Como referente de la lucha contra las denuncias falsas de violencia de género, la autora del artículo, Elena Berberana, coloca a la página que administra Jesús Muñoz: MalosTratosFalsos.com
Presenta la injusticia cuyas víctimas no se salvan nunca los menores, de las actuaciones por un lado que atienden a una práctica judicial sistemática que aplica el machismo en sus resoluciones impidiendo a los niños permanecer bajo la guarda y custodia de sus padres desde que se dicta una resolución judicial. Pero por otro lado entra en juego la jurisdicción penal, y dentro de esta la concerniente a la ley de violencia de género, que otorga un poder a las mujeres y madres tales como el arrogarse el derecho de poder destrozar la vida de sus hijos (pues al final son los menores quienes no se van a salvar en ningún momento de la quema) apartando al padre con una simple denuncia, pero una denuncia instruida bajo la ley de violencia de género.
Uno de los protagonistas del artículo es Fernando Hernández, sus declaraciones:
- "Iba a recoger a mi niña y le mandé un mensaje a la madre para comentarle que le había comprado los libros nuevos texto y que se lo descontaría de la pensión. Metí los libros en la mochila de mi hija en la puerta del colegio, ella me dio un beso y se fue. Horas más tardes, me denuncian porque dicen que había quitado los libros por fuerza mayor a la abuela"
- "Viven sumidos en una auténtica psicosis. Muchos de ellos han pasado por calabozos, cárcel, señalamientos y, después, no se ha podido demostrar nada. Han salido absueltos, pero psicológicamente destrozados"
Otro es Cristóbal Marchal, de Martos (Jaén).no ve a su hija va ya para casi 3 años, y la niña se encuentra bajo la custodia de los abuelos maternos:
- "Me querían quitar a mi hija a través del chorreo de denuncias falsas. Hoy por hoy, llevo 917 días sin ver a mi hija y sin saber nada de ella"
- "un equipo de psicólogos dictaminó, sin informes médicos ni sentencias de jueces, que no podía ver a mi hija. Ahora ya van hacer casi cuatro años. Mi niña tiene 14 años y sigo sin poder verla. Sólo vivo para ello. Estoy destrozado, con minusvalía por depresión y ansiedad. Esto es muy duro"
- "Ahora estoy un poco más fuerte, pero estuve días sin comer. No quería vivir. Fui rechazado socialmente, aunque no pese ninguna condena sobre mí. Mi hija está intoxicada por los abuelos. Pero ya no tengo miedo a ir al supermercado y ponerme mi camiseta de #StopLVG [Ley de Violencia de Género]"
El último protagonista que cita el artículo es, Levy Caballero Vázquez, ingeniero informático de profesión, y bajo diagnóstico trastorno de adaptabilidad y ansiedad severa (no logra dormir):
- "Ella decía que si no cumplía con las pautas que me iba a marcar en el divorcio iba a arruinarme la vida. A partir de ahí, empecé a vivir con ansiedad y mucho miedo. Me amenazó con un cuchillo de cocina, me abofeteó dos veces, me chillaba delante de los niños... Yo evitaba este tipo de encontronazos para salvaguardarme"
- "En los partes médicos se demuestran agresiones físicas y verbales de la familia materna y de mi exesposa a mis hijos. Les puse denuncia y orden de alejamiento y no sirvió de nada. Automáticamente, una semana después, mi ex contraatacó con otra denuncia acusándome de que yo la había maltratado físicamente sin aportar parte de lesiones. Su denuncia se tramitó directamente por el juzgado de violencia de género, pero ni siquiera llegó a juicio. El fiscal archivó el caso por inexistencia de pruebas y falta de delito. No se pudo demostrar nada. Sin embargo, ella y sus abuelos podían seguir viendo a mis hijos a pesar de mi denuncia"
- una psicóloga concluye que los niños tienen que estar con la madre, afirma el propio Levy. "Los niños se negaban rotundamente, pero esta psicóloga, que pertenece a una asociación feminista, así lo dictó dentro de una nueva denuncia de mi exmujer por incumplimiento de convenio de separación"
- "Fui con mis padres, mi hermana y miembros de la plataforma de Custodia Compartida para que hicieran de testigos míos en ese encuentro con mis hijos. Entré al establecimiento y vi a siete policías de paisanos que admitieron que aquello era un sinsentido. Estuve con mis hijos y dos trabajadoras sociales. Cuando volví a mi casa, vino la Policía Nacional acompañada de mis hijos, alegando que me entregaban bajo su responsabilidad a mis niños porque se negaban a volver con la madre y los abuelos. Mi hijo le dijo a los agentes que , se levantaba de la silla, prefería que los llevaran a un centro de menores que regresar con su madre".
- "Ahora mismo, los niños están conmigo gracias a la Policía Nacional. Estamos a la espera de que la jueza resuelva a mi favor la custodia. Lo único que sé es que se están llevando la infancia de mis hijos por delante. Y ahora, de nuevo, mi ex vuelve a ponerme una denuncia por maltrato psicológico para ver si puede recuperar a mis hijos. Esto es un sinvivir, y mis informes médicos y el testimonio de mis hijos no sirven de nada para la jueza contra mi mujer. Es de locos y muy injusto"
Fuente:
El calvario de los hombres denunciados falsamente: cárcel, depresión y señalamientos de por vida
https://www.libremercado.com/2019-03-30/el-calvario-de-los-hombres-denunciados-falsamente-carcel-depresion-y-senalamientos-de-por-vida-1276634328/
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