Martes, 1 de Diciembre, 2015
La autora del artículo, Gadea Fitera.
Existen muchas diversas formas de abandonar a un hijo, pero nuestro sistema judicial, y nuestros políticos consideran normal que los menores sufran el abandono del padre. El artículo habla de las madres, y como quien no quiere la cosa, se coloca al padre en el papel de desenterse de sus hijos como algo habitual (no es que sea la intención de la autora), es el tópico más extendido, al igual que el contrapuesto a la hora de considerar a la mamá como aquella persona que jamás abandonará a sus hijos.
Los menores sienten como un abandono la situación que sucede en sus vidas tras el divorcio, pues los padres se divorcias, pero se condena de forma paralela a los hijos al abandono del padre. Es una vergüenza que los jueces sean quienes ordenen al padre abandonar a sus hijos, pues si de verdad se protegiese el interés de los menores, a aquellos padres o madres que abandonan a sus hijos y renuncian a su cuidado deberían ser obligados a ejercer sus obligaciones y responsabilidades. En la realidad al padre que firma un acuerdo y valida el alquiler de sus obligaciones parentales a la madre a cambio de una pensión de alimentos y el uso de la vivienda familiar, se le trata desde el feminismo como una buena persona, como un buen padre. Sin embargo, a aquel padre que pretende cuidar de sus hijos, y no dejar en manos de otra persona sus obligaciones parentales, la justicia le trata como a un delincuente.
Ejercer la guarda y custodia de los menores, no significa no abandonar a los hijos, pues hay que intentar al menos salvaguardar sus intereses. Una madre o un padre que se dedica a intentar que el otro progenitor pase cuando menos tiempo mejor con sus hijos, no esta precisamente mirando por el bienestar de los menores. Un progenitor que envenena a sus hijos malmetioendo a los menores contra el otro progenitor, con el objetivo de deteriorar o destruir la relación del hijo con el otro progenitor, está abandonando a sus hijos, pues les está, bajo su cuidado, desprotegiendo gravemente.
La realidad dista mucho de los tópicos, con los divorcios hemos comprobado que las mujeres (por supuesto no todas) priorizan más su felicidad personal que la de sus propios hijos, y cuidan y se preocupan mucho más de sus nuevas parejas que de sus propios hijos. Es triste llegar a ese convencimiento, pero no es un caso, son muchos.
Fuente:
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/diariodeunaembarazadainexperta/2015/11/28/por-que-una-madre-abandona-a-su-hijo.html
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