El amor se salta una generación

Miércoles, 14 de Marzo, 2012

Una pareja lleva a la Audiencia su lucha por lograr la custodia de sus nietas

Milagros y Antonio contemplan con tristeza la ropa de Úrsula, su nieta ausente

Gloria, Alberto y Úrsula tenían doce, once y dos años cuando abandonaron el que hasta entonces había sido su hogar: la casa de sus abuelos Antonio y Milagros, donde también vivía su madre, Catalina. Era el 16 de febrero de 2010. Con órdenes del Servicio de Protección de Menores, cinco agentes se presentaron por sorpresa en la vivienda para llevarse a los tres pequeños. Denunciada por sus propios padres, Catalina, de carácter «inestable», había sido declarada incapaz de ejercer su custodia.

Los dos mayores fueron de inmediato puestos a cargo de su padre y a día de hoy disfrutan de una vida prácticamente normal, aunque llevan casi dos años sin poder ver a su hermanastra Úrsula, fruto de una relación posterior de su madre. Prácticamente el mismo tiempo están sin poder verla Milagros y Antonio, quienes reclamaron la acogida de la pequeña -por entonces sin padre reconocido- en cuanto tuvieron oportunidad. Úrsula fue temporalmente trasladada al Centro Cardenal Belluga. «Nos dijeron que en dos o tres meses nos la traerían de vuelta a casa», cuenta Milagros, «pero en agosto de 2010 nos denegaron el régimen de visitas y nos informaron de que iban a darla en preadopción». Desde entonces se les ha negado todo contacto, alegando la necesidad de que la niña afiance relaciones con su nueva familia.

Los abuelos iniciaron entonces una larga batalla para recuperar a su nieta en la que, a pesar de la edad, están combatiendo infatigablemente. Para su desgracia, ahora tienen además doble motivo: en noviembre de 2010 nació María, hija también de Catalina, a cargo de Protección de Menores desde su tercer día de vida. «A ella solo pudimos verla tres veces en La Arrixaca antes de que se la llevaran», se lamenta Milagros, sentada en su sofá, con la mirada caída. A sus espaldas, al otro lado de la puerta, junto al recibidor, hay colgados cinco trajes de bebé esperando a ser estrenados. La abuela manosea nerviosamente unos recortes de papel garabateados por Úrsula que suele llevar en el bolso.

Plantados ante la Audiencia

Esa batalla inicia hoy un nuevo capítulo: Antonio y Milagros se plantarán cada miércoles, de 11 a 13 horas, frente a la Audiencia Provincial para reclamar que se le conceda la custodia de sus nietas. Tras la negativa previa del Juzgado de Primera Instancia, le toca a aquel tribunal decidir si admite o no la causa, que la abogada de los abuelos, Bárbara Meca, basa en un informe pericial que avala las aptitudes de sus clientes para hacerse cargo de las dos niñas. «Ya entregamos en los juzgados más de dos mil firmas a su favor de vecinos de Santomera y los abuelos han recibido el apoyo tanto de la comunidad vecinal como del colegio o los servicios sanitarios», explica la letrada.

Al parecer, conseguir que la Audiencia admita el nuevo informe no es tan sencillo porque «cuando de adopciones se trata, siempre prima el informe oficial, el realizado por la Administración», añade Meca. Para más 'inri', ese informe «se basa en un entorno inestable que quedó atrás al abandonar la madre la casa de los abuelos, ya que a raíz de la denuncia, Catalina cambió de residencia y rompió relaciones con sus padres. La intención de Milagros y Antonio era conseguir que apartaran a la madre para quedarse a cargo ellos, que están en perfectas condiciones para seguir cuidando de las pequeñas».

http://www.laverdad.es/murcia/v/20120314/comarcas/amor-salta-generacion-20120314.html