Soy mujer, 30 años, de clase trabajadora, y jamás he sido discriminada por ser mujer.
He trabajado en todo tipo de trabajos. He estado en tiendas, supermercados, fábricas, almacenes, he descargado camiones y he trabajado en el campo y nunca he aceptado un salario inferior al de mis compañeros hombres. Ahora bien, me he ganado hasta el último euro que ganaba, cosa que, por desgracia, no puedo decir de todas mis compañeras mujeres. He tenido compañeras de trabajo que pillaron un curro en un almacén de muebles, moviendo cajas, y no las he visto despeinarse ni sudar porque tiraban de los hombres para hacerlo todo... que si "cari, me ayudas con ésto", que si "ay, cuánto pesa"... Joder, pues claro que pesa, son muebles, pero ellos tienen su trabajo, y tu el tuyo. Y cuando las echaban, porque sí, a ellas las echaban, no era por ser mujer, sino por ser unas débiles o unas vagas.
Claro que hay empresas que pagan menos a las mujeres, pero están haciendo algo ilegal, y el problema es de sus trabajadoras, que no las denuncian.
Pero no nos confundamos, la mayoría de las ideas sobre la discriminación de la mujer que se inculcan hoy en día a la juventud de este país de mierda son caducas y anticuadas. Se dice: en el sector de la medicina las mujeres son peor pagadas que los hombres... y se olvidan de decir que el 75% de los cirujanos son hombres y que el 80% de las enfermeras son mujeres y que, claro está, no cobra lo mismo un enfermero (hombre o mujer) que un cirujano (hombre o mujer).
Y claro que hay mujeres maltratadas.
Pero no nos confundamos, también hay hombres maltratados. Y no puede ser que si mi marido me llama puta a mi sea maltrato y si yo le llamo hijo de puta a él no. Ni puede ser que si él me pega sea maltrato pero si yo le pego a él no.
Por cada denuncia real de una mujer maltratada, hay varias denuncias falsas y, lo que es aún peor, hay al menos una denuncia real de un hombre maltratado que no es atendida como debería. Y no entender que eso está mal es una vergüenza.
Nos venden que todos somos iguales ante la ley, pero no lo somos. Las mujeres tenemos siempre las de ganar. Siempre. Por el simple hecho de ser mujeres se nos considera más débiles y necesitadas de protección (eso sí es discriminación) y se nos da siempre la razón. Nuestra palabra va a misa aunque no haya pruebas para apoyarla, si somos violentas se nos somete a juicio de faltas cuando por lo mismo a un hombre se le somete a enjuiciamiento penal, se nos considera aptas para la maternidad aunque no lo seamos... Yo no quiero que se me trate así. Quiero que mi palabra y la de un hombre valgan lo mismo, que mi trabajo y el suyo se valoren igual pero también que nos exijan lo mismo, no quiero que me traten como si no fuera capaz de valerme por mi misma, y eso es lo que se está vendiendo en este mundo tan moderno nuestro, que las mujeres somos inferiores. Lo triste es que la mayoría de mujeres lo vean como algo positivo.