Martes, 04 de Enero de 2011
NUEVO LIBRO.- Gregorio Delgado del Río, catedrático de Derecho Eclesiástico de la Universitat de les Illes Balears y colaborador de ciutat.es, presenta el próximo viernes, 7 de enero, a las 19:00 horas y en la sede del Colegio de Abogados (Rambla de los Duques de Palma, 10), su última obra, “La custodia de los hijos. La guarda compartida: opción preferente”.
Delgado del Río, polemista y articulista de prensa valorado por su libertad y valentía al defender las opciones sociales que considera prioritarias, defiende en esta nueva obra la necesidad de que, en el caso de la ruptura familiar, el interés de los hijos prevalezca sobre cualquiera de los egoismos de los padres.
- Se habla, a partir de las estadísticas, de que en Europa cada minuto se deshace una pareja. España es el país de la Unión en que más han crecido las rupturas. Ello parece acreditar que el amor es cosa de dos días.
- Las estadísticas reflejan, en efecto, ciertos hechos innegables. En este caso, la frecuencia de la ruptura de la pareja. Para completar el cuadro, deberíamos insistir en las consecuencias personales y sociales, y muy especialmente en el porqué de todo ello. A este respecto, me parece claro que debemos revisar el modo como decidimos vivir en pareja, el modo como vamos a ese tipo de vida en común (capacitación/preparación) y, finalmente, el modo como vivimos en pareja. Tengo la impresión de que, en general, damos testimonio claro de flaqueza e irresponsabilidad.
- Como efecto de la ruptura surge el problema de la guarda de los hijos, que divide aún más a los padres y causa daños muy graves en los niños. ¿Qué cabe hacer?
- Creo sinceramente –lo llevo diciendo hace ya bastantes años– que es urgente superar la concepción maniquea de la guarda de los hijos: un progenitor –la madre– es bueno y gana, y el otro –el padre– es malo y pierde. El único que de verdad pierde es el hijo. Urge introducir un concepto más progresista –vigente ya en muchos países europeos– y moderno, a saber: el de la responsabilidad parental compartida.
- Los hijos ahora -como siempre- suelen ser encomendados a la guarda de sus madres. Rara vez la guarda se comparte entre los padres. ¿A qué lo atribuye?
- Sinceramente, creo que, al margen de ciertos hábitos y usos tradicionales que todavía perviven en la sociedad española, el verdadero causante es el legislador socialista. Claramente claudicó –en busca del voto– ante las exigencias del feminismo militante de género. La consecuencia fue ésta: la guarda compartida pasó ser una opción excepcional.
- Han sido varias las comunidades autónomas (Aragón, Cataluña, Navarra, Valencia) que han introducido un criterio diferente (la guarda compartida como opción preferente). ¿No le parece que ello está implantando de hecho un trato discriminatorio?
- Efectivamente, estamos ante una manifestación más del desbarajuste legislativo que impera en España y que, en tema tan decisorio como la guarda de los hijos, origina tratos diferentes en función de la comunidad autónoma en la que se resida. Habría que acabar con ello y unificar la legislación. Pero eso significaría cambiar el sistema y nadie está dispuesto a ello ni en éste ni en otros temas.
- ¿Cómo ha sido posible, hasta ahora, prescindir de las exigencias de la común responsabilidad paterna?
- Muy sencillo. La ‘progresía’ –por contradictorio que parezca–- y el feminismo de género han optado en la reforma de 2005 por la tradición. Se dice otra cosa, ¡no faltaba más! Pero esa es la realidad. En la práctica, secundan el principio según el cual las madres son las mejores guardadoras y los niños están mejor educados con sus madres. A partir de aquí, ya se pueden imaginar todo lo que viene después. La posibilidad de una guarda compartida es vista por la propia ley como algo excepcional.
- Semejante planteamiento nos parece difícil de justificar. ¿Cómo explicarlo?
- A decir verdad, se dan cita demasiadas complicidades. Además de la muy deficiente legislación, son muchos los jueces, fiscales y psicólogos que participan de la ideología de género y obran en consecuencia. Como –a pesar de todo– las decisiones hay que fundamentarlas de alguna forma, el espectáculo que se ofrece es, en demasiados casos, obsceno. ¡Qué cosas se dicen e imponen en nombre de la ley! Mi trabajo se ha centrado, en parte, en desmontar tan débil argumentario.
- ¿Cuál es la posición que, en definitiva, defiende en su nuevo libro?
- Lo diré con palabras de la magistrada María Sanahuja, de los tribunales de Barcelona: “Si queremos superar el modelo de la caverna –él caza, ella se ocupa de la prole–, crecer profesionalmente y enriquecer a nuestros hijos, la custodia compartida tiene que ser nuestro modelo”.
http://www.nouciutat.es/actualidad/sociedad/14734-gregorio-delgado-del-rio-en-la-ruptura-matrimonial-si-la-madre-es-la-buena-y-el-padre-el-malo-los-hijos-pierden.html
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