CUSTODIA PATERNA: Detienen en Barakaldo a una mujer por el asesinato del jubilado de Mallabia

miércoles, 21 de marzo de 2012

Detienen en Barakaldo a una mujer por el asesinato del jubilado de Mallabia

Miércoles, 21 de Marzo, 2012

La familia del muerto entiende que se trata de la misma persona que la víctima les dijo que había acompañado en coche a esa ciudad días antes del crimen

Portal de Gernikako Arbola donde reside la arrestada

Estupor e incredulidad en el número 48 de la calle Gernikako Arbola de Barakaldo, el edificio de viviendas donde, al parecer, residía la mujer detenida ayer por el asesinato de Jaime Olañeta, el jubilado de 68 años de Mallabia que fue cosido a puñaladas el pasado 9 de marzo. Su cadáver apareció al lado de su coche en las inmediaciones de la casa, en una zona de caseríos del barrio de Osma. Aunque el operativo policial fue discreto, vecinos y propietarios de algunos negocios cercanos al inmueble sí asistieron a primera hora de la mañana al tránsito de ertzainas en los alrededores del portal. «He visto uniformados, aunque no sé qué ha pasado», era el comentario más frecuente entre los comerciantes de los alrededores.

Dentro del edificio pocos vecinos fueron conscientes del despliegue policial. Algunos declararon que en algunas plantas de este bloque de ocho alturas «vive gente de alquiler a la que apenas conocemos», mientras que otros aseguraron que la Ertzaintza ya había estado antes en el portal, sin precisar en qué mano o las causas. La mayoría aseguraron que la «normalidad» es la tócnica general en esta céntrica calle de Barakaldo, donde ayer nadie se percató de la detención de la mujer.

«Nos ha quedado claro»

Al escuchar a mediodía por televisión que la detenida por el asesinato del jubilado de Mallabia era de Barakaldo, la hermana de la víctima ató cabos. «Nos ha quedado muy claro», aseguraba ayer a este periódico. Al parecer, días antes del crimen, Jaime Olañeta tuvo que mediar en una «bronca» sentimental y llevó en coche a su casa a una mujer de Barakaldo, «la exnovia del hombre que le ayudaba a cuidar la casa», declara la hermana del fallecido. «Posteriormente hemos sabido que estaba desequilibrada», añadían desde la familia, para la que «no ha sido difícil enlazar una cosa con otra».

Jaime contaba en su caserío con un hombre que a cambio de una habitación y los gastos de la casa le ayudaba a cuidar su vivienda y alrededores con trabajos de carpintería o segando la hierba. Se trataba de una persona de más de 50 años «que congeniaba con Jaime», explican los hermanos Olañeta. Tiempo después, aquel ayudante se echó novia, que de vez en cuando iba a pasar el día a Trabakua. «Jaime dijo que no le agradaba demasiado, aunque apenas tuviera relación con ella, porque le parecía que tenía mucho genio. Pero como los dos hombres se llevaban bien, no le importó», explica su hermana.

Según la familia, el hombre que compartía vivienda con Jaime acabó rompiendo la relación con la mujer después de que su hermano le advirtiera de que todo lo que le había contado sobre ella era mentira y que estaba un poco trastornada. Ella no lo aceptó», siempre según las mismas fuentes.

De hecho, reconocen que su hermano les contó que la pareja tuvo una gran bronca un día que la mujer fue a casa de Jaime en busca de su exnovio para seguir insistiendo en que volviera con ella. «Como este hombre no quería saber nada y ella había ido en autobús -hay una parada de Bizkaibus enfrente de la casa- y ya eran las once de la noche, mi hermano medió para tranquilizarla y la llevó en coche hasta su casa de Barakaldo». La familia conoce el episodio porque el propio Jaime les hizo partícipes de lo que había ocurrido.

Según el relato de los hermanos Olañeta, cuando ocurrió el crimen el amigo de Jaime se encontraba en Palencia pasando una temporada «ya que estaba de baja. Creemos que no tiene nada que ver». Ahora la familia sólo espera que declare la mujer detenida en Barakaldo para dilucidar lo ocurrido en casa de su hermano el día que le quitaron la vida. «No sabemos a ciencia cierta qué ocurrió al final, si fue a buscar al otro y no se creyó que no estaba o lo que sea. Creemos que Jaime ha pagado sin tener nada que ver», aclaran.

La alcaldesa de Mallabia, Milagros Mondragón, y el alcalde de Ermua, Carlos Totorika, declinaron ayer hacer declaraciones hasta que haya una comunicación oficial, «porque siempre existe la presunción de inocencia».