La figura del padre en la literatura

Domingo, 6 de Octubre, 2013

Por Eduardo Boix.

El pinchazo de una rueda ha conseguido que de vueltas a un tema tan literario como universal como es la relación paterno filial. A lo largo de la historia de la literatura la figura paterna ha sido clave a la hora de enfrentarse al papel en blanco de muchos escritores. Un ejemplo claro ha sido Franz Kafka. Son muchos los que afirman que la mala relación entre el escritor de Praga y su padre, debido a la rectitud del progenitor, dieron luz a uno de los textos más crudos de la literatura como es La carta al padre. En este texto el escritor Checo se despacha a placer, haciéndole ver a su padre lo que ha supuesto una educación tan rígida y estricta.
En España podríamos rememorar aquel relato de Delibes titulado La mortaja, en el que básicamente nos cuenta como un hijo se enfrenta a la muerte de su padre y acaba amortajándolo. Yo, me siento más identificado con el escritor de Valladolid que con el Kafka rabioso. En uno de mis muchos artículos que lo empiezo “Hasta los 16 mi padre no fue mi padre era el hombre que se acostaba con mi madre”, aparte de provocar, lo que vengo a decir básicamente, es que debido al mucho trabajo que realizó mi padre para poder pagar las facturas, no pude disfrutar de él. No le reprocho nada y estoy más que orgulloso de él, pero sí que eché de menos su figura y cada vez me doy más cuenta que es un tema esencial en mi literatura.
Otro novelista que ha tratado el tema del padre es el neoyorkino Philip Roth. En Patrimonio(una historia verdadera), nos habla del fin de la vida de su propio padre. No es un libro sobre la muerte, es un libro sobre la vida que habla de una muerte. Todos alguna vez tendremos que enfrentarnos a la muerte de nuestros padres, yo he visto a mi padre llorar por la muerte de mi abuela y no quiero pensar el día que a mí me falte. Creo que nadie está preparado para superar este trance.
Hoy observando a mi padre cambiar una rueda, lo he vuelto a ver fumando mientras me llevaba a comprarme tebeos al extinto kiosco Chinchilla. Hoy he vuelto a ver a aquel carnicero que trabajaba 14 horas para darme todo lo mejor. Hoy creo que vida y literatura han vuelto a ser una.

http://letrasenvena.com/2012/la-figura-del-padre-en-la-literatura