Domingo, 12 de Julio, 2015
Ainhoa Fornós es la directora del departamento de Recursos Humanos del gurpo Damm. Es este artículo cita como en la Jornada Emprenem que organizó el Ayuntamiento de Esplugues, durante su intervención introdujo el tema de la perspectiva de género, pero desde un ángulo que seguro que sorprendió a más de un presente allí.
Argumentó que para conciliar y amoldar el horario de los trabajadores utilizaron una reivindicación masculina que por regla general es obviada en muchas empresas. Los hombres reclaman más tiempo libre para poder dedicar a sus hijos, pues en la mayoría de empresas las políticas de conciliación se administran a lo relacionado con la madre. Ainhoa era consciente de que muchos de sus trabajadores que estaban separados ejercían la custodia compartida, por lo que procurando una igualdad hacía ambos sexos dispusieron un horario de conciliación repartido por igual tanto hacía la madre como hacía el padre. Nos habla de como los resultados son más que positivos, pues trabajadores que se encuentren satisfechos por el tiempo que pueden destinar a su vida después del trabajo son síntoma de mejor rendimiento.
Uno de los condicionantes que se presenta para el hombre a la hora de un juzgado reclamar la custodia compartida es el de la disponibilidad de tiempo efectivo para poder ejercer dicho régimen. A la madre en el juzgado no se le exige que demuestre si dispone de tiempo para el cuidado de los menores, o no. La custodia se le otorga por defecto, dando por hecho que bajo ese supuesto instinto maternal buscará el tiempo debajo de las piedras para mantenerse al lado de los hijos, y cuando no pueda ser así, y haya de delegar sus responsabilidades en los abuelos maternos u otras personas, será por un deber ineludible (como por ejempo en el caso de Chavelita, que se ha ido a Honduras a Supervivientes, dejando la niña en manos de una cuidadora en vez de con su padre). Al varón sin embargo no, al hombre se le exige que demuestre que disponde de ese tiempo para el cuidado de los menores, es un condicionante que supone un gran esfuerzo, pues muchas veces las empresas no tienen en cuenta, como con las mujeres, que el hombre necesita un tiempo para atender las necesidades de los menores. Los colegios mantienen un horario de entrada y de salida, y los menores necesitan de unas atenciones especiales y dedicación a diario que muchas veces es difícil de conseguir en una sociedad machista como la que ahora en muchos aspectos nos toca vivir, ese primer ambiente machista parte de los juzgados.
Fuente:
'Emprenem' aborda en Esplugues la reforma horaria desde el punto del bienestar integral
http://www.elperiodico.com/es/noticias/esplugues/emprenem-aborda-esplugues-reforma-horaria-desde-punto-del-bienestar-integral-4351092
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