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miércoles, 19 de febrero de 2014

MANIFIESTO ANTI-FEMINISTA

Miércoles, 19 de Febrero, 2014
La doctrina maldita:
MANIFIESTO ANTI-FEMINISTA
El feminismo en su forma leve es un severo trastorno narcisista y egocéntrico de la personalidad. Es vaginismo mental, genero-centrismo, agresión, genocidio, histerismo, odio a la raza humana y a la naturaleza. Una mezcla nada sana, perversa y malévola de psicopatía y de manifestado comportamiento antisocial. El feminismo es sociopatía. En su forma más grave y no recuperable es consecuencia de la incapacidad para la lógica y para la adaptación a la realidad producida por el deterioro y la mutilación biológica que produce un defecto físico que limita la inteligencia y las capacidades cognitivas a parámetros no humanos. El feminismo es una agresión y violación flagrante de la realidad y de la historia. Este revisionismo histórico es una acusación sin precedentes contra la humanidad, nuestros antepasados y nuestros conciudadanos. El feminismo es vágino-centrismo, genero-patía, sexo-centrismo, ombligo-centrismo y megalomanía. El feminismo es un virus que amenaza la humanidad. La revolución anti feminista es el anti virus. El feminismo es una tentativa de usurpación lésbica de la feminidad, de la soberanía individual de las mujeres y de la apropiación por la fuerza de sus mentes y su voluntad.
La revolución antifeminista es una civilización devolviendo el golpe. Donde ellas dan y reciben. Es el castigo para el crimen. Es el cirujano marcando, cortando, extirpando y desinfectando. El feminismo no se discute, se destruye. La revolución anti-feminista somos nosotros y la sociedad es nuestra representación. Somos el avance de la civilización y su retaguardia. Representamos a los hombres que no se sometieron ni arrodillaron y simbolizamos la horma de su zapato. Representamos a las mujeres que no cayeron en la trampa y no se someterán a su doctrina dictatorial. Las feministas son pre-historia. La civilización fue, es y será el futuro. Es algo a lo que ellas tendrán que irse habituando.
La revolución antifeminista, en su lucha por la liberación social de la lacra feminista es lo que representa a la sociedad. Nosotros, revolucionarios, lo sabemos, la sociedad lo sabe. Es una respuesta a la virulenta y vandálica agresión de la homosexual ideología feminista que sufre la civilización a lo largo del planeta. Lo que inicialmente era una potencial amenaza pasó a ser una amenaza real hasta llegar a ser en muchos países una agresión sin límites en toda a regla. El feminismo es un virus y debe ser tratado como tal. Por su código genético no oculto para el avance antifeminista tienen la potencialidad de resurgir y crecer pero nosotros no lo permitiremos. Contra el feminismo, tolerancia cero. Una corriente de salud contra el feminismo. La revolución antifeminista es un antivirus, generador de antivirus y potenciador del sistema inmunitario de la civilización. Es la respuesta espiritual, real y social a la imbecilidad genética y adquirida, al crimen y a la barbaridad.
La revolución antifeminista proveerá de medios físicos, teóricos e intelectuales para el combate, para la erradicación viral y trabajará sin descanso hasta definir el protocolo definitivo para su separación, neutralización y liquidación ideológica definitivas. También así, preparará las actuaciones necesarias para evitar que estas circunstancias no vuelvan a ser posibles jamás. La revolución antifeminista es una unidad de combate contra la mentira del feminismo, porque en el feminismo todo es mentira. La revolución antifeminista, como no puede ser de otra manera, niega la veracidad de las premisas feministas y sus postulados. Niega obviamente las evidentes y locas mentiras sobre la historia, su revisionismo histórico y su reconstrucción orwelliana de la realidad y de la historia como tentativa necesaria de demostrar sus imbecilidades por medio de la comprobación científica de su reinvención homosexual de la historia. Negamos también la veracidad y la validez de la terminología feminista. Tenemos conceptos como “exploración de la mujer” “igualdad”, machismo, sexismo, homofobia y “situación de la mujer”. Estos son términos propios de esta ideología antisocial, marginal y homosexual pero no de la sociedad en su conjunto. Son insultos articulados ideológicamente y utilizados políticamente para la agresión, la alienación social y el lavado de cerebro colectivo.
En la última tentativa de abordaje y asalto a la civilización, la ideología de género es la última mutación del virus. Mediante su institucionalización por la fuerza se organiza la nueva fase de acoso y asedio a la población civil. Se construyen un diccionario, se fabrican conceptos y palabras feministas y se aprueba una ley en la legislación española para homosexualizar la sociedad comenzando por su parte más frágil: los niños y jóvenes. Así, manipulando y pervirtiendo sus mentes quieren llegar a cumplir sus tórridos sueños de sumisión sexual a la humanidad.
La revolución antifeminista no tiene ni tendrá posición política. Un régimen político es inaceptable si fuera feminista. Su objetivo no son intereses ni estrategias políticas sino la libertad de la humanidad y la civilización: la revolución. Ni está a favor ni en contra de la derecha o la izquierda. Al ser la sociedad, representamos todas y ninguna de las ideologías que en ella se dan. Pero eso no es óbice para olvidar quienes son los culpables e instigadores y no apuntarles con el dedo. La revolución antifeminista acusa a la izquierda de haber traído y agredido a la sociedad y a sus votantes y de haber conspirado contra la democracia y nuestro sistema de libertades vendiendo su alma al feminismo y al homosexualismo militante, convirtiéndose a sí mismos en parte del problema. Pero la revolución antifeminista también acusa a la derecha de mirar para otro lado. Estas dos circunstancias no pasaran al lado de nadie. La derecha, a muchos conciudadanos, le mete la disciplina pendiente de posicionarse: o se es feminista o se es antifeminista. Esto es una guerra y solo existen dos bandos. La derecha debe asumir sus responsabilidades y empezar a desmontar el estado feminista, a derogar las leyes feministas y a reconocer que el feminismo es el problema. El feminismo es la trampa y la mentira patológica de las autodenominadas lesbianas y del lesbianismo. El odio total que sienten para con el universo, la naturaleza y la realidad, consecuencia de su sexualidad, les empuja hasta la agresión individual y social al intentar subvertir la realidad e instaurar el feudalismo y la alienación social. Las feministas y sus súbditos no nos dieron a escoger: escogieron la mentira esperando que la verdad fuera inútil. Pero es precisamente el conocimiento de la verdad lo que nos mantendrá a salvo: la verdad de lo que fuimos, de lo que somos y de lo que seremos. Por encima de la presión mediático-política-jurídica a la cual nos quieren someter las golpistas. Por encima de la tentativa de instaurar el feminismo donde se están gastando millones de euros de nuestro trabajo, nuestro esfuerzo y de nuestras familias. El pan de nuestros hijos.
La revolución antifeminista son los hombres y mujeres que una vez más están a la altura de las circunstancias. La revolución antifeminista hincha el pecho y asume su responsabilidad histórica en la lucha contra la barbarie saliendo en combate a defender sus familias, aldeas y ciudades de la muerte, esclavitud, violación y feudalismo. La civilización ha sobrevivido hasta ahora y no vamos a permitir que un puñado de enfermos la destruya. A la humanidad nos costó mucho llegar hasta aquí para tolerar una invocación que nos lleve de vuelta al Cretácico. La humanidad los derrotará. La vida una vez más vencerá.
El feminismo es un desafío a la civilización, a todos y cada uno de nosotros. La revolución es un proceso de revolución y de liberación y reconquista que inevitablemente reclama nuestra responsabilidad tomando parte activa tanto del proceso como de la victoria, como de la permanente e indefinida vigilancia para la manutención de la libertad recuperada.
Adaptado por Círculo Atenea, y traducido -el original- del portugués, en España había expresiones no admitidas por la legalidad vigente.
Traducido por Cati, responsable de Relaciones Internacionales Europeas de Círculo Atenea
http://circuloatenea.com/2014/02/18/manifiesto-anti-feminista/

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