«De donde no hay, nada se puede sacar»

Antonio Díaz Piñeiro aplaude la postura de la Fiscalía y precisa que es una medida «lógica»

Díaz, ante el edificio de los juzgados de A Coruña.

21/1/11
Que un juez exima a un padre separado de pasar la pensión alimenticia de sus hijos porque su situación económica es precaria «no responde a otra cosa que al sentido común». Quien así opina y quien aplaude este tipo de sentencias «por lógicas» es Antonio Díaz Piñeiro, un veterano activista de los derechos de los padres y madres separados en Galicia. Es el presidente de la asociación y no puede hacer otra cosa que apoyar este tipo de medidas temporales ?en cuanto el padre remonte, tendrá que volver a abonar la pensión?, pues una cosa es clara: «De donde no hay, nada se puede sacar», refiriéndose a la «imposibilidad que tienen muchos hombres de abonar la pensión alimenticia, abocados a vivir prácticamente en la indigencia».
Apoyar eso no entra en contradicción con el derecho del niño a contar con la ayuda económica del padre, «que eso ha de estar por encima de todo». El problema es cuando el padre no tiene nada. ¿Qué hacer? Antes, dice Antonio Díaz, los jueces enviaban a la cárcel a los padres que no podían afrontar las obligaciones económicas como autores de un delito de impago de pensiones. «Pero claro, aquello no tenía sentido alguno, pues si a un hombre con problemas, sin trabajo y sin paro lo metías en la cárcel, más difícil iba a tener encontrar un trabajo y salir adelante desde la cárcel», sostiene Antonio Díaz. Aquello era «una barbaridad. Privar a alguien de libertad porque no tiene dinero es ilógico»
El presidente de la Asociación Gallega de Padres y Madres Separados agradece que la jurisprudencia haya multiplicado este tipo de sentencias, aunque destaca que quedan muchas cosas por mejorar. Se refiere, principalmente, a la custodia compartida, un derecho que «aparte de más justo», redundaría en la salud económica de ambos progenitores, apunta Antonio Díaz. Cree que la «corresponsabilidad del padre y de la madre ha de ser completa, en todos los terrenos, en el económico, educativo, moral, etcétera. Ambos han de ser iguales respecto a su hijo», sentencia un hombre que se rebela contra «la grave irresponsabilidad de pensar que la madre es la que aporta la educación, el cariño y los valores a los hijos, mientras que a los padres nos reservan, únicamente, las obligaciones económicas a cambio de infames regímenes de visitas».
http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2011/01/21/0003_201101G21P3993.htm