CUSTODIA PATERNA: La adolescente de Baeza repite su huida con otra joven

miércoles, 14 de marzo de 2012

La adolescente de Baeza repite su huida con otra joven

Miércoles, 14 de Marzo, 2012

La menor que denunció a sus padres por castigarla se fue de fiesta el domingo y no regresó al centro donde la Junta de Andalucía la custodiaba

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La menor de Baeza a vuelto a darse a la fuga, pero esta vez acompañada por otra joven. «Quiero que aparezca, pero no creo que lo haga pronto», afirma su madre a LA RAZÓN. La joven de 16 años permanecía en un centro de menores de Linares desde el pasado 28 de febrero, después de denunciar a su progenitores, Conchi y Domingo, por maltrato. Dos días antes, su padre encerró a Julia en el sótano de su chalé de la urbanización «El Campillo» después de que encontraran una bolsita de marihuana escondida en el sujetador que llevaba puesto. Éste fue el desencadenante que llevó al castigo con el que intentaron, según las declaraciones de ambos, que la menor dejara de coquetear con las drogas. Ante la impotencia de la reclusión, aprovechó el descanso de sus progenitores para forzar la puerta y salir con un hacha.
Ayer volvió a escaparse, pero esta vez no huía de sus padres, sino que el domingo por la noche decidió, junto a otra joven, no volver al centro donde vive desde que denunciara a sus progenitores por maltrato, ya que cuando abandonó su casa jienense tenía un ojo morado y un vecino que la encontró deambulando por la urbanización avisó a la Benemérita. Así fue como la adolescente decidió interponer una denuncia a sus padres. «No he hecho nada para que tengan que quitarme la custodia de mi hija. La conducta que llevaba la veía inadecuada y se merecía un castigo. Pienso que he hecho lo que cualquier padre haría cuando ve lo que hace su hija. Lo que no es lógico es que se monte la que se ha montado. Lo que quiero es que mi hija aparezca», declaró ayer Domingo a «Diario de Jaén».
Mientras la autoridad judicial y la Fiscalía de Menores determinan si los padres han vulnerado la integridad de la joven, ésta ha vivido en el centro gestionado por la Junta de Andalucía, que como aseguran desde la delegación del Gobierno en Jaén, «es un centro de protección y abierto». Unas instalaciones en las que la madre de Julia no se siente a gusto: «Cuando he ido a visitar a mi hija me hacen sentirme como la mala. Además les he pedido que me digan si se ha llevado sus gafas, pero no me contestan. Si se las ha llevado significa que no vuelve». Con respecto a la actitud de su hija, insiste: «Mi hija no ha cambiado, sigue a lo suyo. No sé lo que tiene en la cabeza».
En la misma línea, Domingo aún no comprende cómo la adolescente se pudo escapar: «El sábado por la noche el centro la dejó salir por la noche con otros compañeros y debía haber llegado a las 12. Pero aparecieron a la hora que quisieron. Se les castigó y el domingo volvió a salir y no ha vuelto. Esto no es de recibo», comenta a los compañeros de Jaén. «Va a tomar medidas contra el centro. Ya les ha mandado un escrito», asegura la madre.
Ambos llevan varias semanas muy angustiados, no sólo por la situación que se ha creado con su hija, sino también por el cariz mediático que ha tomado este caso. La duda de que pudieron maltratar a su hija todavía no se ha disipado. «No tengo ninguna orden de alejamiento. Nunca la he tocado, he intentado hablar con ella, guiarla, he estado pendiente de su entorno, sólo quiero que vuelva. Iré donde tenga que ir por mi hija. No sé lo que le está pasando. Sólo que desde que ingresó en el centro no he podido ver a mi hija. Ojalá que esto sirva para que puedan encauzar a la niña y el equipo de psicólogos y yo podamos salir adelante con ella», sostiene el progenitor.

Los cargos
Domingo fue detenido e imputado por un presunto delito de detención ilegal. Con el Código Penal en la mano, a los agentes que encontraron a la joven con un hacha y un hematoma en el ojo, no les quedó alternativa y consideraron la posibilidad de que se tratara de una conducta delictiva que atentaba contra el deber familiar de proteger a un menor y así se lo comunicaron al padre. A la madre también la detuvieron por no oponerse al castigo. Después de hablar con las partes, los agente decidieron dejar en libertad con cargos a Domingo, a la espera de que la Fiscalía de Menores decida sobre el caso. Entre sus vecinos prefieren mantenerse al margen, ya que lo consideran «la rabieta de una niña».

Un problema de drogas
El desencadenante del enfrentamiento de la niña de Baeza con sus padres fue el hallazgo de una bolsita de marihuana que la menor llevaba oculta en el sujetador, tal y como adelantó este diario el pasado 6 de marzo. A raíz de este hecho, el padre la encerró con un bocadillo en el semisótano del chalé que construye en la urbanización «El campillo», una zona rural con varias casas de campo desperdigadas entre Úbeda y Torreperogil. Las dos noches que pasó encerrada durmió en un sofá de tres plazas. Según la declaración de los padres, todos los problemas comenzaron cuando su hija se inició en el consumo de porros.