llevarse a los cuatro niños de 14, 12 (la niña), 7 y dos años y medio. El escrito que los funcionarios entregaron al matrimonio habla de desamparo, sin más explicaciones. «La retirada de la custodia ha sido una medida drástica y precipitada porque no hay ninguna motivación que explique el desamparo ni ninguna explicación acreditada que lo justifique», indica Marco Antonio Furones, abogado de la familia. De hecho, la decisión no partió del Juzgado de Menores, sino de la Administración regional.
«En Zamora me aseguraron que no había sido mi padre esta vez, sino una denuncia de alguien del pueblo». José Manuel aclara que tras nacer su primer hijo, su padre, condenado por malos tratos y con una orden de alejamiento de su exmujer (la madre de José Manuel y sus tres hermanos), presentó una denuncia ante la Gerencia de Servicios Sociales reclamando la custodia. Esta denuncia se ha repetido en varias ocasiones. «Siempre nos han hecho seguimientos, pero siempre se han archivado». Está vez, sin embargo, la denuncia la atribuye «a maldad o a envidia». Su abogado también comparte esta idea y José Manuel argumenta que en San Cristóbal así se lo han confirmado «unos cuantos vecinos».
La Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León explicó ayer que la retirada de la guarda y custodia responde a una medida cautelar sobre la que tendrá que pronunciarse el Juzgado de Menores de Zamora. La decisión se basó, según informaron las mismas fuentes, en informes de los CEAS de Benavente y ante la «vida inadecuada» que tenían los niños.
Tanto el padre como la madre de los pequeños confirmaron que una funcionaria de los CEAS de Benavente se personó un día en el establecimiento, pero defienden la normalidad y la atención a todos los niveles de sus hijos y rechazan cualquier posible desatención.
«No podemos gastar cien euros para comprarles una camiseta de marca a cada uno porque con ese dinero vestimos a los cuatro, pero siempre han estado sanos y han ido limpios», afirma el padre. Tanto él como su mujer rechazan tajantemente la existencia de episodios de malos tratos o de malas relaciones. «Vamos a cumplir 17 años de casados y no hemos tenido nunca ningún problema más allá de los que pueda tener cualquier pareja normal», explica. «La única razón para levantarnos todas las mañanas son ellos y lo que queremos es recuperarlos», añade.
http://www.laopiniondezamora.es/benavente/2011/03/24/matrimonio-san-cristobal-reclama-junta-le-devuelva-cuatro-hijos/506312.html
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