- Piden cambios en la Ley contra la Violencia de Género y una igualdad «efectiva» que no favorezca a la mujer
Carmen Castañeda, José Antonio Caparrós y José Martín han montado un campamento junto a la Audiencia Provincial
José Martín es de San Fernando y hace cinco meses que no ve a sus dos hijos. Se separó de su mujer hace varios años y todavía está a la espera del juicio para resolver el divorcio. Desde hace cinco días, tampoco prueba bocado. Viste una camiseta naranja en la que reclama la custodia compartida, y se ha plantado con una tienda de campaña y varias pancartas entre la Audiencia Provincial y la Puerta de Tierra. No está solo. Junto a él, José Antonio Caparrós (de Cádiz) y Carmen Castañeda (portuense) comparten lemas, camisetas, reivindicaciones y el mismo refugio. Están en huelga de hambre desde el pasado 29 de febrero y su objetivo es presionar con ello al Gobierno para obtener un cambio legislativo que erradique la desigualdad en los divorcios que lleva a que, según se quejan, las madres tengan más derechos que los padres por una cuestión de sexo.
El planteamiento que defienden es sencillo y justo: «Que los niños estén el mismo tiempo con sus padres antes y después del matrimonio», afirma Caparrós, que preside en Andalucía la Federación por la Defensa de la Igualdad Efectiva y que aclara que no piden una custodia paternal. «Eso también lo rechazamos». Con todo, sus reivindicaciones también están rodeadas de polémica, pues además de un reparto equitativo de la custodia, exigen que se suprima o se modifique la Ley Integral Contra la Violencia de Género, base fundamental de la lucha contra el maltrato machista durante las pasadas legislaturas socialistas. A pesar de sus éxitos, más o menos cuestionados, a juicio de Caparrós, al amparo de esta ley «muchas mujeres denuncian a sus exmaridos para lograr que les arrebaten la custodia, como venganza». En este sentido, desde Fadie insisten en que es una asociación «apolítica», sin sesgo ideológico. Aunque reconocen que se sienten afines a los partidos que también defienden la custodia compartida, como UPyD, cuyo candidato en las elecciones andaluzas, el gaditano Martín de la Herrán, ha sido de los pocos (junto al concejal José Macías) que se han acercado al campamento de la Audiencia.
«Modelo arcaico»
José, José Antonio y Carmen no saben cuánto tiempo tendrán que esperar para el cambio que piden, pero quieren que sea cuanto antes: «Los niños sigue creciendo y cada día que pasa es un día más que han perdido de su vida», reivindica el portavoz de los tres gaditanos, que tacha la actual aplicación de la custodia como un modelo «arcaico, en el que la madre es la que debe educar y cuidar a los hijos y del hogar, algo que nada tiene que ver con el mundo actual». El tiempo, además, corre en su contra y la huelga se deja notar cada día: en cinco días, José Martín ha perdido cuatro kilos y medio, Caparrós, cinco kilos y Carmen Castañeda, dos y medio. Lo que engorda, en cambio, es la lista de firmas que han recolectado: más de mil en los primeros cuatro días. No les alimenta, pero al menos les reconfortan estas y otras muestras de apoyo que reciben a diario. «Se acerca mucha gente a contarnos sus experiencias, a decirnos que están de acuerdo. Nos preguntan dónde hay que firmar, sin que lo pidamos», afirma Carmen Castañeda, que recuerda que la de ellos tres no es una guerra solo de hombres: «También hay muchas madres que quieren la custodia compartida para rehacer sus vidas, y abuelas». Durante la entrevista, se acerca una de estas personas que dejan su firma. Es un hombre con acento vasco, que hace un año y medio logró la custodia compartida -les cuenta- aunque su exmujer ha pedido un estudio pericial para demostrar que no es un buen padre. Cuando termina de hablar, resopla, y reconoce que contarlo le viene bien. «Vienen muchos a desahogarse», afirma por su parte Caparrós.
En el País Vasco y Granada
Los tres gaditanos también están apoyados por otras personas que, como ellos, se han puesto en huelga de hambre en otros puntos de España. En Ortuella (Vizcaya), Koldo Meabe lleva más de un mes sin comer con la misma exigencia y otro miembro de la Fadie ha montado su campamento ante el ayuntamiento de Alpujarras de Órgiva, en Granada. Esperan además que se sumen iniciativas similares en Córdoba, Jaén y Sevilla. Además, miembros de la Federación presentaron ayer un documento al presidente del Gobierno popular, Mariano Rajoy, durante una visita de éste a Andújar (Jaén), con el objetivo de obtener de él un compromiso que les permita volver a echarse algo a la boca y sobre todo y más importante, ver a sus hijos como ellos pretenden: sin diferencias por ser hombre o mujer.
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