CUSTODIA PATERNA: Más de 300 vecinos impiden a la Guardia Civil llevar con su padre a los tres niños de Alboraia

lunes, 4 de marzo de 2013

Más de 300 vecinos impiden a la Guardia Civil llevar con su padre a los tres niños de Alboraia

Lunes, 4 de Marzo, 2013
Enlaces:
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- La madre presentará hoy un escrito ante la fiscalía de menores para evitar que su exmarido traslade a los menores a México
- Isabel Monrós, la madre de los tres niños, después de que el padre y exmarido abandonara la finca.

Isabel Monrós, la madre de los tres niños, después de que el padre y exmarido abandonara la finca

Más de 300 vecinos de Alboraia impidieron ayer que la Guardia Civil ejecutara la orden judicial por la que tres niños debían ser entregados a su padre para viajar a México. La desesperación de la madre ante la proximidad del momento de la separación hizo que sus familiares y amigos convocacaran rápidamente a través del móvil y las redes sociales una concentración a las puertas de su casa, en la avenida Ausiàs March.
Y al igual que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca paraliza desahucios cada semana, los vecinos de Alboraia frenaron ayer esta orden judicial derivada de una sentencia del juzgado nº 3 de Moncada y confirmada por la Audiencia Provincial. Esta resolución obliga a la madre, Isabel Monrós, a trasladar "inmediatamente" a México a sus tres hijos (uno de 13 y dos gemelos de 10) para que el padre, Joaquín Escolano, del que está divorciada, pueda ejercitar sus derechos de visita. De momento, y al cierre de esta edición, la ejecución de la orden no se ha llevado a cabo.
"Muchas gracias a todos. El aplauso es para vosotros", declaró, visiblemente conmocionada, Isabel Monrós a las puertas del edificio tras la salida del padre. "Por el momento, esta noche mis hijos duermen conmigo", contó a Levante-EMV, con las lágrimas aún en los ojos. Después de casi una hora, la gente continuaba concentrándose en la avenida Ausiàs March, por lo que Monrós tuvo que pedir que se marcharan y agradeció una vez más, desde su balcón, el apoyo de los vecinos de la localidad, que prometieron volver si la Guardia Civil intentaba de nuevo ejecutar la orden.
La orden judicial preveía en un primer momento que la operación se llevase a cabo a las doce del mediodía, pero en la noche del sábado, un teniente de la Guardia Civil se acercó hasta el domicilio materno para informar de que se realizaría a las ocho de la mañana. Así, a contrarreloj, los amigos de la familia materna convocaron a todos los conocidos para acudir a esa hora. "No estáis solos" o "no os vayáis" fueron algunos de los gritos que se escucharon en la calle. Entre manifestantes, muchos niños, compañeros del equipo de fútbol o del colegio público Cervantes de Alboraia.
Tras más de seis horas de tensión, el momento más crítico se vivió cuando el padre abandonó la finca escoltado alrededor de la una del mediodía. Antes, una ambulancia del SAMU tuvo que acudir al lugar para atender a la madre, que padeció un ataque de ansiedad. Y es que los niños, junto al resto de su familia materna, permanecían en la quinta planta, en su casa, mientras el padre se hallaba en el rellano del primer piso junto con su abogado, esperando a que los agentes le entragaran a sus hijos y sin querer hablar con su ex mujer o con los periodistas.
Según informó el abogado de Monrós, Ignacio Amat, los agentes mediaron para que el padre se fuera, vista la presión vecinal y mediática que se originó ayer en la localidad.
"Esto no se acaba aquí"
La salida del padre fue interpretada como una victoria. Pero la madre no lo consideró así. "Esto no acaba aquí, estoy segura". Y es que el padre regresa mañana a México y los niños deben conseguir el pasaporte antes. Por su parte, el Tribunal Superior de Justicia de la C. Valenciana, informó ayer por la tarde de que "no ha habido ninguna resolución de suspensión de la ejecución de sentencia", por lo que el abogado materno se dispone hoy a presentar otro escrito en el juzgado de Moncada, pidiendo a la Fiscalía de Menores medidas de protección. También la Guardia Civil presentará un informe para explicar al juez porqué no se llevó a cabo la orden.
"Mi nieto dijo que si se lo llevaban se pegaba un tiro"
La movilización de ayer seguramente costará a la madre, Isabel Monrós, la apertura de diligencias por un delito de desobediencia. Pero no es lo que más le preocupa. Junto a Isabel, quien recibió tranquilizantes por un ataque de ansiedad, su familia (padres y hermana) también vivieron momentos duros. "Cuando vino la Guardia Civil a decirnos que la orden se ejecutaría a las ocho, mi nieto dijo que no se iba, que antes se pegaba un tiro", contó a Levante-EMV el abuelo de los menores, Luis Armando, quien durante toda la mañana estuvo conteniendo los nervios y el llanto. Su mujer, Pepa, vivió con la misma intensidad los acontecimientos. Ambos relataron a los periodistas que los niños no quieren volver a México con el padre ya que éste les maltrata. "Les duchaba con agua fría y les lavaba la boca con un estropajo si decían palabrotas. No es un buen padre. Ésto sólo lo hace para hacer daño a mi hija", declararon los "iaios".
El alcalde de Alboraia, Miguel Chavarría, también estuvo desde las ocho e la mañana en el domicilio materno. "Soy amigo de la familia de toda la vida. Desde el ayuntamiento no podemos hacer nada contra una sentencia, pero cuentan con mi apoyo", contó a este diario. Distintos testimonios incidieron en que la sentencia "está mal dictada, porque no han escuchado a los niños". El padre, por su parte, a través de su abogado, declaró "estar viviendo las peores horas de su vida". m. b. valencia.