La nueva ley de custodia compartida en la que trabaja el Gobiernovalenciano garantiza el bienestar de los menores e iguala a los cónyuges
¿Es posible que en una separación matrimonial los hijos se queden siempre en el domicilio familiar y que los padres sean los que se turnen en el hogar? Pues sí. Esta es una de las medidas revolucionarias que baraja el Consell para la futura ley de custodia compartida que quiere poner en marcha en la Comunitat la conselleria de Gobernación de Serafín Castellano.
En la actualidad, y atendiendo al Código Civil y a la Ley del Divorcio, lo habitual es que la madre se quede con la custodia de los hijos junto con los bienes materiales del matrimonio. El varón, por regla general, busca la única salida que tiene: hacer las maletas, decir adiós, buscar un piso y ver a sus hijos un fin de semana de cada dos.
La futura ley que quiere poner en marcha el Consell pretende equilibrar los derechos de los cónyuges en una ruptura. Uno de los pasos sería al alternancia en el domicilio familiar.
El ejemplo es claro: Luis, de 8 años, y Carmen, de 4, viven en un confortable piso de 120 metros cuadrados en la calle Salamanca de Valencia. Sus padres, Manuel y Adriana, se acaban de separar. Para no crear un trauma mayor a los pequeños, sus dos progenitores han acordado que los niños sigan en el domicilio familiar. Manuel y Carmen vivirán tres meses cada uno en el piso. Una forma de no sacar a los pequeños de su hogar de toda la vida.
Pero para que exista alternancia en el domicilio será necesario que exista un pacto entre los dos miembros del matrimonio. De hecho, existe alguna sentencia judicial que obliga a que los padres se turnen en el hogar al cuidado de sus hijos.
El juzgado de Primera Instancia e Instrucción de San Javier (Murcia) dictó en 2007 una sentencia en la que los padres debían turnarse en el domicilio familiar durante cuatro meses para cuidar a sus tres hijos. La juez estimó que el mejor sitio para garantizar el desarrollo de los menores era su propio hogar.
En Castellón, el juzgado de Primera Instancia número 7 dicto en 2004 también una sentencia en la que señalaba que los padres se alternarían durante cinco meses en el domicilio familiar, donde siempre viviría el hijo.
La posibilidad de la alternancia en el hogar es todavía un boceto. La conselleria de Gobernación se encuentra todavía trabajando en la elaboración del futuro texto legal y lo que hay sobre el papel son bocetos de lo que puede ser la futura norma. Varias son las autonomías españolas, como es el caso de Cataluña y el País Vasco, que ya se han puesto en marcha para elaborar una ley sobre la custodia compartida.
Una de las ventajas de la alternancia del domicilio familiar sería garantizar la estabilidad geográfica de los menores. De esta manera, el custodio (en la actualidad en la mayoría de las ocasiones es la madre) no podría tomar la decisión unilateral de trasladarse con su hijo a otra comunidad o municipio. Es una situación muy habitual en estos momentos. La madre se marcha del lugar donde ha vivido con su ex pareja y el padre se ve en la obligación de viajar cuando quiere ver a sus hijos.
El presidente de Custodia Compartida en Valencia, David Ferrer, valoró ayer los pasos que se está dando para regularizar la situación de los divorcios y separaciones en la Comunitat. Pero Ferrer aseguró que la alternancia de los padres en el domicilio familiar no es la mejor opción de todas: «Esto obligaría a tener tres pisos. Uno, el familiar. Los otros dos, el que cada cónyuge se tendría que comprar. Es un gasto más».
La mayoría de los varones afectados defiende la liquidación de gananciales como la mejor opción. Si hay un piso en propiedad de los cónyuges, se vendería y la mitad para cada uno. En un régimen de custodia compartida, se podría repartir la convivencia al 50%o se tomarían las decisiones en las mismas condiciones sin necesidad de que los hijos tengan que vivir el mismo tiempo con la madre y el padre.
Ayuda a la vivienda
El responsable de Custodia Compartida también exige, como sí que se recoge en la ley que se está debatiendo en el País Vasco, la posibilidad de que la Generalitat ayude económicamente a aquellos cónyuges que se ven en la necesidad de comprar una nueva casa para establecer su domicilio familiar.
Ferrer aseguró ayer que con este tipo de ayudas «se evitaría que muchos padres tengan que vivir en un camping, como está pasando, o que existan pisos pateras con personas separadas que se tienen que ir a vivir todos juntos porque no tienen otro sitio donde ir». Muchos padres han tenido que recurrir a las ayudas familiares para poder tener una vivienda digna.
Este tipo de ayudas es otra de las posibilidades que está estudiando la conselleria de Gobernación para incluir en la nueva normativa. Fuentes de este departamento aseguraron ayer que uno de los objetivos de la nueva normativa «es garantizar al menor el disfrute de una vivienda digna o en condiciones equivalentes a las que tenía en el domicilio habitual»
Si se decide que uno de los cónyuges se queda con el piso, la conselleria prevé la implantación de medidas económicas que faciliten el acceso a una vivienda «para el progenitor a quien no se le ha atribuido el uso de la vivienda conyugal».
En la actualidad, y atendiendo al Código Civil y a la Ley del Divorcio, lo habitual es que la madre se quede con la custodia de los hijos junto con los bienes materiales del matrimonio. El varón, por regla general, busca la única salida que tiene: hacer las maletas, decir adiós, buscar un piso y ver a sus hijos un fin de semana de cada dos.
La futura ley que quiere poner en marcha el Consell pretende equilibrar los derechos de los cónyuges en una ruptura. Uno de los pasos sería al alternancia en el domicilio familiar.
El ejemplo es claro: Luis, de 8 años, y Carmen, de 4, viven en un confortable piso de 120 metros cuadrados en la calle Salamanca de Valencia. Sus padres, Manuel y Adriana, se acaban de separar. Para no crear un trauma mayor a los pequeños, sus dos progenitores han acordado que los niños sigan en el domicilio familiar. Manuel y Carmen vivirán tres meses cada uno en el piso. Una forma de no sacar a los pequeños de su hogar de toda la vida.
Pero para que exista alternancia en el domicilio será necesario que exista un pacto entre los dos miembros del matrimonio. De hecho, existe alguna sentencia judicial que obliga a que los padres se turnen en el hogar al cuidado de sus hijos.
El juzgado de Primera Instancia e Instrucción de San Javier (Murcia) dictó en 2007 una sentencia en la que los padres debían turnarse en el domicilio familiar durante cuatro meses para cuidar a sus tres hijos. La juez estimó que el mejor sitio para garantizar el desarrollo de los menores era su propio hogar.
En Castellón, el juzgado de Primera Instancia número 7 dicto en 2004 también una sentencia en la que señalaba que los padres se alternarían durante cinco meses en el domicilio familiar, donde siempre viviría el hijo.
La posibilidad de la alternancia en el hogar es todavía un boceto. La conselleria de Gobernación se encuentra todavía trabajando en la elaboración del futuro texto legal y lo que hay sobre el papel son bocetos de lo que puede ser la futura norma. Varias son las autonomías españolas, como es el caso de Cataluña y el País Vasco, que ya se han puesto en marcha para elaborar una ley sobre la custodia compartida.
Una de las ventajas de la alternancia del domicilio familiar sería garantizar la estabilidad geográfica de los menores. De esta manera, el custodio (en la actualidad en la mayoría de las ocasiones es la madre) no podría tomar la decisión unilateral de trasladarse con su hijo a otra comunidad o municipio. Es una situación muy habitual en estos momentos. La madre se marcha del lugar donde ha vivido con su ex pareja y el padre se ve en la obligación de viajar cuando quiere ver a sus hijos.
El presidente de Custodia Compartida en Valencia, David Ferrer, valoró ayer los pasos que se está dando para regularizar la situación de los divorcios y separaciones en la Comunitat. Pero Ferrer aseguró que la alternancia de los padres en el domicilio familiar no es la mejor opción de todas: «Esto obligaría a tener tres pisos. Uno, el familiar. Los otros dos, el que cada cónyuge se tendría que comprar. Es un gasto más».
La mayoría de los varones afectados defiende la liquidación de gananciales como la mejor opción. Si hay un piso en propiedad de los cónyuges, se vendería y la mitad para cada uno. En un régimen de custodia compartida, se podría repartir la convivencia al 50%o se tomarían las decisiones en las mismas condiciones sin necesidad de que los hijos tengan que vivir el mismo tiempo con la madre y el padre.
Ayuda a la vivienda
El responsable de Custodia Compartida también exige, como sí que se recoge en la ley que se está debatiendo en el País Vasco, la posibilidad de que la Generalitat ayude económicamente a aquellos cónyuges que se ven en la necesidad de comprar una nueva casa para establecer su domicilio familiar.
Ferrer aseguró ayer que con este tipo de ayudas «se evitaría que muchos padres tengan que vivir en un camping, como está pasando, o que existan pisos pateras con personas separadas que se tienen que ir a vivir todos juntos porque no tienen otro sitio donde ir». Muchos padres han tenido que recurrir a las ayudas familiares para poder tener una vivienda digna.
Este tipo de ayudas es otra de las posibilidades que está estudiando la conselleria de Gobernación para incluir en la nueva normativa. Fuentes de este departamento aseguraron ayer que uno de los objetivos de la nueva normativa «es garantizar al menor el disfrute de una vivienda digna o en condiciones equivalentes a las que tenía en el domicilio habitual»
Si se decide que uno de los cónyuges se queda con el piso, la conselleria prevé la implantación de medidas económicas que faciliten el acceso a una vivienda «para el progenitor a quien no se le ha atribuido el uso de la vivienda conyugal».
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