CUSTODIA PATERNA: Ya son 20 días a base de agua Huelga de hambre por sus derechos como padre

lunes, 7 de abril de 2014

Ya son 20 días a base de agua Huelga de hambre por sus derechos como padre

"me siento tan desarmado tan desarmado, que ya que me he estado muriendo cada día poquito en mi casa al no tener a mi hijo y no poder cuidar a mi hijo me he venido a morir al juzgado de Barbastro"

Lunes, 7 de Abril, 2014

perfil de FACEBOOK de Manuel Ruiz Garrido en donde se agradece que se muestren los mensajes de apoyo

hoy ya son 20 días a base de agua

Manuel Ruiz ayer, ante el Juzgado de Barbastro. A. LaRdiés
A. LARDIÉS. El organismo de Manuel Ruiz no recibe alimento alguno desde el pasado 19 de
marzo, cuando decidió iniciar una huelga de hambre como fórmula de denuncia pasiva sobre lo que considera un abandono judicial. Cumple hoy su decimoséptima jornada frente al Juzgado de Barbastro, en soledad, y comienza a mostrar los signos de esa privación de nutrientes.
Manuel está cansado y el sábado pasado sufrió un desvanecimiento. Su cuerpo ha echado
mano a sus reservas de hidratos de carbono y de grasa y ha entrado ya, seguramente, en la
tercera fase, la del autoconsumo de proteínas. En estos momento, puede tener ya daños en el riñon y el hígado, afecciones en su aparato circulatorio y, por ello, fallos por falta de riego en el cerebro. Cuando se le pregunta por todo ello, por lo que se puede encontar en un futuro más o menos cercano, lo tiene claro: quiere hacer un testamento
vital o un documento similar para que no le alimenten, porque ha tocado fondo.
En custodiaparterna.org lo expresan así: «Manuel simplemente ha llegado a un extremo
de tal desesperación que no es que no quiera vivir, sino que para vivir de esa manera prefiere no hacerlo. Él ha decidido en vez de quitarse la vida con pastillas o de cualquier otra forma por la que han optado otros muchos padres plantarse delante
del Juzgado que ha arruinado su vida». Y en eso sigue, cambiando cada día el cartel con el que marca la cuenta atrás de su calendario, atendiendo a los medios nacionales y sonriendo ante el eco de su caso en Japón o en Méjico.
Este fin de semana, a Manuel le tocaba visitar a su hijo en Málaga. No irá, ni lo hará en Semana Santa. Se quedará en Barbastro, donde se inició una tortuosa historia de denuncias y desde donde se ha remitido su expediente, de nuevo, a los juzgados andaluces. Se quedará en su coche, con las visitas del montisonense Alejandro Martín, que le regaló la manta y una radio, y la solidaridad de quien le deja ducharse varias veces por semana.
El miércoles la lluvia de madrugada se coló en la tienda de campaña donde duerme. El
jueves, día 16 de Manuel, seguía diluviando.