CUSTODIA PATERNA: "Queda bonito hablar de igualdad en el mercado laboral y no plantearse quién limpia el váter en casa"

miércoles, 13 de agosto de 2014

"Queda bonito hablar de igualdad en el mercado laboral y no plantearse quién limpia el váter en casa"

Miércoles, 13 de Agosto, 2014
La entrevista se realiza a Amaia Pérez Orozco, una economista que recientemente ha publicado: "Subversión feminista de la economía".

La economista Amaia Pérez Orozco.

Hemos intentado buscar dentro la entrevista alguna pregunta o manifestación relacionada al cuidado por igual de los hijos. Y algo que nos parecía debía de encontrarse dentro de la misma, pues si valoramos que por valores de igualdad un váter debe de limpiarse tanto por hombres como por mujeres y no ser labor principal exclusiva de la mujer, también nos parece no sólo de sentido común sino de avance para que la mujer pueda realizarse el que el culo de un hijo también deba lavarse por hombres como por mujeres.

Pretender reivindicar y establecer como norma, o al menos concienciar que las labores domésticas han de ejercerse tanto por hombres como por mujeres nos parece de los más lógico, y además fomentado desde la educación en el hogar por parte de los padres. Hoy en día el sistema de convivencia ha cambiado sustancialmente con respecto hace unos años, por lo que no enseñar a un hijo a ser capaz de realizar las tareas básicas de un hogar es convertir a éste en un futuro dependiente de otra persona. Pues de verse éste sólo se verá en el momento como un inútil. Nadie sabe más que nadie y todas las personas somos capaces, mejor o pero, de realizar las mismas funciones que otras, pero para ello han de enseñarnos. Nos enseñan a atarnos los cordones y nos enseñan a afeitarnos o depilarnos, pero hay labores que son más comunes y que por el machiso u otros factores distintos han mantenido la regla dentro de casa de que correspondían enseñar dichas labores al chico o a la chica.

No se puede pretender que hombres y mujeres sean iguales, somo distintos por naturaleza, pero el cuidado básico es esencial. Si desde el momento de nacer nuestros hijos no nos planteamos que estamos realizando acciones conforme al sexo de éstos, difícilmente vamos a considerar que sin ser consciente vamos implantando en su mente acciones que automáticamente van a considerar en el futuro que son de mujer o de hombre. Pocos padres se paran a pensar porque cuando nace una niña a ésta ha de perforarsele la oreja para meterle un pendiente y cuando es un niño no.

Nos parece lógico que desde pequeños en nuestra casa se nos enseñe que lavar el váter no es tarea del sexo femenino. Que ésta es una labor básica y que cuando se adquiera una independencia será labor que hay que saber realizar lo mismo que el cortarse las uñas. Pero es que el cuidado de los hijos es una labor que necesariamente ha de saber realizar tanto el hombre como la mujer en su faceta más fundamental. Aún en los tiempos pasados eran necesarias estas habilidades, pues en cualquier momento por el mero hecho del nacimiento de otro hijo y una posible indisposición de la madre hacía otros cuidados de otros hijos, es una necesidad tan vital y tan básica que el hombre debe de estar preparado igual que la mujer, mejor o peor pero igual. Es normal que quien asuma la responsablidad de este cuidado más diariamente este más familiarizado con él, pero no por eso la otra persona puede sentirse incapaz de hacerlo. La mujer puede verse en la misma situación de sentirse inútil que el hombre para ciertas tareas, pues nos educan de diferentes formas, y posteriormente asumimos por nuestra conveniencia estos roles. Los coches son conducidos por hombres y mujeres por lo que echar cambiar una rueda de un coche no debe ser labor exclusiva que haya que realizar un hombre cuando se convive en pareja.

Resulta paradójico no encontrar en ninguna parte del artículo referencia alguna al cuidado de los hijos y a asunción del .las obligaciones que conllevan la crianza de éstos. Pues si para la mujer es condionante negativo el llegar a casa y tener que realizar otras tareas de la vivienda común. como puede ser el ejemplo que en artículo exponen: la limpieza del váter, lo es de igual manera el lavar el culo a un hijo. Si cuando nos separamos entonces ya nos toca a cada uno limpiar la taza del váter por narices, más por narieces se debería reivindicar algo que no es que sea un beneficio para el menor, sino que va en contra del interés del niño y hombre de futuro que se crie en un sistema machista bajo el cual vea las labores del cuidado y crianza de los niños se atribuyen a la madre. Y más aún si con la edad comprende, y más que por las palabras por los hechos, que estás obligaciones o asunción de cuidados es la propia justicia quien por defecto considera que ha de realizarlas la madre o mujer.

No hablemos ya de las limitaciones que para la mujer o madre supone tras una separación el asumir por completo a diario tanto la responsabildad como el cuidado de lso niños. Los horarios del cuidado de los hijos son muchas veces incompatibles con nuestros horarios de trabajo, por lo cual limitan nuestras posibilidades, pero no sólo en el trabajo, sino en la vida personal, por lo que nos sorprende que tanta reivindicación bajo la bandera del feminismo que suponemos defiende que la mujer no sea discriminada frente al hombre, no mente siquiera la atadura que supone para una mujer, una madre, el asumir una custodia única materna.

Citamos algunas partes del artículo:

- Hay que pensar en cómo gestionamos nuestra vida cotidiana, cómo se reparten los trabajos, qué trabajos se valoran y cuáles no, cuáles están sistemáticamente asociados a los hombres y cuáles a las mujeres...

- permisos de paternidad y maternidad iguales e intrasferibles
Los permisos de maternidad y paternidad iguales pueden ser una estrategia importante pero los sindicatos tienen que meterse en la cabeza que lo suyo no es solo incidir en el reparto del trabajo de mercado sino también en el reparto del trabajo no remunerado: el cómo está organizado el primero está en intimísima relación con el reparto del trabajo de fuera del mercado, no puedes incidir en uno sin incidir en el otro

- ¿Qué hacer con el empleo doméstico?
No voy a decir que se prohíba mañana, y menos si supone que vuelvan a ser las mujeres las únicas que lo hagan, pero hay que insistir en que el reparto equitativo de las tareas de cuidados debe ser una prioridad política.

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