'Todos somos Irene'

Juan Acacio lleva ocho meses sin ver a su hija, desde que su madre se la llevó. Su protesta ilustra la discriminación judicial de los padres separados
Raul Cosano 21/03/2011

Juan (izquierda) protestará cada tarde

 en la Avinguda Lluís Companys

 para pedir justicia. 

 Desde ayer una parada en la Avinguda Lluís Companys, justo delante de los juzgados, sirve para que los padres separados pidan justicia y una ley equilibrada. Entre todos, destaca el caso de Juan Acacio, enfundado en una camiseta amarilla con la frase Todos somos Irene. Hay más lemas en pancartas: Tarragona per la Custòdia Compartida, ¿Querer ser padre es un delito?, El millor pare: els dos pares y, otra vez, la figura de una niña de dos años: ¿Dónde está Irene?.
Irene es la hija de Juan, que se va a manifestar al menos durante dos semanas para intentar poder ver a su hija, algo que no consigue desde julio. El día 24 su mujer se llevó a su hija para ir de visita a Valencia a ver a unos familiares. «Me llamó por teléfono y me dijo que no volvería más. Luego intenté ponerme en contacto con ella y hablé con la familia pero me dijeron que no me iban a decir dónde estaban».
Juan denunció a su mujer por sustracción de menores. Pocas horas más tarde, fue ella quien le denunció a él por maltrato físico y psicológico. La denuncia fue puesta en Cuenca, donde cree que vive. «A mí nadie me citó y estaba localizable, no pude declarar nada y de hecho, aún nadie me ha tomado declaración. Al final me pusieron una orden de alejamiento», explica. Juan logró que se reabrieran las diligencias para encontrar a su mujer y a su hija, aunque de momento no ha habido resultados. «Mi hija está en paradero desconocido. Supongo que estará en Cuenca, con su madre», explica Juan.
De ahí, la reivindicación que exhibirá cada tarde con varios objetivos: «Pido que se agilice el proceso judicial. Solamente ejerzo mi derecho a la defensa. La ley está desajustada. No se puede tardar tanto en declarar. Sobre todo pido un régimen de visitas cautelares antes de que se celebre el juicio para poder ver a mi hija. Los derechos de Irene han quedado en nada», comenta Juan, mientras explica su caso a todo el que se acerca y recoge firmas para apoyar su causa.
Está apoyado por las asociaciones Tarragona por la Custodia Compartida y Asociación de Padres de Familias Separados. «Sólo pedimos igualdad para los hijos, que la custodia compartida sea una opción preferente en los casos de divorcio y no que lo tenga que decidir un juez. A día de hoy, siguen aplicándose medidas provisionales a favor de la madre», explica Josep Ramon Torres, miembro de un colectivo que se siente discriminado.
Mientras, Juan sigue con un calvario que ya dura ocho meses: «Lo he pasado mal. Seguramente me he perdido el momento en que mi hija ha aprendido a andar y a decir sus primeras palabras. Incluso la familia de mi mujer no me permite pasarle a mi hija una manutención». «Representamos a mucha gente. Nos sentimos desamparados», comenta Ángel Cubo, de la Asociación de Padres de Familia Separados.
Todos ellos serán Irene hasta que haga falta. Exigirán agilidad en la justicia durante toda esta semana entre las 17 y 19 horas. «Esto es sólo el principio. Sólo pido un régimen cautelar de visitas», concluye Juan.
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