Uno de los principales acusados por el crimen de Vallobín, Cristian M., sufrió "maltrato" en su infancia y su situación era "de riesgo" en su convivencia con su abuela. Así lo han puesto de manifiesto diferentes educadoras que trabajaron con él, que hablaron de "castigos desmesurados". Se trata de personas que han testificado a instancias de la defensa de Cristian M. en la tercera jornada de la vista oral del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial, en Oviedohttp://www.20minutos.es/noticia/1647166/0/
Fue en 2009 cuando se produjo el crimen. En un domicilio del barrio de Vallobín, en Oviedo, vivía una mujer, Rosario Blanco, con sus dos hijos, Pablo y María Jesús, además de inquilinos como Cristian M, Jesús V. y su pareja, menor de edad, y un bebé de ambos.
El cadáver de María Luisa 36 años, fue hallado descuartizado en la nevera del domicilio. Había muerto en la noche de San Juan de 2009. El fiscal acusa de su asesinato a Cristian M.P. y a Jesús V., para los que pide 111 años para cada uno, mientras que para Pablo B. pide 25 años.
En concreto a Cristian M. le acusa de asesinato, maltrato habitual, delitos contra la integridad moral, lesiones, detención ilegal, agresión sexual, estafa y extorsión, robo con fuerza, allanamiento de morada, hurto y profanación de cadáveres.
La defensa de Cristian M. ha intentado este miércoles poner de manifiesto aspectos personales de Cristian M. que han podido haber marcado su personalidad.
Así, han desfilado por la Audiencia distintos educadores, que han afirmado que, cuando era niño, llegaron a solicitar al Principado de Asturias que se hiciera cargo de Cristian M., apartándolo así de su abuela temporalmente.
Una de sus educadoras ha dicho que Cristian M. era un niño "muy nervioso" que mentía "de forma compulsiva" y que mantenía con su abuela una relación de amor-odio. "Era una situación inadecuada para la vida de un niño", ha manifestado.
Según otra educadora se realizaron informes que señalaban que Cristian M presentaba un retraso mental. "El niño tenía problemas de conducta y la abuela no sabía tratarlo; se marchaba de casa, descontrolado", ha indicado. Otras trabajadora de los servicios sociales del Ayuntamiento de Oviedo ha dicho que en 2003 también pidió la separación temporal de la convivencia con su abuela.
Cabizbajo en todo momento
A pesar de que en la vista de este miércoles pasaron a testificar distintas personas conocidas por Cristian M., este se mantuvo en la posición de los últimos días, cabizbajo en todo momento. Sentado con el cuerpo encorvado, en ningún momento levantó la mirada.
De los tres acusados, Cristian M. es el que se sienta en el centro, el más corpulento de los tres. En la última vista, Cristian M. estaba sentado más cercano a Pablo B., a unos 25 centímetros. Mientras, estaba más alejado del otro de los principales acusados, Jesús V., a más de medio metro, más que en los pasados días.
La conducta de los tres durante la vista es bien distinta. Mientras Jesús V., el más menudo, está permanentemente atento a lo que ocurre, sin perder detalle ni testimonio, Cristian mira constantemente hacia abajo. El hermano de la víctima y también acusado, Pablo B., tiene momentos durante el juicio en los que también está cabizbajo, aunque en otras ocasiones sí levanta la mirada para ver a los presentes en la sala.
Una vez finalizada la vista, los tres son esposados y escoltados por un agente hacia la salida de la sala de la Audiencia. La actitud de los tres sigue siendo bien distinta. Jesús V. aprovecha el trayecto para examinar a los asistentes, con expresión viva. Cristian acompaña al agente sin separar la vista del suelo, cariacontecido. Por su parte, Pablo B. ha salido de la sala con la mirada perdida, esbozando una media sonrisa.
Reunión de los lunes
jueves, 15 de noviembre de 2012
Testigos hablan de "maltrato" en la infancia de uno de los principales acusados del crimen de Vallobín
Jueves, 15 de Noviembre, 2012
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