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jueves, 31 de diciembre de 2009

Más de setecientos niños sufrieron el año pasado el divorcio de sus padres (Albacete)


Un tercio de las rupturas no son de mutuo acuerdo y un alto porcentaje se produce después de más de 20 años de matrimonio


30.12.09 - 01:08 - DOLORES CARCELÉN  ALBACETE.
Hasta que la muerte nos separe ya no se lleva, ahora es más bien una sentencia la que pone tierra de por medio. Y es que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha venido a confirmar lo que ya sabían los tribunales, que en 2008 más de 1.400 albaceteños pasaron por el mal trago que supone un divorcio. Lo preocupante no son las 706 rupturas sino los más de setecientos niños que se han visto envueltos en ellas.

La mayoría de las parejas que se divorcian tiene hijos menores y ronda los cuarenta años, pero las estadísticas demuestran que las crisis de pareja no tienen edad. El año pasado se divorciaron quince parejas en las que el esposo superaba los 70 años y 198 matrimonios dieron por terminada la relación después de más de veinte años de convivencia.
En estas fechas puede haber familias que en lugar de repartir las reuniones entre 'tus padres y los míos', acaben por partirse en tres y en cuatro. Ante este panorama, los psicólogos advierten de que «es preferible una separación amistosa a un matrimonio conflictivo», pero también reconocen que los peor parados en estos casos siempre son los menores.
El año pasado hubo cuatro matrimonios que no llegaron al año y medio y un centenar que aguantó entre tres y cinco años. Las ruptura cogen carrerilla a partir de los seis años de convivencia y se disparan desde los veinte años. Resulta curioso que haya reincidentes, ya que entre los divorciados había veinte mujeres que ya habían pasado por el mismo trámite y doce hombres. De hecho, en los divorcios no consensuados suelen ser ellas quienes dan el primer paso, de la misma manera que lo más usual es que la custodia de los hijos recaiga en la madre.

Sin esperar
Gracias o por culpa del divorcio exprés, las parejas suelen optar por romper sin separación previa.
Detrás de las estadísticas hay familias, algunas de ellas hasta con cuatro hijos menores, totalmente desestructuradas. La psicóloga de Volmae, Gema Poveda, explicó que es complicado saber los motivos por los que los matrimonios se rompen. En su consulta, la mayoría de los casos se enfrentan a la infidelidad y a la falta de comunicación. Cuando hay una tercera persona, el perdón es prácticamente imposible, pero cuando el motivo de la ruptura es el silencio entre ambos no es complicado buscar un acuerdo.

Etapas
Una de las claves estaría en tener en cuenta que «cada cinco años se produce una crisis personal», por lo que el ingrediente fundamental de la estabilidad estaría en aceptar que las personas, como las relaciones, atraviesan etapas. De hecho, el INE contabiliza los divorcios por lustros, agrupando de 6 a 10 años de relación, de 11 a 15 o de 16 a 19.
No obstante, para Poveda, detrás de los divorcios no está la crisis de los 40 años sino la etapa en la que unos matrimonios que se casaron jóvenes ven a los hijos mayores para aceptar la ruptura. «En las próximas generaciones, que se casan más tarde, veremos la crisis de los 50 y hasta la de los 60», advirtió.
Para los psicólogos sí tiene explicación que un matrimonio llegue a esperar dos décadas para dar el paso. Y es que cuesta mucho digerir la decisión; asumir la independencia económica y sacar a los hijos adelante.
Los ingredientes para el triunfo de una pareja serían, en primer lugar, que ambos sean realistas. Hay que ceder, pero también tiene que haber afecto, comunicación y un proyecto de vida en común. El idealismo del principio no se puede mantener siempre, al tiempo que no se puede pensar que la convivencia va a ser igual que cuando las relación resumía al ocio y a los fines de semana.
Si estos ingredientes fallan, hay que tener en cuenta que «un matrimonio conflictivo genera niños con muchos problemas psicológicos». Cuando el paso está decidido, hay que hablar con los hijos con claridad, para que entienda que no van a perder a sus padres.
Poveda reconoció que después de un divorcio rehacer la vida no siempre es fácil. Se establecen nuevas relaciones sentimentales, pero lo normal es no volverse a casar, porque, además, «te vuelves más exigente, más rígido». Las principales víctimas de un divorcio son los niños, a los que aún se utiliza como arma arrojadiza, pero, además, pasa factura a los padres porque lo viven como un fracaso personal.
 
LAS CIFRAS
704divorcios en un solo año, que afectaron a más de 700 niños.

198 parejas llevaban más de 20 años juntas antes de romper.
15 hombres superaban los 70 años en el momento del divorcio y más de un centenar estaban entre los 50 y los 69 años.

GEMA POVEDA PSICÓLOGA

«Un matrimonio conflictivo genera niños con muchos problemas psicológicos»
«Cada cinco años se produce una crisis personal»
«Es preferible una separación amistosa a un matrimonio conflictivo»
http://www.laverdad.es/albacete/20091230/albacete/setecientos-ninos-sufrieron-pasado-20091230.html

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