CUSTODIA PATERNA: Cómo educar a los hijos sin usar la violencia

miércoles, 2 de octubre de 2013

Cómo educar a los hijos sin usar la violencia

Miércoles, 2 de Octubre, 2013
ARGENTINA

Jorge Luis Ferrari presenta su libro que plantea que no hace falta recurrir a los golpes ni a los gritos.

Por Gonzalo Ponce
ponce.gonzalo@diariouno.net.ar
La humorista gráfica Maitena consideró alguna vez “no pegarle a los hijos” como una de las “seis cosas fáciles de decir pero difíciles de hacer”. El licenciado en Ciencias de la Educación Jorge Luis Ferrari (58)presentará el miércoles en la Legislatura mendocina su libro Educar sin violencia (ver aparte), que plantea justamente cómo enseñar a nuestros hijos sin la necesidad de recurrir a golpes ni gritos.
Amable, Ferrari se dispuso al diálogo con Diario UNO y analizó el “postulado” de Maitena: “Tiene razón, no se trata de algo fácil de hacer. Por eso yo le dedico 106 páginas a la problemática para explicar porqué es necesario no recurrir a la violencia para la educación de los chicos y cuáles son las herramientas para lograr el éxito en esta tarea”.
Sin embargo, el especialista en educación aclaró: “Cuando hablo de educar sin golpes ni gritos, estoy diciendo que hay que educar. Es decir, no se trata de no recurrir a la violencia y no hacer nada. Hay que poner límites”.
Paciencia y tiempo

Ferrari remarcó tres claves para llevar adelante una educación familiar sin violencia.
“Primero hay que tener paciencia y tiempo. Ser padres implica un esfuerzo personal en el cual se asume una responsabilidad en la que hay que poner mucho de uno. Segundo, hay que tener respeto por los tiempos y las edades de los chicos, no se puede esperar que un niño de tres años se comporte en la mesa como uno de 20. Tercero, hay que entender ese viejo postulado que dice: ‘La violencia aparece cuando se va la inteligencia’. Si las cachetadas fueran buenas para educar, los más golpeados serían los mejores educados”.
Luego planteó que detrás de cada capricho de un niño (que generalmente se intenta resolver con una cachetada o un grito) se esconden problemas muy profundos. “En primer lugar, problemas de los padres, que vienen cargados de inconvenientes que provienen de su trabajo y la misma cotidianeidad. Como no le pueden pegar o gritar a su jefe o al policía que les hizo un parte –aunque a veces lo hacen– se descargan con sus hijos. En segundo lugar, cuando los chicos no tienen la atención suficiente, buscan llamarla aunque sea para recibir golpes. Así aparecen relaciones familiares muy enfermizas”, aclaró.
“El chancletazo no me traumó”
Muchos de los que tienen más de 35 años saben que los golpes eran moneda corriente en el hogar durante la niñez. Sin llegar a una violencia extrema, un chancletazo, un coscacho o un buen chirlo en la cola, eran cosas que no sorprendían a nadie. Incluso, algunos hoy lo agradecen, como si hubiera sido necesario para su desarrollo y orgullosos dicen: “Ahora los chicos van al psicólogo. Mi viejo me crió a chancletazos y no me traumé”.
Para Ferrari esta visión es equívoca. “Los que tienen más de 35 vivieron en un hogar donde los golpes y gritos eran lo normal. Y los que rondamos los 60 años no sólo veíamos la violencia como normal en el hogar, sino también en la escuela, donde al alumno se le pegaba para que aprendiera. Los castigos físicos se dejaron atrás por ineficaces y se pudo comprobar científicamente esto. Los castigos de los curas en las escuelas, por lo menos a mí, no me mejoraron la ortografía”, dijo irónicamente.
Luego agregó: “Seguramente quienes recibieron golpes o gritos de sus padres cuando eran chicos y hoy no están traumados o tienen una buena relación con sus padres, no es porque les pegaron, sino por otros valores y ejemplos que deben haber recibido también de sus padres, mucho mejores que los golpes”.
La empatía con los chicos
“Además de paciencia y tiempo, hay que tener presente nuestra propia niñez. Hay que ponerse en el lugar del niño, observar sus características de modo tal que nos ayude a acompañar cada una de sus etapas y recordar que un niño es una persona y no un bien, como se lo consideraba en alguna época. Y a ninguna persona le gusta que le peguen”, señaló Ferrari respecto a la relación que hay que entablar con los chicos.
Finalmente, el profesional aconsejó: “A los niños hay que darles opciones, alternativas, para que elijan y tomen decisiones. Si se va a vestir, por ejemplo, preguntarle qué ropa quiere, qué le gusta, si quiere un pulóver o un buzo. Por supuesto, los padres tienen la responsabilidad de que los chicos estén abrigados si hace frío. Pero cuando uno deja a los chicos tomar decisiones empiezan a desarrollar su propia personalidad y se van educando sin necesidad de imposiciones violentas”.
Para padres principiantes
El libro Educar sin violencia, de Jorge Luis Ferrari, se fundamenta en la necesidad de educar a los hijos sin recurrir a actos violentos y se ofrecen algunas herramientas para lograrlo.
Es un trabajo pensado para los padres que están en plena crianza de sus hijos y para los que recién empiezan, ya que son los bebés y los niños pequeños los que más sufren la falta de experiencia y paciencia de sus padres. También les será de utilidad a todos aquellos profesionales, terapeutas, trabajadores sociales y docentes que trabajan con niños o con la familia.
“La violencia nunca ha servido para hacer entrar en razones a nadie. Al contrario, lo único que enseñamos cuando pegamos es que golpear es correcto. Por eso, los niños después son violentos con sus compañeritos en la escuela, así como luego lo serán con su cónyuge o sus hijos”, dijo Ferrari.
Una de las consecuencias más evidentes de los malos tratos es el deterioro de los vínculos entre hijos y padres.
Para solicitar el libro o una presentación del mismo comunicarse a brengdmais@yahoo.com o gabrielaterrera@yahoo.es.
Gratis en la web
El libro Educar sin Violencia se presentará el miércoles a las 19 en el Salón de los Pasos Perdidos de la Legislatura provincial.
La obra impresa por la editorial Dunken también es parte de la Feria del Libro que se realiza en el centro cultural Julio Le Parc y se puede conseguir en el stand de Bubok. Su autor, Jorge Luis Ferrari, aclaró que su intención no es lucrar con el libro, sino llegar con su mensaje a la mayor cantidad de padres posibles.
Por este motivo en el sitio www.serpadre.org.ar puede leer gratis.